Examen del discípulo de Cristo : la humildad y el servicio

    – Jesús preguntó: ¿Qué dice la gente de mí? Unos que eres el Bautista, otros que algún profeta. Y ustedes, quién dicen que soy. Pedro dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios.

También hoy Jesucristo nos dirige la pregunta: ¿Qué dicen de mí? Más que una respuesta de libro, él espera una respuesta personal.

¿En verdad conocemos a Jesús, centrados en él, o vivimos en la rutina?
¿Queremos a Jesús, o es alguien del pasado, sin fuerza ni atractivo? ¿Es amigo?
¿Aprendimos a mirar como Jesús, compasivos, o bien indiferentes?
¿Jesús resucitado vive y camina con nosotros? ¿Somos sus testigos?

    – Un discípulo no es más que su maestro. Basta con que el discípulo llegue a ser como su maestro.
    – Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso.

«Las creencias no cambian nuestra vida. Lo más decisivo será saber qué relación vives con Jesús. La adhesión personal a Él nos transformará» (J.A. Pagola).

«Jesús,  te quiero». Fueron las últimas palabras de Joseph Ratzinger, el Papa Benedicto, antes de morir. Fiel amistad mantenida a lo largo de toda una vida, en los días fáciles y en los difíciles.

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No fue fácil vivir en modo evangelio. Vean este examen práctico, al estilo de Jesús:

    .. Nos seduce el deseo de quedar bien, no soportamos las humillaciones.
    .. Nos atraen los placeres y la comodidad, somos reacios a la renuncia.
    .. Queremos vencer en todo y a veces nos falta humildad.
    .. Confiamos en nuestras solas fuerzas, olvidamos que sin ti nada podemos.
    .. Caemos en autosuficiencia, olvidando al prójimo que pide atención.
    .. Nos aferramos a nuestras seguridades, desconfiamos de tu providencia.

+ SEÑOR, quiero ser alumno tuyo en la escuela de Belén, aprender sencillez, humildad, dejándome querer y ayudar. / En la escuela de Nazaret aprenderé a valorar la convivencia, el trabajo de cada día. / Aprenderé de ti a escuchar y curar, acoger y bendecir. / En la escuela de la Cruz aprenderé a confiar y perdonar.
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En comentario verán la importancia de la humildad y el peligro del orgullo, ‘Bienaventurados los pobres de espíritu’.

Con esta melodía llena de afecto y buenos deseos, «Encontrarme contigo», del grupo Satelite, Mexico, 2012.

Un pensamiento en “Examen del discípulo de Cristo : la humildad y el servicio

  1. «No es fácil adquirir la humildad. Al contrario, es más difícil que la adquisición de otra virtud. ¿Por qué? Porque mientras reposaba el hombre que había sembrado la buena semilla, el enemigo sembró la cizaña del orgullo en la mayor extensión del sembrado. El orgullo tomó raíz en nosotros. Como casi todos los hombres son naturalmente llevados al orgullo, el Señor comienza las bienaventuranzas apartando el mal inicial del orgullo. Acon­seja imitar al verdadero Pobre para participar de su bienaventuranza.»

    –San Gregorio de Nisa. Homilía sobre las bienaventuranzas I. Obispo de Nisa, hermano de san Basilio (335?-394)

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