# Tiempo de cruces y pesares, ahora además para muchos. En la pena importa hablar a solas con la cruz y el crucificado, reconocer la propia impotencia para ‘desclavar’ y quitar cruces. Viene al recuerdo la copla de Antonio Machado que cantará Joan Manel Serrat:
«Dijo una voz popular:
¿Quién me presta una escalera
para subir al madero
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?»
# Para los días que vienen ofrece aquí su poema doloroso Juan M. Llopis, interpelación y súplica. Por ese Cristo, esos cristos, que estos días y cada día pasan por nuestro lado.
«Los soldados se juegan a los dados
tu túnica sagrada
y desean tu muerte, confiando
poder marcharse a casa.
Ellos no te conocen.
De Ti no saben nada.
Un año, dos mil años esperando
la mano amiga, que quiera desclavarte,
y arranque del madero el duro clavo,
para cargar tu carga y aliviarte.
Unos no te conocen.
Otros no hacemos nada.
Conozco, señor, tu sufrimiento,
quiero coger tu cruz ensangrentada
y aligerarte, con mis manos, de su peso.
Mas pasas por mi lado y… no hago nada.»
( Ver nuestro post «Tiempo de pasión» )
Este es el texto del poema “La saeta” que incluirá Antonio Machado en su libro “Campos de Castilla” (1912).
¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!