Quedó pendiente de tiempo atrás el deseo de ofrecerles un cuestionario para evaluar la propia vida a la luz de las Bienaventuranzas. Por ellas comenzó el Evangelio de san Mateo el Sermón de la Montaña, donde mostró el camino de la verdadera felicidad.
Más que examen al final de la vida, ‘Tuve hambre, estuve preso, etc.’, este será examen práctico del día o para ocasiones, más allá de los conocidos mandamientos.
1 . Bienaventurados los pobres en espíritu … Me veo autosuficiente y no me acepto con mis limitaciones. ¿Prefiero recibir más que dar? ¿Pienso en mis problemas, olvidando las necesidades de los demás?
2 . Bienaventurados los afligidos … ¿Sé estar cerca de los que sufren? ¿Procuro curar heridas? Yo me quejo con frecuencia, y no guardo la calma si algo sale mal. ¿Busco más ser consolado que consolar?
3 . Bienaventurados los mansos, los pacientes … No soy acogedor, me impaciento fácilmente. ¿Mis prisas violentan a los demás? ¿Dejo hablar, escucho sin prisa? Prefiero ser comprendido que comprender.
4 . Felices los que tienen hambre y sed de la justicia … Me autojustifico con frecuencia. ¿Me rebelo ante situaciones injustas? Tiendo a ser injusto en mis críticas, y busco guardar más que compartir.
5 . Felices los misericordiosos … Me cuesta hacerme prójimo del que está caído, las llamadas de ayuda de los demás. ¿Siento pena con los que lo pasan mal? ¿Perdono de corazón?
6 . Felices los limpios de corazón … Busco ser yo el centro, y mis deseos en función de mí mismo. Mi intención no siempre es clara, limpia, con segundas intenciones. ¿Soy agradecido?
7 . Bienaventurados los que trabajan por la paz … ¿Hay odio y venganza en mi corazón? Prefiero ser perdonado que perdonar, y me cuesta amar a los que tengo por enemigos. ¿Me adelanto a disculpar?
8 . Bienaventurados los perseguidos por su fidelidad … ¿Me mantengo fiel en mi proyecto de vida? Reacciono mal ante la crítica. ¿Busco salvar y comprender más que juzgar?
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SEÑOR, yo quiero vivir tus bienaventuranzas, fuente de felicidad. / Dame hambre de justicia. Quiero parecerme a ti en la mansedumbre y la misericordia. / Que yo sea trabajador de paz. Enséñame la limpieza de corazón, no buscando mi propia gloria, solo amarte y servirte a ti, Señor.
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= Vean nuestra entrada «Las Bienaventuranzas de Cristo».
= Seremos examinados del amor, ‘Al atardecer de la vida’:
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