Los encuentros de Cristo

Fueron muchos y variados los encuentros de Cristo por caminos y pueblos, con personas y grupos, encuentros renovadores.

Jesús y la gente se buscaron. Él compartió su mensaje y restauró la esperanza, si fuera menester curando males. Escuchar, pedir, confiar, verbos de encuentro, afecto y oración.

«Jesús nos revela que Dios no habita lugares asépticos lejos de la realidad, sino que camina a nuestro lado, en las rutas a veces ásperas de la vida.» (El Papa Francisco, Sínodo 2021)
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DIEZ ENCUENTROS en los Evangelios.

1 . Encuentro con los primeros Discípulos: El comienzo de una amistad buscando conocerse, y tal vez trabajar juntos ¿Qué buscan? Maestro ¿Dónde vives? El encuentro fue imborrable y prometedor. –san Juan c.1

2 . Con Nicodemo el fariseo: Costará cambiar lo fácil de siempre por lo más nuevo y exigente. Jesús le prometió ayuda, Nacerás de nuevo. Fue en la noche, y se hizo de día. Estará junto a la cruz. –san Juan c.3

3 . Encuentro con la Samaritana: Jesús se dio a conocer y ayudó en lo que pudo. No quiso complicar la vida sino aliviar la carga. Se ofreció como ‘Agua viva’ que sacia la sed de verdad y riega la semilla buena. –s Juan c.4

4 . Con el Joven rico: El joven buscó asegurar su cielo. Jesús cuestionó sus seguridades, nada valen si la gente cerca pasa hambre o está sin techo. Qué hiciste, qué piensas hacer ¡Déjalo todo y ven conmigo! –s Marcos c.10

5 . Con el Ciego del camino: Cansado de esperar, agotado de pedir, Jesús le devolvió la confianza ¡Señor, que yo vea! Abre tus ojos y sígueme. Fue posible lo que pareció imposible. –san Marcos c.10

6 . Encuentro con el Escriba: Dios ¿qué te importa más? ¿Quién es mi prójimo? Verás la respuesta en la cuneta de los caminos, heridos, migrantes, infancia. Puedes mirar a otra parte y pasar de largo, o dar tu tiempo, tu agua, tu aceite. Si hay amor, estará el Señor. –san Lucas c.10

7 . El encuentro con Pilato: Encuentro de Jesús con la indiferencia y el vacío ¿Qué es la verdad? Solo interesó el poder y la gloria; su desinterés por la verdad llevará al dolor y la muerte del inocente. Las heridas de siglos lavadas por el amor que reconcilia ¡Señor, ten piedad! –s Juan c.18

8 . Encuentro con la Magdalena: Buscó a Jesús en el lugar equivocado, en el pasado. Él vive ahora en la comunidad, en la familia, en su corazón amante. La mujer será apóstol del triunfo de la Vida, profeta de la Noticia que consuela y pacifica: Jesús vive, nos espera y nos envía. –san Juan c.20

9 . Con los Discípulos encerrados: Con miedo, no comprenden. Puertas cerradas y corazones en espera, Soy yo, no teman. Frágiles, precisaron Espíritu santo, su aliento y su paz. La misión de Cristo deberá continuar, los necesita ¡Señor mío y Dios mío! –san Juan c.20

10 . Encuentro con Pedro arrepentido: Ante nuestra infidelidad, Jesús se mantendrá fiel porque nos ama. Pedro va avergonzado y dolido de su cobardía y orgullo. Jesús no está para reproches, sino para abrazar y reunir, si le renovamos la amistad, ¿Pedro, me amas? –san Juan c.21
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«El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca», san Mateo c.7.

Algunos encuentros ocurren en los caminos y descampados, pero también en la casa de Zaqueo o de la hija de Jairo, y otras veces Jesús nos abrirá las puertas de su casa como a los jóvenes discípulos o a Nicodemo.

– Baja Zaqueo, hoy quiero hospedarme en tu casa.
– Jesús llegó a casa de Jairo, entró y tomó de la mano a su hija enferma.
– Maestro, ¿Dónde vives? Vengan y lo verán.

Recordaré que al recibirlo en Comunión diremos: ‘Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme’.

