«No reconocieron al Artífice, fijándose en sus obras, sino que tuvieron por dioses al fuego, al viento, al aire leve, a la bóveda estrellada, al agua impetuosa, a las lumbreras celestes, regidoras del mundo. Fascinados por su hermosura, los creyeron dioses, si supieran cuánto los aventaja su Señor, pues los creó el autor de la belleza. Y si los asombró su poder y actividad, calculen cuánto más poderoso será quien los hizo. Pues por la magnitud y belleza de las criaturas, se percibe por analogía el que les dio el ser», Sabiduría c.13.
¿Por qué la gente sigue buscando y creyendo en Dios? Aun con el paso del tiempo, con estas u otras palabras, con parecidas cuestiones te puedes encontrar. Antropólogos y sociólogos coincidieron en la universalidad del fenómeno religioso; desacuerdo sin embargo en la respuesta y en la utilidad de las creencias, las que fueran, valorando distinto sus efectos positivos o negativos para el progreso de la persona y las sociedades.
– La religión y otras creencias sirvieron para hacer frente a las incertidumbres de la vida. Algunos estudios aseguran que la existencia de un orden supremo y la posibilidad de influir en él ayudó a reducir el ‘estrés’ de no saber qué sucederá en el futuro.
La universalidad de las creencias religiosas sugiere su utilidad para la propia supervivencia. Algunos quisieron arrebatar a la humanidad su herencia de fe religiosa, una necesidad primaria para muchos. De ahí brotará el desasosiego de otros al no encontrar o encontrar error en su búsqueda. Así lo pensamos, mas no todos estarán de acuerdo.
«Tú me creaste para verte, y aún no te conozco… Enséñame a buscarte y muéstrate a quien te busca. No puedo encontrarte si tú no te manifiestas: buscando y amando te hallaré, hallándote te amaré.» (Anselmo de Canterbury)
Con el paso de los siglos y las culturas, los maestros y profetas de religiones milenarias hicieron esfuerzos de actualización, por salir de una racionalidad y vivencia propias de otra época. Las grandes cuestiones permanecerán abiertas, con respuestas dispares e incompletas:
·· Sobre el origen y el fin de todo;
·· Del destino de cada uno, si recompensa, castigo o la nada;
·· Si vencerán el Bien y la justicia, o la Maldad y el dolor;
·· Si la Vida al fin será más potente que la Muerte;
·· Si Dios se dará a conocer, o dicen seguirá oculto en su misterio.
* Imagen: El Taj Mahal, complejo de edificios construido entre 1631 y 1648 en Agra, estado de Uttar Pradesh, India, a orillas del río Yamuna, por el emperador musulmán Shah Jahan. Se erigió en parte como mausoleo en honor de su esposa favorita Arjumand Bano Begum. Sobre el pórtico de entrada, unos versos del Corán describen el paraíso, “Un palacio de perlas rodeado de jardines».
(Vean nuestra entrada «Teilhard de Ch. Buscar a Dios»)