Reconciliación, perdón, curación… Una ocasión para superar distancias y enfrentamientos. No por escapar del conflicto, sino para vencerlo en paz, sin herir, sin revolver en el pasado.
– Reconciliar será escuchar, comprender, olvidar, disculpar.
– Caminar para el encuentro, donde estar a gusto y sin recelos.
– No al camino de pedir cuentas, juicio, condena y venganza.
– El mandato de reconciliación marcó el Evangelio de Jesucristo.
«Si al presentar tu ofrenda recuerdas que tu hermano tiene queja de ti, deja la ofrenda ante el altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano y después vuelve a llevar tu ofrenda», s Mateo c.5.
¿Justicia humana? ¿Justicia divina? El Papa Francisco recordó: «La omnipotencia de Dios no es la de la fuerza, sino la del amor y del perdón». La justicia humana será superada al activar un amor que disculpa siempre, un juicio divino donde la compasión será la clave.
. . Yo no vine para juzgar y condenar, sino para salvar.
. . No juzguen, no condenen, y no serán condenados.
. . Amen a sus enemigos, rueguen por ellos.
. . Sean misericordiosos, como el Padre es misericordioso.
. . Si no perdonan de corazón, el Padre no los perdonará.
¿Cómo explicar la decisión divina de hacerse hombre? Al ver pueblos en guerra, tanto sufrimiento, un mundo necesitado de reparación, se dijeron: ‘Haremos redención, reconciliación’.
No vendrá buscando culpables, sino para abrir a todos la puerta. Pondrá amor si hubiera odio, dará vida donde vea muerte, misericordia donde encuentre rechazo, aceite y vino para curar nuestras heridas.
Para terminar verán unos versos del «Canto del siervo» de Isaías. Jesús de Nazaret se ofrecerá solidario y compasivo. como tantos que cargaron sobre sí el pecado y sufrimiento de otros.
«Despreciado por todos, hombre de dolores, ante quien se vuelve el rostro, no contaba ni hicimos caso de él… Nuestras dolencias y dolores le pesaron, lo creímos castigado y fue por nuestras faltas, por sus llagas fuimos sanados.»
___
-Imagen: MVC, Perú.
-Podrán retomar la experiencia del Pródigo en nuestra entrada «El hombre y Dios».