En el 30 aniversario de la Convención de la ONU contra la Tortura, un reciente informe de Amnistía Internacional detectó casos de tortura o malos tratos en 141 países en los últimos cinco años, según la campaña “Stop torture” presentada el pasado 12 de mayo en Londres. Bastante lamentable.
El texto denuncia la actitud “hipócrita” de algunos gobiernos en el continente americano. Las duras legislaciones contra la tortura no impiden su práctica. Se utiliza en centros de detención para castigar a los reos y para obtener ‘confesiones’ de sospechosos. Será tomar la justicia por su mano.
– «Cada día en cada esquina del mundo, horrores inimaginables son algo cotidiano para incontables hombres, mujeres y niños. La tortura es abominable. Es bárbara e inhumana. Nunca puede ser justificada. Es un error, es contraproducente y envenena el imperio de la ley reemplazándolo con el terror. Nadie está a salvo con un Gobierno que la utiliza.»
Practicada por grupos de fuerza con un daño físico o moral continuado, mas sobre todo será un delito de los estados. Está en cuestión el respeto a la vida y la dignidad de las personas, el respeto a sus derechos, más allá de sus comportamientos, filiación política, raza o religión. Importará erradicarla y cumplir los compromisos firmados.
– «Treinta años después de la Convención contra la Tortura y Penas o Tratos crueles, inhumanos o degradantes, en diciembre de 1984, de los 155 países ratificantes, al menos 79 continúan torturando en 2014, y otros 32 estados de la ONU no han adoptado ese acuerdo.»