Van Gogh, el arte cambia la vida

Quise presentar así la trascendencia del arte, la obra artística que afecta a nuestro ser espiritual. Pudo ocurrir ante un cuadro o al escuchar una melodía, contemplando un paisaje o al visionar una película, que te emociona en lo profundo e interpela.

Verán el testimonio de Glenn D. Lowry, director del Museum of Modern Art, MoMA de Nueva York.

Una pareja de enamorados pidió casarse en su Museo ante «La noche estrellada» de Van Gogh. Ellos explicaron que esa pintura era el gran referente de su vida, allí se conocieron y sintieron algo importante.

    = Una obra de arte que no olvidas jamás porque cambia el modo en que ves el mundo, cambia tu vida, ¿Qué pudo ocurrir?
    = Primero ves, luego miras, segundos después un escalofrío te recorre el espinazo, y la emoción poco a poco se vuelve incontenible.
    = Tras aquel momento empiezas a conectar cosas que antes creías que no tenían nada que ver, y a ver otras que nunca antes habías visto.

Está bien descrito el cambio en el propio sentir y la mirada. El arte que ilumina nuestras oscuridades, las noches de nuestra humanidad. En efecto, muchas personas, muchos pueblos, pudieron sobrevivir en sus penalidades gracias al arte que llevaron dentro.
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* Imagen: La noche estrellada, de Vincent Van Gogh, pintada meses antes del final de su vida, panorámica desde la clínica de Saint-Rémy.

En medio de la noche más oscura, en lo alto y a lo lejos, entre ‘fantasmas’, brilló la luz. Nos transmite así los sentimientos de melancolía y soledad que aquejan a quien retrata este paisaje.

En carta a su hermano Theo, mayo 1889, Van Gogh escribirá que «La necesidad de Dios lo impulsaba a salir de noche para pintar las estrellas».
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Alberto Granado, la revolución

GRANADO Y EL CHE, EN MEMORIA

Reaparecen periódicamente tiempos de «revolución» para transformar de urgencia la realidad. Se trata de pueblos que llegaron al límite, los derechos humanos despreciados por décadas.

Está ocurriendo también ahora con la necesidad de cambio, con juventud y arrojo, a veces con violencia. Fue la lucha por la dignidad.

Alberto Granado, amigo y compañero del guerrillero argentino Ernesto Che Guevara, murió días pasados en su casa de La Habana a los 88 años, revolucionario a su manera hasta el final.

Juntos, Alberto y el Che, recorrieron en 1952 buena parte de Sudamérica. Las injusticias que vieron y lo que vivieron aquellos meses marcaron para siempre sus ideales.

– Íbamos a conocer mundo, pero el viaje nos cambió a los dos. Yo aprendí que en vez de conocer el mundo había que transformarlo.

Sus apuntes de viaje inspiraron en buena parte la película «Diarios de motocicleta», Walter Salles (2003), ‘Deja que el mundo te cambie… y podrás cambiar el mundo’.

Utopía y juventud, transformación y solidaridad, ideales que bien merecen la lucha y entrega de la propia vida. Tal vez por eso mismo, los años primeros tras la muerte del Che, se unió su figura a la del mismo Cristo.

* Imagen: Don Quijote, 1955, litografia, Pablo Picasso.
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Recuerdo aquí unos versos de Gerardo Alfonso, ahora cantados también para Granado, y para otros muchos. Descanse en paz.

Porque el dolor no ha matado a la utopía,
porque el amor es eterno
y la gente que te ama no te olvida.
Después de tanto tiempo y tanta tempestad.
Son los sueños todavía
los que tiran de la gente
como un imán que los une cada día.