«La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas» (Wikipedia).
Al principio solo contenía virtudes y ventajas, ahora será causante de nuevos males para sociedades enteras. Hablamos de la potente «globalización» que beneficia a unos pocos fuertes y daña a muchos inermes ante esta nueva ‘ocupación’. En la competición pierde claramente el Sur, África, Asia, América Latina.
– Lo que parecía una oportunidad se ha revelado como una fuente de marginación y pobreza.
– Ocasiona una erosión lenta pero decidida de la identidad de países, de lo autóctono, en lo económico y lo cultural.
– Lo que fue presentado con una visión de «aldea global» cargada de posibilidades, se ha transformado en competición desleal.
– Según testigos la globalización acentúa con frecuencia el tribalismo y la intolerancia cultural y religiosa.
Cuando ante todo interesan nuevos mercados, materias primas y mano de obra de bajo coste, todo lo demás, principios, ética y derechos, quedaron solo en buenas palabras y promesas. Reapareció un nuevo modo de ‘colonialismo’. Lo veremos como una oportunidad perdida para mejorar en lo intercultural, en tolerancia y solidaridad Norte-Sur.