Shaun Wilson Miller era un muchacho australiano de diecisiete años que vivía con un problema crónico del corazón. Le habían practicado dos transplantes que su cuerpo rechazó y le quedaban meses de vida. Él mismo grabó su mensaje de despedida en vídeo para sus familiares y personas queridas.
«Hola, chicos, tengo malas noticias que quiero contarles a todos.
– Sufro de un rechazo crónico al trasplante de corazón. Y no estaré aquí tanto tiempo como pensaba. Pero quiero decirles que este ha sido un viaje increíble y no me arrepiento de nada.
– Vivan la vida intensamente porque nunca se sabe lo que va a pasar. Solo quiero agradecer a mi familia y amigos por haber formado parte de mi vida. Por favor, no lloren por mí, estaré bien.
– Les pido a todos mis amigos que se aseguren de que mi padre está bien. Les voy a echar tanto de menos. Les quiero a todos.»
Por un error el video acabó en YouTube: 10.000 personas en un solo día, millones en semanas. Finalmente el joven falleció el pasado 26 de mayo. Hacía pocas semanas que había conocido el amor. Testimonio impresionante en circunstancias así, por su espíritu abierto, su cariño a la vida y a las personas, por su serena esperanza en medio de todo.