Sin olvidar los encuentros frecuentes de Jesús con el Padre, su oración al amanecer, en soledad y en otras circunstancias, también con la gente:

– Te doy gracias, Padre, porque te revelas a los sencillos.
– Gracias, Padre, porque me escuchaste.
– Padre, que no se haga mi voluntad sino la tuya.

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* Dibujo, Rembrandt, Nicodemo con Jesús en la noche. «Nicodemo fue de noche a ver a Jesús: Maestro, viniste de parte de Dios por las señales que haces… No verán Reino de Dios si no nacen de nuevo». (san Juan c.3)
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Encontrarnos con Jesucristo también ahora nos cambia e ilumina. Escuchen si gustan esta melodía, llena de afecto y buenos deseos, ‘Encontrarme contigo’, grupo evangélico Satelite, México, 2012.

Encontrarme contigo
Mi fiel amigo, sentir el calor de
Tu gran amor; para adorarte
Y todo entregarte vertir lo que soy en adoración;

Y darte el honor; postrado a tus pies;
Con alma derramada ante tu mirada;
Tu rostro señor encontrarlo en mi;
Escuchar tus palabras hablando a mi alma.

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Podrán ver aquí recopilados ORAR con NICODEMO, pdf.

Magdalena enamorada

¿Qué viste de camino,
María, en la mañana?
A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,

¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!

Vengan a Galilea,
allá el Señor aguarda;
allá verán los suyos
la gloria de la Pascua.

–Liturgia pascual

Fue su fiesta hará pocos días. Quise retomar el propósito de la Magdalena de acercarnos a Jesús de Nazaret que tanto significó para ella. El amor y la amistad crean proximidad, curando heridas, realizando sueños, ¿Eres tú, Señor? El amor buscará la presencia y la figura, ‘contemplar para amar’ lo llamó el santo de Loyola.

María Magdalena, anciana y exiliada, lo explicará así a unos jóvenes que quisieron saber más de Jesús:

«Esta gente amiga llegó hasta mi puerta con pequeñas excusas, acercándose pronto al fuego que nos calentaba. Juntos soñábamos abrazando nuestras manos, y al poco despertábamos sintiéndonos personajes que vivieran en otro tiempo con el Galileo y sus discípulos, en un mundo que nos encantaba, un mundo de ensueño y bienestar.

Eran muy jóvenes y no me resultó difícil poner en marcha sus sentidos de dentro, imaginando y contemplando para que vieran y tocasen, que oyeran y hasta notasen aromas y sabores, ‘Ven, amigo mío, acércate, cuéntame’. Yo los fui llevando de la mano poco a poco hasta el Nazareno que los atraía con fuerza, familiarizados con sus bellos ojos y su semblante agradable. Cantamos abrazados una canción de amor:

Junto a ti
amor
todo es belleza,
tras de ti
mi vida
vuelo sin tregua,
sin ti
bondad suma
solo tristeza.

Sin haberlo visto ya lo amaban, como si en verdad lo conocieran. Las palabras y hasta los gestos del gran maestro les hablaron a ellos mismos, siguiendo paso a paso el camino que marcaba mi discurso, con frecuencia entrecortado por el recuerdo y la emoción, ¡Señor mío, amor mío!»

–Cf. María Magdalena -4 / Frescos recuerdos.

* Imagen: Anton Raphael Mengs, Magdalena penitente, 1765.

Verán en comentario un lindo texto de Isaías, el amor infinito de Dios.

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«Llegó el Esposo, salgan a su encuentro». Las mujeres prudentes y enamoradas que mantuvieron encendidas sus lámparas de la fe y del amor esperando al Señor, con el deseo aunque indignas de entrar en su presencia. Así lo expresó el evangelio y los versos de este cántico:

Nos apremia el amor, vírgenes santas;
vosotras, que seguisteis su camino,
guiadnos por las sendas de las almas
que hicieron de su amar amor divino.

Esperasteis en vela a vuestro Esposo
en la noche fugaz de vuestra vida,
cuando llamó a la puerta, vuestro gozo
fue contemplar su gloria sin medida.

Vuestra fe y vuestro amor fue fuego ardiente
que mantuvo la llama en la tardanza,
vuestra antorcha encendida fielmente
ha colmado de luz vuestra esperanza.

