Dios es amor, Einstein

Por el centenario de la fórmula de la relatividad, me llegó el texto que les pondré resumido. El gran físico alemán Albert EINSTEIN (1879-1955) parece que siempre guardó unos instantes para trascender el tiempo y el espacio tan relativos, y escuchar el universo desde otros registros.

Como él mismo escribió, el amor es algo que se intuye y se adivina, que escapa a nuestros cálculos y fórmulas, aunque las asume. Recordarán que ya  Dante habló del divino Amor, ‘Que mueve al sol y las otras estrellas’.

La autoría de esta carta a su hija LIESERL está en entredicho, con todo mereció ser leída por la belleza de su contenido. Su hija donó a la Universidad Hebrea 1.400 cartas de Einstein, sin publicar hasta dos décadas después de su muerte. Esta será una de ellas:

La Trinidad, José de Ribera, 1636

~ MI QUERIDA HIJA:

Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron, y lo que te revelaré ahora para que lo transmitas a la humanidad también chocará con la incomprensión y los prejuicios del mundo. Te pido aun así, que la custodies todo el tiempo que sea necesario, años, décadas, hasta que la sociedad pueda acoger lo que te explico a continuación.

. . Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el amor. Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas.

. . El Amor es Luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. El Amor es gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras. El Amor es potencia, porque multiplica lo mejor que tenemos, y permite que la humanidad no se extinga en su ciego egoísmo. El amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere. El Amor es Dios, y Dios es Amor.

. . Esta fuerza lo explica todo y da sentido a la vida. Ésta es la variable que hemos obviado durante demasiado tiempo, tal vez porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía del universo que el ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo.

. . Lamento profundamente no haberte sabido expresar lo que alberga mi corazón, que latió por ti en silencio toda mi vida. Tal vez sea demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo es relativo, necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última respuesta.

~ TU PADRE

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“Nadie debería leer una carta de Einstein y pensar que resuelve lo que piensa sobre Dios”, dijo Walter Isaacson, autor de “Einstein”, biografía donde dirá que sus ideas cambiaban de una década a otra, o de un día a otro.

– Fue en la 1ª Carta de san Juan donde aparecieron las expresiones: «Dios es LUZ, en él no hay tiniebla alguna… Dios es AMOR, el amor viene de Dios, el que ama conoce a Dios»

– El 25 de noviembre de 1915, Albert Einstein presentó ante la Academia Prusiana de Ciencias, en Berlín, su teoría de la Relatividad General.

* Imagen: Tal vez sea la TRINIDAD, así representada por José de Ribera, el mejor modo de explicar por qué «Dios es amor», como lo definió san Juan el discípulo amado en su 1ª Carta: veremos en su pecho el Espíritu de amor y entre sus brazos el Hijo amado, entregado por todos nosotros. No se trató pues de un ‘amor’ romántico, idealizado, sino de un amor físico, real, costoso.

– En comentario verán, la razón de ser de todo en Dios es su amor a la humanidad.
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Nos acompañarán ante el Misterio grande del Dios Amor, apenas vislumbrado, estas notas musicales: J.S. Bach, Concerto for Two Violins in d minor, 2nd Movement ‘Largo’. Center Stage Strings Students, University of Michigan, 2012.

2 pensamientos en “Dios es amor, Einstein

  1. Pingback: Música celestial, Einstein | nicodemoblog

  2. El que quiera venir detrás de mí
    que cargue con su cruz de cada día y me siga

    «El Señor entregó a su propio Hijo a la muerte en cruz a causa del ardiente amor por la creación. No porque no hubiera podido rescatarla de otro modo, sino porque ha querido manifestar así su amor desbordante, como una enseñanza para nosotros. Por la muerte de su Hijo único nos ha reconciliado consigo. Sí, si hubiera tenido algo más precioso, nos lo habría entregado para que volviéramos enteramente a él.

    A causa de su gran amor hacia nosotros, no quiso violentar nuestra libertad, aunque habría podido hacerlo. Antes bien, prefirió que nosotros nos acercáramos a él por amor. A causa de su amor por nosotros y por la obediencia a su Padre, Cristo aceptó gozosamente los insultos y la aflicción… De la misma manera, cuando los santos llegan a su plenitud, desbordando de amor por los demás y por la compasión hacia todos los hombres, se parecen a Dios.»

    San Isaac el Sirio (+700), monje y obispo, escritor y teólogo.

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