Ana Maria Matute, Premio Cervantes

«El que no inventa, no vive”. Es el desafío que nos lanzó Ana Mª Matute al recibir su Premio Cervantes 2010, en la Universidad Alcalá de Henares. Amistad y felicitación desde el blog ‘nicodemo’

¿Qué nos quiso decir? El arte y la literatura son creación, novedad, por eso mismo invención.

En su Discurso presentó una apología de la fantasía, invitando a salir del sopor de lo rutinario, a librarnos de la pesadez de lo real y lo posible, elevándonos al reino de los sueños y de lo inmaterial. Así vió ella misma al Quijote del Cervantes que ahora le premia:

    «Erase una vez un hombre bueno, solitario, triste y soñador: creía en el honor y la valentía, e inventaba la vida».

Su pensamiento en ese día fue confidencial y el vuelo semejante al del apóstol amado:

    «San Juan dijo: ‘el que no ama está muerto’, y yo me atrevo a decir: ‘el que no inventa, no vive'».

El modo suyo de ver la creación literaria lo había explicado años atrás, “En el bosque” (1998), cuando ingresó en la Real Academia Española:

    «Desearía hacer un elogio y una defensa de la fantasía y la imaginación en la literatura, y que opongo a la aridez de la actitud que se niega a ver la dimensión espiritual de lo material.»

Ana María Matute entiende la poesía, creación e invención por excelencia, como alma que habita escondida en el interior de la creación artística:

    “La poesía es la esencia misma de la literatura. Quizá el lenguaje poético sea el más próximo a mi concepción personal de la escritura: el uso de la palabra para perseguir y desentrañar el envés del lenguaje.”

* Aquí su «Discurso en la entrega del Premio Cervantes»

El Rostro de Dios

Lit_juevessto-B

¿CÓMO DESCUBRIR EL ROSTRO DE DIOS?

Hoy es Jueves Santo. Encontré en este bello texto explicando lo que pudo pensar Jesús de Nazaret antes de subir a la cruz:

    – Busqué toda mi vida el Rostro de mi Padre. Lo encontré en la sonrisa de los niños, en los humillados y sencillos del reino.
    – Cumpliendo su voluntad, entendí que yo era el Rostro del Padre, quien me mirara con ojos limpios se encontraría con Él.
    – Ahora mi Pan partido y entregado, mi Rostro desfigurado, descubrirán en él el Rostro bondadoso de mi Padre.

Yo responderé:

. . Sí, Maestro, yo te descubriré en el abatido y en el enfermo, y yo quisiera ser tu rostro y tu palabra para mis hermanos;
. . así, cuando estén afinadas todas las cuerdas de mi vida, Maestro mío, cada vez que tú las toques cantarán tu Amor infinito.

__

«Encontrarme contigo» – Satelite – México. Melodía llena de afecto y buenos deseos.

«Encontrarme contigo
Fiel amigo; sentir la pasión de tu corazón
Y darte el honor; postrado a tus pies;
Con alma derramada ante tu mirada;
Tu Rostro señor encontrarlo en mí;
Escuchar tus palabras hablando a mi alma.»

A Cristo Crucificado ~ soneto

Para estos días ya próximos de Semana Santa, verán el «Soneto a Cristo crucificado», poesía religiosa española siglo xvi de autor desconocido; tal vez formara parte de «Rimas sacras» de Lope de Vega.

Autor y lector rezan así una sentida oración mirando a Cristo delante y puesto en cruz, conmovidos ante tanto dolor y confesando su admiración, preguntándose cómo corresponder, qué hacer a cambio de tanto amor.

Así sucederá estos días cuando el trono que lleva a Cristo al Calvario detenga en nuestras calles su paso y su mirada.

    «No me mueve, mi Dios, para quererte
    el cielo que me tienes prometido,
    ni me mueve el infierno tan temido
    para dejar por eso de ofenderte.

    Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
    clavado en una cruz y escarnecido,
    muéveme ver tu cuerpo tan herido,
    muévenme tus afrentas y tu muerte.

    Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
    que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
    y aunque no hubiera infierno, te temiera.

    No me tienes que dar porque te quiera,
    pues aunque lo que espero no esperara,
    lo mismo que te quiero te quisiera»

___

* Imagen: «Crucifixión», Fra Angélico, fragmento. El rostro de Cristo que mira apenado y complacido a quienes permanecen fieles al pie de la cruz.

«Soneto a Cristo crucificado», por Ximena Gray.
.