Pues gozáis ya las nupcias que el Cordero
con la Iglesia de Dios ha celebrado,
no dejéis que se apague nuestro fuego
en la pereza y sueño del pecado.

Demos gracias a Dios y, humildemente,
pidamos al Señor que su llamada
nos encuentre en vigilia permanente,
despiertos en la fe y en veste blanca.

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La presencia / resurrección

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– Dijo Jesús: Por mi parte, les prometo que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. (san Mateo c.28)

Pisando todavía terreno de ausencias y de muerte, llegó la ocasión de levantar la vista y traer al blog algún canto o poema de aire sencillo y piadoso, testimonio de la PASCUA, paso de la muerte a la vida, celebrando la resurrección.

Será nuestro modo de evocar la discreta presencia y el trabajo incesante de Jesús de Nazaret. Para el creyente Jesús es el SEÑOR que abraza y engrandece sin límites todo espacio y todo tiempo; él puso punto y final a las sombras de dolor y llanto, él será esperanza y promesa, llamarada de amor que brillará para siempre.

» ¡Qué alegre es tu presencia,
Señor resucitado,
cuando la fe te encuentra
porque te fue buscando!

La fe es la Magdalena
que te busca entre llantos.

Mi aleluya hoy se eleva
y vuela de mis labios,
tejiendo con sus vuelos
tapiz de alegres salmos.
Tu paz y tu alegría
-Señor resucitado-
ponen alas y ritmo 
a mi fe y a mi canto.»

–JL Mtez González

– Sin haberlo visto, lo aman, y sin contemplarlo todavía, creen en él, y se alegran con gozo indecible y radiante, alcanzando así la meta de su fe: la salvación personal. (san Pedro c.1)

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Me hablaron de una oda ‘A la Ascensión’, un poema de Fray Luis de León. Recordarán que este fraile fue preso de la Inquisición española por traducir al castellano el libro de amor de la Biblia «El Cantar de los cantares».

Vean los versos de Fray Luis tan cargados de nostalgia e incertidumbre, de cariño e interrogantes, por la ausencia de Jesús a los ojos de sus amados discípulos:

¿Y dejas, Pastor santo,
tu grey en este valle hondo, escuro,
con soledad y llanto,
y tú, rompiendo el puro
aire, te vas al inmortal seguro?

Los antes bienhadados
y los agora tristes y afligidos,
¡a tus pechos criados,
de Ti desposeídos,
¿a dó convertirán ya sus sentidos?

¿Qué mirarán los ojos
que vieron de tu rostro la hermosura,
que no les sea enojos?
Quien oyó tu dulzura
¿qué no tendrá por sordo y desventura?

Aqueste mar turbado
¿quién le pondrá ya freno? ¿Quién concierto
al viento fiero, airado?
Estando tú encubierto,
¿qué norte guiará la nave al puerto?

¡Ay!, nube envidiosa
aun deste breve gozo, ¿qué te aquejas?
¿Dó vuelas presurosa?
¡Cuán rica tú te alejas!
¡Cuán pobres y cuán ciegos, ay, nos dejas!

El ciego del camino, quiero verte

vela_india-bl«El ciego Bartimeo sentado al borde del camino pedía limosna. Al oír que pasaba Jesús Nazareno, empezó a gritar:
– Hijo de David, ten compasión de mí.
Jesús le dijo:
– ¿Qué quieres que haga por ti?
El ciego le contestó:
– Maestro, que pueda ver.
Al momento recobró la vista y lo seguía por el camino»,
s Marcos c.10.

En su vida siempre fue de noche. Bartimeo oyó hablar de Jesús, pero no conoce su rostro, no podrá seguirlo. La mejor oración, humilde e insistente: ¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!

Muchos en el evangelio confesaron su necesidad y su ceguera, soñaron con un nuevo día: ver, conocer, ser amigo y seguidor de Jesús de Nazaret. Será la fe del evangelio, ‘Quiero verte, Señor’.

El ciego del camino dejó su lugar y su manto, irá junto a Jesús para conocer su vida y su palabra, su compasión. Será otro Jesús, en otros lugares y gentes, irá donde Jesús no pasó, ‘para consolar a los abatidos, abrir los ojos de los ciegos y liberar a los encarcelados’.

