«La guerra conduce a más guerra. La violencia a más violencia. Una cadena de compromiso por la paz unirá a todas las mujeres y los hombres de buena voluntad».
El Papa Francisco comparte estos días su gran inquietud por la violencia de los conflictos que no cesa sino que amenaza multiplicarse. Él envió este mensaje a sus tres millones de seguidores en Twitter: «¡Guerra nunca más! ¡Nunca más la guerra!».
El sábado 7 septiembre el Papa dirigirá un día de ayuno y oración por Siria en San Pedro del Vaticano, Roma. Las personas de buena voluntad de cualquier credo o ideas están invitadas a unirse en un clamor universal contra el uso de cualquier tipo de armamento.
“¡Queremos un mundo de paz, queremos ser hombres y mujeres de paz, queremos que en nuestra sociedad, destrozada por divisiones y por conflictos, estalle la paz, ¡nunca más la guerra!”
Desde el blog ‘nicodemo’ nos unimos a las súplicas y esfuerzos por la no violencia, solucionar así los problemas de los pueblos, apartando todo otro interés y provecho. Trabajar cada día por la paz es una bendición, una bienaventuranza: «Felices los que trabajan por la paz, serán llamados hijos de Dios».
Señor, haz de mí un instrumento de Paz:
– donde hay odio, que yo lleve Amor
– donde hay ofensa, que yo lleve Perdón
– donde hay violencia, que yo lleve Diálogo
– donde hay temor, que yo lleve Confianza
– donde hay discordia, que yo lleve Unión.
Hoy mismo pudo leerse en BBC.com: «Decenas de miles de personas tomaron parte en una jornada de oración y ayuno en la plaza de San Pedro en el Vaticano para pedir por la paz en Siria. Mientras la muchedumbre, encabezada por el Papa Francisco, se reunió por cuatro horas en la plaza vaticana, miles de personas en todo el mundo se congregaron en mezquitas, sinagogas e iglesias.
El papa Francisco ha cuestionado fuertemente los planes de EE.UU. y Francia de tomar represalias militares contra el gobierno de Damasco. En su opinión emprender una acción militar pondría en peligro a las minorías cristianas en Medio Oriente.»
Algo me llega sobre Oriente Medio, y los varios conflictos allí presentes: «El sueño de la reconciliación es posible… Para combatir por la paz no se necesitan armas».
Es verdad, hay que creerlo. Yo añado que es necesario estar convencido y querer sincero el fin del enfrentamiento, pensando en los más vulnerables y en tanto sufrimiento acumulado a lo largo de décadas (Israel/palestinos, etc).