Miedo, tristeza, soledad… Un apunte sobre el miedo que inquieta y paraliza. Un sentir que a veces ocultamos, que será mejor manifestar, decirnos las cosas y desnudar fantasmas. El silencio será cómplice del miedo por no saber bien o no querer saber; hay miedos que ocultan deseos, dicen. Nos desconocemos más de lo que creemos conocernos.
El miedo en positivo nos alerta, nos ayudará a vivir y fortalece, nos dispone a escapar si conviene. Según vivencias pasadas, fue solo una trampa interior, un engaño, un enemigo habitual. La fragilidad e indefensión de la vida que emergió una vez más y se quedó.
– ‘Te diré que estoy bien, tranquila, pero basta una mala noticia, la enfermedad de un amigo o una reprimenda de mi jefe, para que me hunda, que me sienta pequeña y llena de angustia’.
Podrán ser miedos de fondo, abstractos, existenciales, pero más frecuente serán miedos sencillos, concretos, la inseguridad de cada día, o la ansiedad por un futuro incierto. El miedo al mañana, tuyo o de tus seres queridos, será una amenaza.
: Miedo a quedar mal, a que no te quieran
: Miedo a que no te crean, miedo a quedarte sola
: Miedo a hacer el ridículo, o que vean que no vales
: Miedo a que te despidan o fracases una vez más
: Miedo a que tu pareja te abandone o tu hijo se drogue.
: Miedo a la vida
: Miedo a la libertad
: Miedo a los otros
: Miedo al amor
: Miedo a la muerte.
– ‘Los miedos del ser humano serán los mismos desde el principio de los tiempos.’
Lo enfermizo será temer algo sin fundamento o solo imaginado, sin indicios de que pueda ocurrir. ¿Por qué destrozar nuestro presente feliz por el miedo a un después amenazante? Disgustos que formaron parte de la vida de bastantes personas, un sufrimiento real.
Vivir será entrar y salir en los pozos de la ansiedad e inquietud. Quisieras rendirte, esconderte, pero si no lo haces ganarás la partida. Recuerda: ‘Un valiente no es quien no tiene miedo, sino quien lo supera’. La fe confianza ayudará.
– ‘No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma… ¿Se vendieron dos pajarillos por un as? Ni uno de ellos caerá en tierra sin quererlo su Padre del cielo. No teman, ustedes valen más que los pajarillos.’
Si aprendimos a convivir cada día con el temor, sin dejar del todo el amor, seremos los más felices. Y podrás comprender mejor, acompañar y ayudar a otros, si llegara el caso.