Salud a todos. Participando en un encuentro de educadores y familias, algunos fueron leyendo textos y poemas. Yo conservé para mí esta historia del arbolito feliz que muchos conocerán.
Fue felicitación por la tarea generosa de padres y madres, también de maestras/os, por el quehacer diario con sus niños y niñas que crecen y vuelan sin cesar.
El cuentecito nos llenó de emoción y calor por las muchas horas pasadas juntos, queriendo ayudar, corregir y acompañar la vida de nuestros pequeños.
«Había una vez un arbolito feliz. Entre sus ramas había pichones traviesos que jugaban y piaban todo el día. El árbol conocía muy bien a todos y los quería tanto. Un día, entre saltitos, los pichones subieron la rama más alta del árbol y vieron un azul hermoso y un bosque lleno de otros árboles que no conocían. Notaron que sus alitas habían crecido lo suficiente como para intentar volar. Un aleteo y otro más, y por fin el cielo no pareció tan lejano. Uno a uno, los pichones se fueron volando. El árbol los miró partir con orgullo, porque entre sus ramas los cuidó durante mucho tiempo. Esa noche el árbol quedó solo y vacío. A la mañana siguiente, no solo el rocío mojaba sus hojas, nadie se dio cuenta que había llorado.»
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A propósito recordaré esta conocida melodía «You’ll never walk alone» (Gerry & The Pacemakers). La importancia de la amistad y la colaboración en tiempos difíciles para seguir adelante, como en tiempo de la pandemia.
When you walk through a storm
Hold your head up high
And don’t be afraid of the dark
At the end of the storm
There’s a golden sky
And the sweet silver song of a lark …
Walk on, walk on
With hope in your heart
And you’ll never walk alone.
Cuando camines a través de la tormenta
mantén tu cabeza bien alta
y no estés asustado de la oscuridad.
Al final de la tormenta
hay un cielo dorado
y el dulce cantar plateado de la alondra …
Sigue caminando, sigue caminando
con esperanza en tu corazón,
y (así) nunca caminarás solo.
Nunca caminarás solo.
Sigue caminando a través del viento
sigue caminando a través de la lluvia
aunque tus sueños sean sacudidos y rotos, Nunca caminarás solo.