“En el contexto mundial que vivimos, con una profunda crisis y crecientes desigualdades sociales, deberíamos apelar más a la unión. La música es uno de los lenguajes más unificadores que nos quedan.”

Estas palabras servían de presentación a Madeleine Peyroux (USA, 1973) para su nuevo disco ‘The blue room’. Mucha gente se preguntará si ella misma es tan triste como en su cancionero: clásicos del jazz, el blues y géneros afines.

“Me gusta la tragedia por la catarsis que supone escuchar una historia con un final triste. Ver a un héroe caer, y aun así permanecer en pie. Pensar que esa persona podrías ser tú. Que puedes sobrevivir, que hay que estar agradecido por poder vivir otro día más.”

Su discurso lleno de silencios nos transmite una sabiduría propia de quien ha paseado despierto por el lado oscuro de la vida. La autora mostró su admiración por las palabras de investidura de Barack Obama, integrando elementos como los derechos de las mujeres, el matrimonio gay y la igualdad racial.

«La fe de Abraham Lincoln en una humanidad de hombres libres y conscientes, su fe acribillada en una nación mestiza y sin rencores, la cantó el poeta Whalt Whitman, ¡Venid! tú el negro, tú el rubio, tú el piel roja; marchemos todos a una, ¡vamos cantando!» (Gª de Cortázar).

Felicidades y suerte!

( Imagen: Partitura y guitarra, 1913, Pablo Picasso )