«SERÁN BAUTIZADOS CON ESPÍRITU SANTO»
Conversar con Jesús de Nazaret en noche cerrada fue para el discípulo Nicodemo como un amanecer, un verdadero bautismo de luz y de vida.
Nicodemo preguntó a Jesús:
– ¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? ¿Entrará en el seno de su madre y volverá a nacer?
– Si no naces de nuevo del agua y del Espíritu, no entrarás en el Reino de Dios.
– Serán bautizados con Espíritu Santo, una fuerza para ser mis testigos, en todas las naciones. (san Juan c.3)
Pasados ya muchos inviernos, Nicodemo rezó así a cada una de las tres divinas personas:
+ PADRE Creador y padre nuestro, te hablaré como Jesús, con toda confianza. Eres Padre de todos, creación de vida. Gracias por llamarme a la existencia y por mis padres ya contigo en el cielo. Gracias por la belleza de la creación. Tus hijos preferidos serán el enfermo, la infancia y ancianos abandonados. Amarte y servirte será fuente de libertad y de alegría. Que yo conozca tu voluntad y te agrade en todo.
+ HIJO del Padre, Jesús mi Señor, deseo ser discípulo tuyo todos los días de mi vida. Necesito progresar en tu conocimiento y tu amistad. Que tu corazón y tus sentimientos sean ya los míos. Maestro, que yo prefiera como tú encarnación y cruz, pobreza y humildad. Que mi mayor alegría y mejor alimento sea llevar adelante el Reino. Toma, Señor, y recibe mi afecto y mi libertad, no permitas que nunca me separe de ti.
+ ESPIRITU SANTO, Luz y aliento interior, necesito nacer de nuevo: configúrame con Cristo Jesús, cambia mi mente y mi corazón, ordena mi vida, hazme dócil a tus inspiraciones y valiente en el testimonio. Que yo camine en la verdad, y no caiga en la tentación del orgullo ni adulación. Dame amor confianza con vosotros, amor fraterno entre nosotros, amor compasión con el que sufre. Quiero ser instrumento de paz, trabajador de comunión y de consuelo. Amén.
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* Imagen: “Icono de la Trinidad», Andrei Rublev. Data del año c.1410, ahora en la Galería Tetriakov de Moscú. Representa la visita a Abraham de los tres ángeles al encinar de Mambré (Génesis c.18). La mesa del patriarca se vuelve altar que une a las personas sagradas: el ángel del centro Cristo, los que lo rodean, dibujando la forma de un cáliz, el Padre y el Espíritu Santo. Además de la Trinidad, recordará los dos discípulos de Emaús a la mesa con Jesús, reconocido al partir el pan (Lucas c.24). No tanto un icono para ver como espectador, sino para contemplar y entrar, reposando uno mismo en la vida trinitaria que reposará en nosotros.
-Podrán ver aquí en pdf una recopilación de oraciones de Nicodemo a Jesús resucitado «Orar con Nicodemo».
Para las personas interesadas, encontré esta explicación muy detallada de los símbolos y figuras del icono de la trinidad en la página web:
http://www.dominicos.org/manresa/castellano/temasdeespiritualidad-eliconostmatrinidad.htm
Saludos, que la disfruten.