El miedo

Un apunte sobre amores y temores. Detrás de cualquier miedo importante dicen que estuvo siempre la muerte y también la soledad, la enfermedad, el miedo al abandono y fracaso, incluso el miedo a la libertad.

– Leí no hace mucho que nuestro corazón como un pozo pudo guardar fondos de amargura y rencor, de traición y de culpa que enturbiaron sus aguas. Desearíamos que algunas cosas no hubieran sucedido.

¿Cómo purificar el fondo del ser para que yo lo sienta limpio? ¿Cómo restaurar la propia vida? ¿Cómo reconciliarnos con nuestra historia? Será necesario desenmascarar las entrañas y oscuros recovecos de nuestros temores, engrandecidos a veces sin razón, en parte son irracionales.

– Cuando imaginas al otro como una amenaza para tu bienestar. O bien ante los extraños nos refugiamos en nuestra madriguera, desconfiamos.
– Nos dan inseguridad y temor los que piensan distinto o creen diferente. Error de principio, ocasión perdida para ampliar tal vez horizontes.

Alguno de estos miedos robaron nuestra paz, pues el miedo paraliza y encierra. Si procedo al modo egoísta no tendré verdadera felicidad; si comparto con amor lo que soy y tengo, tendré alegría y pasará el temor.

Pensamientos evangélicos para la confianza:

-No teman, yo vencí al mundo, el príncipe de tinieblas no podrá destruirlos.
-Solo teman a quienes pueden dañar el alma, su espíritu personal.
-Al irme les dejo mi paz, diferente al mundo. No se angustien ni teman.
-Yo estaré siempre con ustedes, hasta el final, son mis amigos.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.