IGNATIUS 500 | AÑO IGNACIANO
Celebrando los 500 años de la conversión, el cambio grande de san Ignacio, sus metas nuevas.
– El gran cambio de Loyola fue en compañía de otros jóvenes amigos, locos también por Cristo, juntos para andar ‘nuevos caminos’.
Con la ocasión nos recordaron las nuevas metas y preferencias que ofrecen hoy, deseando actualizar los caminos:
1 . Un camino para el encuentro con Jesucristo, en los Ejercicios espirituales y el discernimiento.
2 . Un camino junto a las personas con necesidad, en la hospitalidad y el cuidado de su dignidad: los menores, los migrantes.
3 . Caminar acompañando la juventud, por un futuro esperanzador, en un mundo reconciliado y en paz.
4 . Caminar juntos en el cuidado de la Casa común, en el respeto a la creación, en una vida justa y digna para todos.
* Imagen: San Ignacio caminando, W. McElcheran, Canadá.
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«Señor Jesús, te damos gracias por habernos llamado, y te rogamos no olvides tu promesa de estar con nosotros hasta el fin de los tiempos. Con frecuencia nos invade el sentimiento de haber trabajado en vano toda la noche olvidando quizá que tú estás con nosotros.»
–Adolfo de Nicolás SJ. Tokio +2020.
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Caminar tras las huellas de Cristo, en lo fácil y lo difícil. La oración medieval ‘Alma de Cristo‘ fue frecuente en Ignacio de Loyola, repetida en los Ejercicios espirituales, pidiendo a su rey y señor la gracia del seguimiento. Verán aquí cantado el texto latino, música de Marco Frisina. (Texto latino en comentario)
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
.. Pasión de Cristo, confórtame.
Oh buen Jesús, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
.. Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame,
y mándame ir a Ti,
para que con tus santos te alabe.
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* FELIZ NAVIDAD *
En los 500 años de la herida de s Ignacio
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Anima Christi, sanctifica me.
Corpus Christi, salva me.
Sanguis Christi, inebria me.
Aqua lateris Christi, lava me.
Passio Christi, conforta me.
O bone Iesu, exaudi me.
Intra tua vulnera absconde me.
Ne permittas me separari a te.
Ab hoste maligno defende me.
In hora mortis meae voca me.
Et iube me venire ad te,
ut cum Sanctis tuis laudem te,
in saecula saeculorum. Amen.
= La oración Anima Christi consiguió una renovada difusión gracias a san Ignacio de Loyola por haberla prescrito en algunas meditaciones de sus Ejercicios Espirituales. En ediciones impresas posteriores de los Ejercicios se añadió el texto del Anima Christi, con el fin de facilitar su recitación por parte de los ejercitantes, y esto llevó a la suposición popular de que fue compuesta por el santo. El Anima Christi se encontraba en libros de oración que utilizaba san Ignacio en su juventud.