Encontré sobre oración un modo de entrar en la presencia y escucha de Dios, la ‘LECTIO DIVINA’, practicado por los monjes medievales.

Una lectura meditada de la Biblia para llegar a Dios paso a paso desde el silencio para escuchar su voz en el ‘corazón’, nuestro espíritu comunicará con el suyo.

1º . LEER el texto para captar su sentido, una lectura reposada.
2º . ESCUCHAR, llevar al corazón la Palabra, meditar y acoger su mensaje.
3º . ORAR, diálogo del creyente con Dios, ‘Señor ¿qué quieres decirme?
4º . CONTEMPLAR en silencio ante Dios, importa recibir y dar amor.

. . «María guardaba todas estas cosas en su corazón». El camino será escuchar, meditar, amar.
. . «Es mi Hijo amado, escúchenlo». En el Tabor, la voz del cielo: escuchar y seguir a Jesús.

La ‘lectura orante’ de la Biblia nos llevará a vivir así; si escuché a Dios, pasaré de la ‘Palabra escrita’ a la ‘Palabra vivida’. La buena semilla dará su fruto.

Rezar es hablar a Dios
rezar es alabar a Dios
rezar es decir a Dios que se le ama
rezar es contemplar a Dios
rezar es tener espíritu y corazón unidos a Dios
rezar es amar y pedir perdón.

–Carlos de Foucauld

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– Imagen: Anunciación, Fra Angélico (+1455),  Florencia, Italia: «Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor está contigo», s Lucas c.1.

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«Madre del Silencio», del grupo universitario chileno ‘Canto católico’: