El sueño religioso, Saramago

Primeras impresiones a propósito del “Caín” de Saramago, o del “Ágora” de Amenábar. Es asombrosa la sabiduría de lo religioso que un ateo o un agnóstico puede llegar a poseer, sentenciando sobre todos los dioses y creyentes de ahora y de siempre.

– ¿Por qué su afición por lo religioso? ¿Puede parecer atrevido el adentrarse en temas tan complejos desde la distancia de increyente?
– Querrán cumplir esta misión: despertarnos del sueño religioso, liberar a la humanidad de esas quimeras y temores ancestrales.

A diferencia del intelectual, el artista representa un papel, o imagina una idea. Será un buen artista que dibuja y colorea el tema religioso a su gusto, con libertad, mas algo perdido en el fondo y los contornos, como nos ocurre en los sueños.

– Es lo que este blog quiso decir: no me creo que los creyentes sean tan necios como dicen los ateos ni que los ateos sean tan sabios como parecen. La historia y la experiencia prueban eso mismo y lo contrario.

Sin embargo la experiencia religiosa, como lo espiritual y poético, no es atadura ni cálculo sino búsqueda de sentido, belleza y armonía. Algo así expresó Ruiz de Galarreta con sus versos:

Con el frío primero que anuncia el alba,
cuando empiezan a cantar los pájaros
con cuidado, sorteando los cuerpos dormidos,
retira la cortina de la puerta, suavemente,
se desliza a la sombra de la calle,
se aleja hasta la arena de la playa,
y justo donde muere la última ola
rizada y silenciosa se acuclilla,
las manos extendidas sobre las rodillas
y deja que penetre en su alma el murmullo de Dios.

* Leer más sobre la fe en nuestro post «Qué es creer».

El pan de Cristo, la comunión

Hoy domingo en muchos lugares habrá grupos de gente, jóvenes y mayores, que entrarán en Iglesias y dirán muy convencidos: ‘Yo preparo mi comunión primera’, o bien, ‘Hoy pasaré a comulgar’. Todo con fe y mucho respeto, con todo cariño.

    – ¿A qué se refieren esas personas? ¿Cómo llegó hasta nosotros la costumbre y creencia? ¿Qué pienso yo de todo esto y cómo explicar a quienes no saben y preguntaron?

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Juan de Juanes, Última cena, fragmento.

Fue linda tradición desde Jesús de Nazaret y los testigos de la Pasión. En una cena con los discípulos, Jesús se despidió antes de morir en cruz, bendijo el pan y el vino de la mesa y les aseguró que debían tomar así su Cuerpo y Sangre benditos, que creyeran en sus palabras.

    «Tomen y coman todos de él, porque este pan es mi cuerpo, este vino es mi sangre, entregados por ustedes y por todos. Harán esto mismo en mi memoria»

¿Quién pudo dudar entonces de sus palabras y de su poder para hacer lo que decía? ¿Cómo desconfiar de su intención de dar todo por ellos y por muchos más?

    «Mi carne es verdadera comida, mi sangre es verdadera bebida; el que come mi carne y bebe mi sangre no morirá para siempre»

La comunión con el ‘Pan de vida’ dará fortaleza, será comunión de personas e intereses. Los discípulos mantuvieron viva esa tradición, no una leyenda, sino un hecho bien documentado.

La ‘Fracción del pan’ inauguró un nuevo estilo de vida, compartir la vida y los bienes, una verdadera comunión.

    . . El ejemplo de toda una vida, memorial de su entrega, el compromiso de hacer lo mismo, algo que obliga.
    . . Que yo no guarde para mí lo que tengo y soy, para amigos y enemigos, los que buscan o apenas creen, los que pasan hambre o están desamparados.
    . . Que para todos solo importe amar de verdad, vivir por dar vida propia a muchos más, por una razón que dé sentido al vivir y hasta morir.

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-Verán también aquí otras «Meditaciones», Ejercicios espirituales, eBook, pdf.

-Como actualización de este gran Misterio, una súplica significativa en este bello canto:

    «Dime cómo ser pan,
    cómo ser alimento
    que sacia por dentro
    que trae la paz.
    Dime cómo ser pan,
    dime cómo acercarme
    a quien no tiene aliento,
    cómo ser para otros
    en todo momento
    alimento y maná».