– Dentro de veinte años estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por aquellas que sí hiciste. Así que suelta amarras. Navega lejos del puerto seguro. Atrapa los vientos alisios en tus velas. Explora. Sueña. Descubre. (Mark Twain, escritor)
Con esa cita comienza el blog de David Welsford, un estadounidense que decidió hace dos años soltar amarras, dejar todo atrás y cambiar su vida en la tierra por la mar.
– ¿Quién no ha soñado alguna vez con abandonarlo todo y huir de la monotonía? Pensé en el mandato del Evangelio: ¡Rema mar adentro y encontrarás!
Un documental recoge su experiencia en ‘Twenty Eight Feet’. El cortometraje ya consiguió una veintena de premios en festivales de todo el mundo. Su historia invita a soñar y buscar, a salir de nuestros cómodos puertos hacia horizontes nuevos.
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Con la ocasión repondré aquí unos versos de otro navegante que encontró lejos la luz y el amor que buscaba, quedó prendado.
CLARO DE LUNA
Hay un lugar
donde he de vivir la vida y navegar
al viento mi barca y al mar,
donde el sol alumbra
limpio cielo nube de luz
espejo de plata en el mar.
Al alba la luna
la noche el lucero
vivirás de nuevo seducido por ese lugar,
gentes que miran al mar
amado amaneces amante
tu barca amarrada en este lugar.
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Y escucharé de nuevo «Un velero llamado libertad», de José Luis Perales: