# Del mundo interior de las personas,, recordé las opiniones de un experto. Me llamó la atención la expresión ‘vivir desde dentro’ como contrapuesta a ‘vivir hacia fuera’.
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– Las prisas dificultaron la relación honda entre nosotros.
– Me gusta que se me escuche, apreciada en lo que soy.
– La superficialidad es oscura, la hondura es luminosa.
# ‘Vivir hacia fuera’ te llevó a desoír las llamadas que reclamaron tu atención. La pausa y el silencio interior serán necesarias para saborear la vida, para hablar y escuchar al otro, también al Dios amigo.
“Vivimos casi siempre en la corteza de la vida. Se nos olvidó saborear la vida desde dentro. Por ser humana a nuestra vida le falta una dimensión esencial, la interioridad” (J.A. Pagola).
# Con un ritmo de vida apresurado, agobiante, para cuándo el respirar, pensar, contemplar, Buscaré ‘espacios verdes’ donde el alma se serene, recobre la calma y calidad de vida.
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– Esquivar las cuestiones del niño o las palabras del anciano, desatender la súplica del extranjero o la mirada del enfermo, será cruel y dañino para tu alma, tu interioridad se cuarteará.
# La apacible lectura, la melodía y los versos amables, la plegaria en silencio, ayudarán a vivir desde dentro y en paz. Así por ejemplo Fray Luis de León cantó la armonía interior por la belleza contemplada, como en estos conocidos versos de su ‘Oda a Francisco Salinas’:
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El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
Salinas, cuando suena
la música estremada,
por vuestra sabia mano gobernada.
A cuyo son divino
el alma, que en olvido está sumida,
torna a cobrar el tino
y memoria perdida,
de su origen primera esclarecida.
También en el salmo de la Biblia conocido como ‘De profundis’ que valoró la hondura de la súplica y la paz del que confía:
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Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
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(1) Imagen: Paisaje Bolivia. Foto: Marcel Marceau, Getty Images.
(2) En comentario, interesante aporte sobre la ‘oración interior’, don del Espíritu Santo, por la humildad, el silencio y la escucha.
(3) La fe creyente ayuda a vivir la vida con alegría y esperanza. Vean en comentario este soneto sencillo, muy personal, de Felix Mansilla.
(4) Vean también el «Decálogo de la felicidad», del Papa Francisco, su invitación a la interioridad y la paz sostenidas.
