-
«Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz» (san Lucas c.1)
Les presentaré un interesante texto del Papa Francisco de sus ‘Catequesis sobre la oración’. Se refiere al libro del Génesis c.25, el relato de la lucha de Jacob con Dios.
– Luchar con Dios como metáfora de la oración. Jacob presentó a Dios su fragilidad e impotencia, ya no es el dueño de la situación.
– Lo devuelve a su verdad de mortal que tiene miedo. Renacerá afectado, cojeando. Dios nos ama así, desarmados, vulnerables.
– Como el hijo pródigo que tras un largo camino, regresó desvalido, pobre, arrepentido, y el Padre lo abrazó.
-
«Todos nosotros tenemos una cita en la noche con Dios, en las muchas noches de nuestra vida. Momentos oscuros de errores y pecados, momentos de desorientación. Ahí hay una cita con Dios
. . Él siempre nos sorprenderá en el momento que no lo esperemos, que nos encontremos realmente solos. En la misma noche combatiendo contra lo desconocido, tomaremos conciencia de ser solo pobres hombres.
. . No deberemos temer porque en ese momento Dios nos dará un nombre nuevo con el sentido de toda nuestra vida, nos cambiará el corazón y dará la bendición reservada a quien se ha dejado cambiar por él.
. . Esta es una hermosa invitación a dejarnos cambiar por Dios. Él sabe cómo hacerlo porque conoce a cada uno. ‘Señor tú me conoces’ puede decirlo cada uno de nosotros, ‘Señor tú me conoces. Cámbiame.»
___
= Francisco. ‘Jacob y la victoria de la perseverancia’ – Catequesis sobre la oración – Junio 2020.
= Como si el padre Jorge Bergoglio, luego Papa Francisco, quisiera con esa imagen de la lucha de Jacob con Dios contarnos algo suyo, su combate espiritual, sucesos duros en su querida Argentina, que lo cambiaron y desarmaron, y lo hicieron como nacer de nuevo. Venció el amor. Su mensaje para nosotros:
«Queridos amigos, a veces podemos ser tentados de dejarnos llevar por la pereza o, peor aún, por el desaliento, sobre todo ante las fatigas y las pruebas de la vida. En estos casos, no nos desanimemos, invoquemos al Espíritu Santo, para que con el don de fortaleza dirija nuestro corazón y comunique nueva fuerza y entusiasmo a nuestra vida y a nuestro seguimiento de Jesús».
____
= Alabado seas mi Señor, porque es eterna tu misericordia. Toda criatura es cántico de amor. Benditos los que rezan en su tribulación.
.
__