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Muchos recordarán la liturgia Bautismal y de la Pascua:

  • Él nos libró de nuestra ceguera, nos devolvió la confianza y nos puso en camino. Lo cuentan de aquel mendigo ciego que oyó pasar a Jesús, y al oír que le hablaba, enloqueció de alegría, pareció olvidar su ceguera, y puso ya todo su empeño en sólo amar y seguir al Nazareno.

EL CIEGO DEL CAMINO

Seguir tus huellas
como ciego curado en el camino
sin manto ni sandalias
cantando por valles y colinas,
sin monedas ni pan ni vino
solo contigo
al calor de tu figura amiga
que sientes y adivinas.

¿Cómo resumir esta experiencia de fe y de seguimiento?

  • Los enfermos y abandonados buscando cobijo se acercaron a él, será una fiesta imborrable. La huella del primer encuentro nos acompañará en la búsqueda. El amor primero fue todo. ¿Qué es la fe sino vivir enamorada de esa primera llama encendida y de su rescoldo nunca del todo apagado?

 Cfr. Nuestra entrada «María Magdalena -10»

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+ JESÚS, que devolviste la vista a los ciegos, danos tu ayuda para abandonar el pecado. / Que los que viven en la incertidumbre o la indecisión encuentren claridad, firmes en la fe. / Que la Iglesia sea luz para los desorientados, misericordia si necesitan tu perdón. / Que los pobres sean evangelizados y quienes necesitan ayuda encuentren.

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La espera / vivir despiertos

«Jesús dijo a sus discípulos: un hombre partió de viaje y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando que velaran. No saben cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, a medianoche o al amanecer, no sea que si llegara de pronto los encuentre dormidos. ¡Estén en vela!»

Recibí de mi amigo Daniel una invitación a estar en vela. Peligro de dormirse, creyentes e  Iglesias, tomando el camino fácil, dejando de buscar el Reino de Dios y su justicia.

Los evangelios se escribieron cuarenta años después de los sucesos de Jesús de Nazaret. Que los cristianos no olviden a su Maestro, perdidos en la indiferencia y el materialismo que los rodea.  Me pregunté:

– ¿Vivimos despiertos siguiendo el llamado de Jesús de Nazaret?
– ¿No se apagó nuestra fe entre el agnosticismo y la mediocridad?
– ¿Podremos recuperar el rostro vivo de Jesús que atrae e interpela?
– ¡Cómo hablar de Cristo, si su persona no nos enamora ni trasforma!

Testimonios que ayudarán a no olvidar:

:: El apóstol san Pedro, que lo negó tres veces, hizo al fin esta presentación de la persona de Cristo, de su identidad personal y de sus metas:

«Les hablaré de Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó su vida haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.»

:: Un tiempo después de la Pascua, Nicodemo suplicó:

«Que por tu gracia, el nombre y el rostro de nuestro amado Jesucristo queden imborrables en nuestra mente, que sus palabras y estilo permanezcan por siempre impresos en el corazón. Que nuestra fe en Él sea amistad, que no olvidemos su vida y su muerte por nosotros.»

:: En esa larga espera, la Magdalena enamorada pudo cantar así:

NO TARDES MÁS

Ven ya nuestro señor,
mira mi corazón que abierto espera
vacío sin ti viviendo en sombras,
mira no me canse de esperar
que tan larga espera enferma,
no se borre tu imagen y figura
no tardes más enamorado,
ven ya nuestro señor.

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– san Marcos c.13 | Hechos c.10.

Más poesías si gustan en «No tardes más», eBook, pdf.

Cardenal Martini, aire nuevo

«La edad y la enfermedad me envían una clara señal de que es hora de apartarse de las cosas de la Tierra para prepararme a la próxima llegada del Reino. Que el mismo Jesús pueda dar respuesta a sus interrogantes más profundos.»

velas_litPor estas fechas de santos y difuntos, hoy en recuerdo del cardenal Carlo Maria Martini, muerto el pasado 31 de agosto a los 85 años. Él simbolizó para millones de católicos la esperanza en una Iglesia más abierta, más solidaria, más fiel al Evangelio, un aire nuevo.

Los que conocieron y trataron últimamente al Cardenal cuentan que traslucía una serenidad que sólo da el convencimiento de saberse siempre en manos de Dios. Descanse en paz.

