Un apunte para meditar. Recuerden, cuando conversaron en tertulia de amigos y llegaron muy probable a grandes conclusiones, mas solo con pequeñas soluciones.
Será bien cierto que vivimos agobiados por tan gran listado de malas noticias. Noticieros y reportajes descargaron sobre nosotros violencias, odios, muertes, penas e injusticias. Grandes noticias ocultaron las pequeñas cosas buenas.
= ¿Qué hacer ante tanto sufrimiento? Cada vez mejor informados de males que asolan la humanidad, y más impotentes.
= La tentación será inhibirnos y criticar a otros. ¿Qué haremos, yo mismo, por una convivencia más digna y feliz?
“El Reino de Dios se asemejará al grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo; fue la más pequeña de las semillas, pero al crecer será la mayor hortaliza, un gran árbol, y vendrán las aves del cielo y harán nido en sus ramas”, san Marcos c.4.
= Jesús de Nazaret lanzó un llamado a todos: siembren cada día pequeñas semillas de nueva humanidad. El Reino de Dios, humilde y modesto en sus orígenes, pasó desapercibido como la semilla más pequeña, destinado a crecer y fructificar de manera insospechada.
Recuperar esperanza, sembrar fraternidad, valorando los pequeños gestos. No seremos héroes cada día, mas sí invitados a poner luz y dignidad en los rincones oscuros de nuestro pequeño mundo:
.. un gesto amistoso al que vive desanimado,
.. una sonrisa acogedora al que siente la soledad,
.. una señal de cercanía a quien desespera,
.. un rayo de alegría y calor para el corazón agobiado.
= Fueron pequeñas semillas de Reino de Dios, que todos podremos sembrar en una sociedad compleja, que acaso olvidó el encanto de las cosas sencillas y buenas de cada día.