La interioridad, vivir desde dentro

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# Del mundo interior de las personas,, recordé las opiniones de un experto. Me llamó la atención la expresión ‘vivir desde dentro’ como contrapuesta a ‘vivir hacia fuera’.

    – Las prisas dificultaron la relación honda entre nosotros.
    – Me gusta que se me escuche, apreciada en lo que soy.
    – La superficialidad es oscura, la hondura es luminosa.

# ‘Vivir hacia fuera’ te llevó a desoír las llamadas que reclamaron tu atención. La pausa y el silencio interior serán necesarias para saborear la vida, para hablar y escuchar al otro, también al Dios amigo.

ch_marcelmarceau “Vivimos casi siempre en la corteza de la vida. Se nos olvidó saborear la vida desde dentro. Por ser humana a nuestra vida le falta una dimensión esencial, la interioridad” (J.A. Pagola).

# Con un ritmo de vida apresurado, agobiante, para cuándo el respirar, pensar, contemplar, Buscaré ‘espacios verdes’ donde el alma se serene, recobre la calma y calidad de vida.

    – Esquivar las cuestiones del niño o las palabras del anciano, desatender la súplica del extranjero o la mirada del enfermo, será cruel y dañino para tu alma, tu interioridad se cuarteará.

# La apacible lectura, la melodía y los versos amables, la plegaria en silencio, ayudarán a vivir desde dentro y en paz. Así por ejemplo Fray Luis de León cantó la armonía interior por la belleza contemplada, como en estos conocidos versos de su ‘Oda a Francisco Salinas’:

    El aire se serena
    y viste de hermosura y luz no usada,

    Salinas, cuando suena
    la música estremada,
    por vuestra sabia mano gobernada.

    A cuyo son divino
    el alma, que en olvido está sumida,
    torna a cobrar el tino
    y memoria perdida,
    de su origen primera esclarecida.

También en el salmo de la Biblia conocido como ‘De profundis’ que valoró la hondura de la súplica y la paz del que confía:

    Desde lo hondo a ti grito, Señor;
    Señor, escucha mi voz;
    estén tus oídos atentos
    a la voz de mi súplica.

    Mi alma espera en el Señor,
    espera en su palabra;
    mi alma aguarda al Señor,
    más que el centinela la aurora.

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(1) Imagen: Paisaje Bolivia. Foto: Marcel Marceau, Getty Images.

(2) En comentario, interesante aporte sobre la ‘oración interior’, don del Espíritu Santo, por la humildad, el silencio y la escucha.

(3) La fe creyente ayuda a vivir la vida con alegría y esperanza. Vean en comentario este soneto sencillo, muy personal, de Felix Mansilla.

(4) Vean también el «Decálogo de la felicidad», del Papa Francisco, su invitación a la interioridad y la paz sostenidas.