Construir Hospitalidad


5 VERBOS PARA CONSTRUIR HOSPITALIDAD *

Abrir, caminar, conocer, compartir, amar. . Cinco verbos para comprender la hospitalidad, su aporte a la inclusión de las personas migrantes en la sociedad.

Invitados a trabajar por construir una sociedad de acogida por la llegada de migrantes y refugiados a nuestros países, en América, Europa, Africa . . Los 5 verbos dichos, bien conjugados y conjuntados, mostrarán actitudes evangélicas muy válidas hoy. Lo recordamos en la pasada Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado.

= ABRIR, como punto de partida para la hospitalidad. Si abrimos los ojos, veremos cosas; si abrimos las manos, para dar y también para recibir, abriremos puertas . . Si abrimos el corazón, quedaremos a la intemperie.

= Abrir nos hará CAMINAR, salir afuera: “El Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza”. En el encuentro con el otro descubriremos al prójimo como sagrado, al huésped y al peregrino, a Dios mismo.

= Surgirá la necesidad de CONOCER realidades nuevas e incorporarlas a nuestro propio ser; recibir al otro quitando el velo que lo ocultaba, dejando ideas preconcebidas. Más que conocer será reconocer al otro como persona.

= Llegaremos al COMPARTIR entre iguales. Recursos, alimento, cobijo. Mas habrá que cuidar la dimensión personal, el respeto, la comunicación . . El valor grande de los gestos, la actitud, la ternura y la escucha.

= Finalmente en el AMAR se ofrecerá la fuerza, el sentido hondo de la hospitalidad. Me identifico con el otro, me descubro a mí mismo acogido, recibido por los otros. “Amarás al prójimo como a ti mismo”.

* Cfr. Oriol Prado, en Cristianismo y Justicia.

(Imagen: Programa mundial alimentos, Onu, Somalia)

__ __

«El que recibe a uno de esos pequeños, me recibe a mí… Cada vez que lo habéis hecho con uno de estos pequeños, es a mí que lo habéis hecho, dice el Señor», s Mateo c.25.

«Tu me has recibido en tu casa;
yo te recibiré en el Reino de mi Padre.
Tú me has liberado del hambre;
yo te liberaré de tus pecados.
Me has visto encadenado;
yo te haré ver tu liberación.
Me has visto extranjero;
yo haré de ti un ciudadano de los cielos.
Tú me has dado pan;
yo te daré el Reino como heredad en plena propiedad.
Me has ayudado secretamente;
yo lo proclamaré públicamente y diré que tú eres mi bienhechor y yo tu deudor.»

(San Juan Crisóstomo +407)

La muerte de cerca, Francisco

«Gozan en los cielos las almas de los santos,
que siguieron las huellas de Cristo;
que por su amor derramaron su sangre,
por ello reinarán con Cristo eternamente».

(Magnificat antiphon for feasts of martyrs)
__

Verán del Papa Francisco unos pensamientos recientes sobre la muerte y la vida. La ocasión fue un Evangelio leído en el final del año, evocador de otros finales, el de la propia vida.

«Dijo Jesús a sus discípulos: Como sucedió en los días de Noé, hasta el día que entró en el arca. Llegó el diluvio y todo acabó. El que pretenda guardarse su vida, la perderá, el que la pierda por mi, la recobrará», san Lucas c.17.

La Iglesia es madre, quiere que cada uno piense en la propia muerte. Acostumbrados a la normalidad de la vida, un día llegará la llamada de Jesús: ¡Ven!

– El Señor nos dice: Párate, no vivas como si esto fuera la eternidad. Un día tú también irás con el Señor.
– Ante una nueva jornada pensaré: Hoy, como si fuera el último día, haré todo bien, mi trabajo, las relaciones.
– Pensar en la muerte no es una fantasía. Llegará el encuentro con el Señor: «Ven, bendito de mi Padre».

«Tengan paz, no teman. Yo volveré, les prepararé un lugar. Donde esté yo, estarán también conmigo. Vivirán de mi misma vida», san Juan c.14.

Será menester estar en vela, mantener abiertas las puertas:

Éste es el tiempo en que llegas,
Esposo, tan de repente,
que invitas a los que velan
y olvidas a los que duermen.
.. Danos un puesto a tu mesa,
Amor que a la noche vienes,
antes que la noche acabe
y que la puerta se cierre.

__

= Teniendo a la vista el propio final, así expresó su esperanza J.L. Martín Descalzo (+1991):

«Morir sólo es morir. Morir se acaba.
Morir es una hoguera fugitiva.
Es cruzar una puerta a la deriva
y encontrar lo que tanto se buscaba.
Acabar de llorar y hacer preguntas;
ver al Amor sin enigmas ni espejos;
descansar de vivir en la ternura;
tener la paz, la luz, la casa juntas
y hallar, dejando los dolores lejos,
la Noche-luz tras tanta noche oscura».