Estas que pongo aquí serán parte de sus últimas palabras publicadas sobre la religión de nuestro tiempo, siempre en búsqueda de algo distinto, más cálido y convincente.

«A propósito de la imagen de las brasas que se esconden debajo de la ceniza, veo en la Iglesia de hoy tanta ceniza sobre las brasas que a menudo me invade una sensación de impotencia. ¿Cómo liberar la brasa de la ceniza para que pueda reavivar la llama del amor? Ante todo tenemos que buscar esas brasas. ¿Dónde están esas personas llenas de generosidad como el buen samaritano? ¿O que tienen tanta fe como el centurión romano? ¿Que son entusiastas y valientes como Juan Bautista? ¿O que se atreven con la novedad como San Pablo? ¿Que son fieles hasta el final como María Magdalena? Hombres y mujeres de nuestro tiempo que estén cerca de los pobres y rodeados de jóvenes, que experimenten cosas nuevas. Necesitamos confrontarnos con personas que queman para que el espíritu pueda difundirse por todas partes.»

* En ‘Corriere della Sera’, 01/09/2012.
* Ver también ‘Preguntas a Dios‘.

Historia de una flor, a la Magdalena

# Cuentan que María Magdalena fue la primera en reconocer a Jesús resucitado en el huerto junto al sepulcro, la primera en hablarle y contarlo luego a los demás discípulos, también a Nicodemo.

Muchas flores de aquel jardín fueron testigos del acontecimiento, como el rocío mañanero y la brisa suave, en ese bendito ‘día primero de la semana’.

– La delicada “Historia de una flor” que traigo al blog ‘nicodemo’ y dedico a la Magdalena, es un lindo relato que escribió mi amiga Dened Casañas, su experiencia de amistad y felicidad, testigo de tanta luz y belleza.

Fra Angelico, Noli me tangere, 1441

«Apenas nacía el alba cuando ella ya estaba allí. Yo disfrutaba de ese baño fresco de rocío que la noche bondadosamente me había regalado. La joven lloraba desconsoladamente, sólo de vez en cuando levantaba la mirada hacia el sepulcro vacío. Sentí pena por ella, mas no podía ayudarla, a fin de cuentas yo soy tan solo una flor en este huerto y nada entiendo de los conflictos humanos. Era tanta su aflicción que ni siquiera se percató de mi presencia. Mi corazón de flor me decía que esta no era una mañana cualquiera y no sé por qué pero ese presentimiento me hacía extrañamente feliz.

«No sé cuánto tiempo había pasado cuando de pronto apareció Él. Yo no lo conocía, pero recuerdo que una brisa me había traído un día noticias de un tal Jesús de Nazaret y en ese instante tuve la certeza de tenerle delante, como nunca imaginé que lo tendría. La joven continuaba allí, cuando se percató de su llegada lo confundió con mi jardinero, entonces muy turbada le preguntó: Señor, si tú te lo has llevado dime dónde lo has puesto. El la miró con la misma ternura con que lo hace el jardinero en la mañana cuando descubre que ha nacido una nueva flor; mas aun conociéndonos a cada una, a ninguna ha llamado nunca por su nombre ¡María! A ella se le encendió la mirada y también el corazón; prendida entonces de su cuello lo llamó ¡Señor!

mifl_magda«Por un momento soñé que realizara en mí algún milagro, que me tornara más bella quizás, pero recordé que una vez él dijo que ni el mismo Salomón en todo su esplendor se vistió como una de nosotras.

«Es corta la vida de una flor, por eso antes de perder el último de mis pétalos decidí contarles mi historia. Muchos ya la conocerán, mas no estuvieron allí para ver el sepulcro vacío, el llanto de la Magdalena. Nadie estuvo para sentir el aroma de la hierba mojada, la brisa que acarició el cuerpo del Señor resucitado; tampoco para escuchar la música de sus palabras. Por eso creo que Él me ha concedido un milagro, el milagro de vivir y morir junto a su sepulcro vacío».

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Compartir esta historia en el blog fue para mí una satisfacción, por la vida plena y el discípulo fiel, por tantas personas buenas que iluminaron con su fe sencilla y alegre muchos rincones oscuros de nuestra tierra, como en aquella maravillosa ‘primera mañana’.

