«Él te alimentó con el maná que tú no conocías ni conocieron tus padres, para hacerte reconocer que no solo de pan vive el hombre, que vive de todo cuanto sale de la boca de Dios», Deut. c.8.
Hoy es domingo. Fueron días muy difíciles, semanas y meses. Nuestros niños y niñas, sus familias, no quisieron renunciar a su Primera Comunión. Con las escuelas medio abiertas y las Iglesias medio cerradas todo fue posible, en algunos lugares.
La fiesta, el cariño, el temor, todo se mezcló para celebrar la Comunión, el Corpus. El señor JESÚS deseó quedarse con nosotros, con los más pequeños y los más mayores, con los enfermos. Él será para todos motivo de consuelo y alegría.
Presentaré con algún retraso unas súplicas recogidas de aquí y de allá, en la fiesta de los niños que nos recordó tanto la nuestra.
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Alabemos a Jesucristo, que se ofrece como alimento y compañero de viaje en el sacramento de la Comunión, «Tomen y coman, es mi cuerpo entregado por ustedes».
- Bendito y alabado, permaneceremos unidos formando un solo cuerpo.
- Bendito seas, Señor, desde cada sagrario intercedes por nosotros.
- Bendito seas, unidos a ti y vivir tu vida, en cada Misa.
Oremos a Jesús, que prometió quedarse entre nosotros , «Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin de los tiempos».
- El Cuerpo del Señor no pasó por sus calles, mas calmará los temores.
- Los niños recibieron a Jesús, gozarán de su amistad para siempre.
- Su Cuerpo fue ayuda para enfermos y cuidadoras, su paz y fuerza.
Escucha, Señor, nuestras oraciones, tú serás nuestro verdadero alimento: sacia nuestra hambre y sed de vida, de amor y de paz, que así fortalecidos nos dispongamos a vivir ahora y siempre, celebrando contigo y con nuestros seres queridos el banquete de tu Reino que no tendrá fin.
– Vean este pequeño comentario escrito por la fiesta del CORPUS, «Yo soy el Pan de vida», invitación a vivir la Misa y la vida de otro modo.
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Si gustan podrán escuchar aquí «Pange lingua gloriosi», modo gregoriano, himno eucarístico de santo Tomás de Aquino, Catholic Hymns, Gregorian Chantel.
Canta, oh lengua, el glorioso
misterio del Cuerpo
y de la Sangre preciosa
que el Rey de las naciones
Fruto de un vientre generoso
derramó en rescate del mundo.
Nos fue dado, nos nació
de una Virgen sin mancha;
y después de pasar su vida en el mundo,
una vez propagada la semilla de su palabra,
Terminó el tiempo de su destierro
Dando una admirable disposición.
En la noche de la Última Cena,
Sentado a la mesa con sus hermanos,
Después de observar plenamente
La ley sobre la comida legal,
se da con sus propias manos
Como alimento para los doce. …