= Todavía muy cerca la marcha de nuestra querida Emy al encuentro del amigo Jesús, recordé los versos finales de aquel poema ‘Nada más’, el discípulo amado en vela espera a su Señor:

Vivir para ti esperando tu venir
y al caer de la tarde descansar,
amor de mi vida, solo en ti, nada más.

__

«Jesús es mi alegría
y el consuelo de mi corazón.
Jesús me preserva de los sufrimientos
y es la fortaleza de mi vida.
– Es la luz y el sol de mis ojos;
el gozo y la paz de mi alma.
Por todo ello no lo rechazaré
ni de mi corazón ni de mis ojos».

(J.S.Bach, BWV 147)

Compasión / el samaritano

«Un hombre cayó en manos de unos bandidos y lo dejaron medio muerto. Algunos lo vieron y pasaron de largo. Un samaritano de camino vio al herido y se compadeció. Se acercó, curó sus heridas y lo cuidó», san Lucas c.10.

Algún pensamiento más sobre el amor de compasión con ayuda del evangelio del Samaritano, una parábola muy principal sobre un tema clave, la misericordia.

-Qué fue la compasión y cómo será la misericordia.
-Compasión fue un sentir sincero. La misericordia su consecuencia.
-Me preguntaré qué puedo hacer para ayudar y aliviar.
-La compasión no bastará, si quedara solo en sentir y en palabras.
-Será solidaridad, acción y misericordia efectivas.

«Jesús le preguntó: ¿Cuál de ellos se hizo prójimo del hombre herido? El que lo trató con misericordia. Jesús le dijo: Ve y haz tú lo mismo.»
__

Imagen: Marko Rupnik, El samaritano. Verán a Jesús mismo Buen samaritano, tomando en brazos al herido, curando sus heridas.

ORACIÓN del SAMARITANO

Señor, no quiero pasar de largo
ante las personas heridas en el camino de la vida.
Quiero contagiarme de tu compasión,
y acercarme para expresar tu ternura,
para ofrecer el aceite que cura las heridas
y el vino que sana y consuela.

. . Jesús, buen samaritano,
acércate también a mí,
llévame en tus hombros, pues soy oveja perdida;
carga con todas mis caídas,
hazte presente en mis horas bajas.

. . Buen samaritano,
deseo tener tus mismos sentimientos,
para no dar más ningún rodeo
ante el hermano que sufre,
sino hacerme compañero de sus caminos,
amigo de sus soledades
y cercano a sus dolencias.
__

Sean felices / nuevo año 2018

Feliz Año 2018 ♡ Paz y Bendiciones

En la lista larga de los buenos deseos, la felicidad resumió todos. Una felicidad honda y duradera, una bendición que nos asemeje a la alegría divina.

Ahora nuevos motivos para la alegría, recordando las Bienaventuranzas del Sermón del Monte, cuando Jesús de Nazaret presentó en una mañana soleada su Decálogo de felicidad:

«Bienaventurados los pobres de corazón, ellos poseen el Reino de Dios».
«Felices los de corazón limpio, ellos verán a Dios».

Otras bienaventuranzas que verán aquí por el Año Nuevo, serán nuevas razones para la alegría, caminos de paz y solidaridad, un elogio de la sencillez y la fraternidad.

Serán bienaventurados:

Dichoso el que se fía del Señor más que de los poderosos del mundo; libre con la libertad de los hijos de Dios hasta alcanzar el Reino.
Dichoso el que no es orgulloso ni autosuficiente; confiará en sus semejantes y colaborará en el interés general de la comunidad.

Dichoso el que no ambiciona el poder, ni busca el aplauso fácil de la fama; ejercerá la autoridad como un servicio y los demás estarán contentos con él.
Dichoso el que no vive para sí y es útil y servicial con los demás; todos le ayudarán cuando lo necesite y Dios le bendecirá con abundancia.

Dichoso el que no se deja seducir por el consumo ni por la publicidad; conocerá la verdadera libertad y no será marioneta de los tiempos.
Dichoso el que bebe el cáliz amargo de las penas de sus hermanos; la misericordia de Dios le alcanzará como bálsamo si le tocare sufrir.
Dichoso el que se alegra y felicita los éxitos de sus compañeros; también el Dios que ensalza a los humildes lo enaltecerá.
__

LA SENCILLA ALEGRÍA

Concédenos, Señor, la sencilla alegría.
La que es hermana de las cosas pequeñas,
de los encuentros cotidianos
y de las rutinas necesarias.
La que se mueve libre entre los grandes,
sin uniforme ni gestos entrenados,
como brisa sin amo ni codicia.
Tu alegría es confiada y veraz,
ve la más pequeña criatura amada por ti,
con un puesto en tu corazón y en tu proyecto.

(B. González Buelta)
__

Las Bienaventuranzas del Sermón del monte, en san Mateo c.5.

FELIZ 2018 ~ PAZ y BENDICIONES ~ HAPPY NEW YEAR ~ FELIZ 2018