Es corta la vida de una flor… Pasaron los años y Dened Casañas falleció meses atrás (+2017) en su querida Cuba, sin duda rodeada de sus muchos amigos y su familia. Entregó agradecida su último pétalo al Señor. Descanse en Paz, a la espera de la resurrección.

Así escribieron sus amigos: «A pesar de la tristeza que sentimos por su muerte, tenemos la certeza por su testimonio tangible de Dios, ella hoy nos acompaña desde el cielo, donde algún día nos volveremos a encontrar y a revivir nuestra amistad». (Vidacristianaencuba.com -2018/03)

En homenaje suyo pasado ya un tiempo, traeré de otro lugar en el blog unos versos de Dened, viéndose a sí misma orante y amante, junto a la Cruz del Señor Jesucristo.

«Hoy quiero ser la cruz que abraza tu cuerpo
o abrazada por ti llegar a ser trono de salvación.
Hoy quiero ser la gota de sangre que de tu costado sale
y mañana ser el vino que a todos alimente en la comunión.
Hoy quiero ser el agua que brota de tu costado
y dar de beber a todo el que tenga sed de ti.
Hoy quiero ser el suspiro en la cruz
para mañana ser tu primera palabra.
Hoy quiero ser el perfume que embalsame tu cuerpo,
para ser la fragancia que despierte contigo
el día de la resurrección.»

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(Verán aquí el ÍNDICE de los relatos y temas de nuestro eBook «María Magdalena y Jesús de Nazaret», pdf.)

Mª Magdalena / Índice

Vean el resumen de capítulos y títulos de los 19 relatos que componen «María Magdalena y Jesús de Nazaret. Recuerdos y confesiones».

– Relatos y leyendas que la Magdalena desea contarnos. Una mujer ya muy anciana que pide tomar la palabra. Las historias con las imágenes nos acercarán a aquellos personajes tan excepcionales.

El índice facilitará la mirada de conjunto y la búsqueda de temas y capítulos. Fueron publicados en ‘nicodemoblog’ a lo largo de los últimos meses:

I – FRESCOS RECUERDOS

1 . ¿Quién es Jesús?
2 . Jóvenes discípulos
3 . Mi alma en sombras
4 . Frescos recuerdos
5 . Cansado y sediento
6 . Él vive y reina

II – EN CASA DE LEVÍ

7 . Mi fe inmadura
8 . Esperando su regreso
9 . Crecí en Magdala
10 . Rescoldo encendido
11 . La luz del profeta
12 . Nuevos seguidores
13 . En casa de Leví

III – CERCA DEL CRUCIFICADO

14 . Un amor nuevo
15 . Una mañana de sol en Galilea
16 . Me miró sonriente
17 . Cerca del crucificado
18 . Entre la luz y las sombras
19 . ¿Dónde está Jesús?

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* Imagen: Verónica, Via crucis, M. Rupnik. En el evangelio apócrifo de Nicodemo, Verónica será la hemorroísa que secó el rostro de Cristo camino del Calvario.

Aquí verán eBook en pdf, «María Magdalena y Jesús de Nazaret».

¿Quién fue Jesús de Nazaret?

. . Él es la piedra viva donde se asienta el mundo,
la imagen que lo ordena, su impulso más profundo
hacia la nueva creación.

. . Por él, en cuya sangre se lavan los pecados,
estamos a tus ojos recién resucitados
y plenos en su plenitud.

La crisis de Dios, de las religiones e Iglesias, no logró acallar el interés de muchos por la figura de JESÚS, el fundador del cristianismo.

Nacido en Nazaret, pequeña aldea de la Baja Galilea, para unos fue un ‘campesino judío’ o un un ‘judío marginal’. Dos mil años después de su nacimiento, la gente preguntará todavía por la identidad del Nazareno a quien siguen más de dos mil millones de personas.

Estas preguntas de Jesús a los discípulos continúan hoy abiertas… «Según el parecer de la gente ¿quién soy yo? Y ustedes ¿quién dicen que soy?»

De él hablarán con respeto cristianos y creyentes de otras religiones, también no creyentes, incluso enemigos del cristianismo, como Nietzsche, en su aprecio por Jesús lo llamará ‘El buen mensajero’.

