— En el blog ‘nicodemo’ celebro así el aniversario de un camino personal que fue también meta. En este atardecer del verano el canto será testimonio de gracias y mil recuerdos.
En los labios está la copa,
por el corazón un temblor,
ruegos de niño en la boca
y en las manos el pan.
Todo respira y habla amor,
humedece el mirar y brilla,
llega la paz y caricia
que ya marchó el temor.
Túnicas blancas, resplandecientes
rostros atentos, adormecidos
besos, guiños de amor, tiernos
sueños que fueron y son.
— A los amores y sueños de todo tipo, los que marcharon y los que quedan, al amor de compañía que no acapara ni abruma. La vida de uno es misterio, si hay amor se aclara.
* Imagen: Niños pescadores, Winslow Homer (1836-1910).