☆ .. 1 de Enero, «DÍA DE LA PAZ» .. ☆
En ocasiones se hará necesario decirlo en poesía. Así fue esta vez al ver y sentir el ruído que no cesa de las armas y la violencia de muchas formas, por la imaginación del mal en causar muerte y dolor.
Algunos versos de este poema acompañaron nuestro sentir, por el año que comienza y por cada mes del que terminó, con tanto sufrir y muerte de pueblos enteros, de infancia, mujeres, juventud desplazada.
A pesar de todo el poeta cantará la vida y el amor, también cuando pareció imposible, porque ‘el rosal no teme a los cañones’. . Si no hay rosal sin espinas, siempre habrá manos cuidadosas para curar las heridas. Todo bien y mucha paz en el nuevo año.
No sé qué sepultada artillería
dispara desde abajo los claveles,
ni qué caballería
cruza tronando y hace que huelan los laureles.
Mayo los animales pone airados:
la guerra más se aíra,
y detrás de las armas los arados
braman, hierven las flores, el sol gira.
A pesar de la guerra delirante,
no amordazan los picos sus canciones,
y el rosal da su olor emocionante
porque el rosal no teme a los cañones.
Mayo es hoy más colérico y potente:
lo alimenta la sangre derramada,
la juventud que convirtió en torrente
su ejecución de lumbre entrelazada.
Miguel Hernández, Primero de mayo de 1937. Viento del pueblo: Poesía en la guerra (1936-1937).
Imagen: Nicoletta Tomas, Alégrame el día, 1963.
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«Nos dirigimos a todas las personas de buena voluntad para exhortarlos a celebrar «El Día de la Paz» en todo el mundo el primer día del año civil. Será nuestro deseo, que cada principio de año esta celebración sea presagio y promesa, el calendario que mide el camino de la vida en el tiempo, que sea la Paz con su justo equilibrio la que domine el desarrollo de la historia» (Papa Pablo VI, 1º de enero de 1968).