Resumiré aquí algunos rasgos inspirados en el libro de José A. Pagola «Jesús. Aproximación histórica»:

1 . Jesús MAESTRO de vida, distanciado de los expertos de la ley y la jerarquía sacerdotal del Templo. Cuestionó la religión convencional: Cuando oren no sean como los hipócritas, oran para que la gente los vea.

2 . Jesús un SABIO que enseña con autoridad, por su testimonio de vida, no absolutiza la tradición y con frecuencia la corrige: Señor, ¿a quién iremos? solo tú tienes palabras de vida eterna.

3 . Predica el REINO de DIOS, un proyecto de justicia y compasión para los excluidos del sistema político y religioso: Bienaventurados los pobres, el reino de Dios les pertenece.

4 . Creó un movimiento IGUALITARIO de hombres y mujeres en una sociedad patriarcal. La Magdalena tuvo su lugar en el grupo: Vengan a mí si están cansados y agobiados, yo los aliviaré.

5 . Su actividad resultó CONFLICTIVA. Las autoridades religiosas lo condenaron por denunciar el sistema y solidarizarse con publicanos y pecadores: He venido para anunciar la buena noticia a los pobres, la libertad a los presos.

6 . Tras un primer desconcierto, los discípulos proclamarán: el Crucificado vive, Dios le dio la razón y resucitó. Jesús es el Señor. Tras su muerte se abrirá un camino a la ESPERANZA: Yo soy el camino, la verdad y la vida. No teman, yo vencí al mundo.
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* Imagen: Cristo Señor bendiciendo, mosaico bizantino, siglo xiii, Santa Sofía, Estambul. El Rostro de Cristo, Maestro y Señor, expresa sabiduría y bondad.

IHS, anagrama del nombre de Jesús, las primeras letras griegas del nombre que significa ‘Dios es salvación’.

Verán en comentario un texto de san Antonio de Padua presentando a Jesús e invitando al seguimiento.

Unos sentidos versos que dedicó a Jesucristo el que fue obispo de Brasil y valiente profeta don Pedro Casaldáliga (+2020):

«Mi fuerza y mi fracaso, eres tú.
Mi herencia y pobreza, eres tú.
Tú, mi justicia, Jesús,
mi guerra y mi paz,
mi libre libertad.
Mi muerte y mi vida, tú.
Palabras de mis gritos,
silencio de mi espera,
testigo de mi sueños,
cruz de mi cruz, tú.
Perdón de mis pecados,
juez de mi pobre llanto,
razón de mi esperanza,
mi tierra prometida,
tú, Jesús.»

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Podrán leer más sobre Jesucristo en la colección de entradas «El Rostro de Cristo», y en «Jesucristo», eBook, pdf.

– Aquí varios eBook de nicodemoblog con sus enlaces que podrán descargar: EBOOKS_LINKS.

Mª Magdalena -19 / ¿Dónde está Jesús?

Final de «MARIA MAGDALENA». Esta colección de relatos termina aquí, con la pregunta que se hacen los discípulos sobre el paradero final del Maestro de Nazaret, ‘¿Dónde está Jesús?’. Ellos, que viven aún entre la luz y las sombras, quieren expresar así su propia incredulidad e incomprensión, pero también la gran afición que tomaron a su persona y al significado de su mensaje.

La continuidad de las propuestas de Jesús estará asegurada por la fidelidad y las obras de sus seguidores más que por sus palabras; su misma vida será luz encendida para siempre, «Noche no habrá más, ni necesitarán luz de lámpara ni del sol, el señor Dios los alumbrará y reinarán por los siglos de los siglos».

“MARIA MAGDALENA”

19.- ¿DÓNDE ESTÁ JESÚS?

+ Los discípulos mayores regresaron con prisa a la ciudad, y todos los demás tras ellos, por grupos y sin hablar apenas nada. Algunos comentaron que, aun temiendo por sus vidas, debían viajar al anochecer del día siguiente a Jerusalen. Otros marcharon de aquel lugar separándose del grupo por el momento. Nuevas dudas y temores reaparecieron en muchos, preguntando con inquietud:

– ¿Dónde está Jesús? ¿Cuándo volverá?
– ¿A dónde iremos? ¿Lo volveremos a ver?
– ¿Qué diremos si nos preguntan por el cuerpo?

