Encontrar a Jesucristo

Con las fiestas ya pasadas recordarán el deseo continuo del Dios eterno de participar como uno más en nuestras jornadas de camino.

    – El Señor quiere compartir nuestra amistad, también nuestras desdichas, y colaborar a superarlas. Le satisface encontrarse con cada uno.

= Algunas personas creerán soñar, o vivir una ilusión, para otras buscar y encontrar a Jesucristo será la razón de su vida. «En verdad Él vive», fue el mensaje.

    – ¿Cómo no reconocerlo también hoy en mi vida, en la gente, en el emigrante o el enfermo?

En los Evangelios vemos personas que recobraron la vista y el sentido de vida tras haber conocido a Jesús de Nazaret: el ciego del camino, la Samaritana, el joven rico, Nicodemo o los de Emaús, se acercaron a Jesús y conversaron.

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La Samaritana buscó sin saber muy bien, y de repente alguien junto al pozo dijo:«Dame de beber». Una alegría grande y contagiosa llenó su corazón.

    Encontrarme contigo, Jesús de Nazaret,
    es la dicha más grande de mi vida.
    Bebiste de mi agua en tu sed,
    y saciaste mi sed con agua viva.

Sin olvidar a los primeros conocidos que encontraron al Señor todavía niño, llenándose de infinita alegría: María, José, los pastores y Magos de oriente, Simeón y Ana en Jerusalén.

= Recordaré el testimonio de un buen cristiano días antes de morir, viendo la imagen del Cristo junto a su cama, señaló: ‘Él fue quien salió a buscarme, me encontró y me llamó. Desde entonces ni él me ha dejado a mí ni yo a él’.

A partir de ahí entras en contacto con Él y crecerá en ti el deseo de conocerlo. El Espíritu de Dios te hablará al corazón explicando el sentido de todo, iluminando rincones oscuros.

Verán en comentario un texto de J.A. Pagola recordando la importancia del encuentro personal con Dios al modo de Jesús, será como encontrar un gran tesoro.

= A propósito del film «Noé», pusimos en el blog semanas atrás esta confesión del actor Russell Crowe: «Creo que Dios habita en el interior de cada uno de nosotros». Encontrar a Dios no debiera resultar tan difícil.

Así lo cantó el Salmo 139, actualizado:

    “Señor, tú me conoces y estás siempre conmigo, en mi interior. Todo mi ser está en tu mano, lo que siento y vivo por dentro te resulta familiar.
    . . Tú sabes mis dudas y conoces mi oscuridad, estás cerca e iluminas todo mi ser.
    . . Tú eres mi creador, soy tuyo, te adoro y doy gracias, tú me conoces y respetas, me acompañas y arropas.
    . . Tú estás presente en mis pensamientos y acciones, en lo más adentro de mí mismo estás tú, y nada habré de temer porque tú vas conmigo”.

Consideren pues estas palabras del Papa Francisco, buenas para estos días del año:

    «Invito a cada cristiano a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por él, de intentarlo cada día sin descanso.»

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Encontrarnos con Jesucristo también ahora nos cambia e ilumina. Escuchen si gustan esta melodía, llena de afecto y buenos deseos, ‘Encontrarme contigo’ del grupo evangélico Satelite, México, 2012.