+ Vivíamos entre la nueva luz y las viejas sombras, en ese crepúsculo de incertidumbres que pronto tocará a su fin. En verdad los que presenciamos la crueldad de lo ocurrido con Jesús pocas semanas antes, quisimos olvidar pero no fue posible. Yo sentí que mi alma entera temblaba todavía al recordar, cuando lo veía así doliente aún y ensangrentado.

Días después lo vimos de nuevo en Galilea, oímos su voz y comimos con él, y nos pareció soñar. Sólo el silencio pudo guardar el secreto de este misterio divino, escondido en nuestros pobres corazones, tan difícil de entender y de creer. Comentaron que debíamos dar a conocer esta buena noticia, pero la verdad es que no supimos qué hacer ni qué decir.

+ El primer día de la semana siguiente a su partida nos reunimos en una aldea próxima a Caná, en la casa de unos amigos del maestro Jesús. Todos supimos que allí nos esperaba nuestro Señor, que debíamos ir sin que nadie nos llamara. Pedro y Juan nos hablaron de su último encuentro y conversación con Jesús Galileo, confesaron su fe en él con mucha seguridad y nos animaron a seguir.

Repartimos el pan como Jesús nos había enseñado. Ese día yo misma preparé de madrugada en la hoguera los panes que Pedro bendijo y repartió entre todos. Lo mismo hicimos con el vino y los peces que otros discípulos pusieron sobre la mesa: «Tomen, coman, es mi cuerpo entregado por ustedes».

Eran sus propias palabras. En el momento del recuerdo hicimos como si nada hubiera cambiado, sabiendo bien que ya todo será diferente. Cantamos y danzamos largo rato mirando hacia el horizonte y con los ojos humedecidos, abrazados unos a otros en silencio, creyendo adivinar lo que cada uno escuchó en su interior.

Yo soy pan de vida
tu vida entera
pan para el desierto
vida verdadera.
Pan que resucita
pan del cielo
en la vida en la muerte
yo soy tu pan de vida.

Vivimos en aquellos momentos varias bienaventuranzas a la vez y nuestra dicha fue completa. Nuestras dudas y preguntas enmudecieron por unos instantes.

– Qué bien estamos aquí.
– Quédate con nosotros, Señor.

+ Hicimos esto mismo las semanas siguientes mientras nos fue posible, hasta que llegó el acoso a que nos sometieron las autoridades religiosas. En estos encuentros celebramos la paz y la luz que nuestro Señor Jesús Galileo nos comunicó, también recordamos su misma vida y su mensaje. La memoria y la comunión nos animaron a continuar el camino y a vislumbrar un mundo diferente que él llamó Reino de Dios.

Esos primeros tiempos sentimos en nuestras reuniones la felicidad de la nueva vida y que las viejas sombras de la muerte y del mal permanecerían, porque vivimos todavía un tiempo mezcla de dicha y tristeza, de luz y de sombras, de vida y de muerte.

– No teman, yo vencí a este mundo falto de amor, de muerte y violencia.
– El dolor y la muerte están derrotados para siempre, no pasen miedo.
– Créanme, yo soy Señor de vivos y muertos, ahora y por la eternidad.

+ Sentí desde entonces como un hermanamiento extraño entre felicidad, amor y sufrimiento, como si en eso mismo consistiera la vida recién entregada, así por el tiempo y los años en adelante hasta que él vuelva.

Contentos cuando los acosen
expulsados y despreciados por mi causa,
felices cuando crean y esperen
vencida toda tristeza, toda derrota,
descansen en la casa del reino en sus estancias,
gusten mi abrazo amigo abrazo del Padre.

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* Imagen: Rembrandt H., La Cena de Emaús, 1648. Unos discípulos regresan a su casa de Emaús muy decepcionados por los acontecimientos. Reunidos en la mesa con el compañero de camino, creen reconocer a Jesús resucitado cuando partió el pan al anochecer y ellos lo tomaron. Los rostros, la mesa, el pan, la habitación, todo quedó transfigurado por su repentina presencia. Cf. Evangelio de san Lucas c,24.

-Verán aquí el ÍNDICE de capítulos y enlaces.