La fidelidad, Tomás de Aquino

Verán hoy una oración deseando ser fiel, corresponder a tanto bien recibido. La «fidelidad» será la respuesta agradecida, aunque cueste sacrificio, llamada también lealtad.

Recuerden cómo la Biblia alabó en Abraham y Moisés su fidelidad, una fe cargada de afecto, hablando con Moisés como entre amigos.

– ¿Será posible hablar con Dios como con un amigo? Para santa Teresa será la mejor definición: «Orar es tratar de amistad muchas veces y a solas con quien sabemos que nos ama».

He aquí el texto del teólogo Tomás de Aquino (+1274) que oraba así ante el Crucifijo cada día, deseando tener un corazón semejante al de Cristo. También nosotros pediremos:

«SEÑOR, dame un corazón vigilante, que nada me arrastre lejos de ti; un corazón noble que ningún afecto rebaje ni adversidad lo rompa; un corazón libre que no domine ninguna pasión.
. . Concédeme una inteligencia que te conozca, una atención que te busque, una sabiduría que te encuentre, una vida que te complazca, una paciencia que te espere y una confianza que al fin te posea.
. . Deseo estar afligido por lo que tú sufriste, perdona mi pecado, quiero poner al servicio de los demás los bienes que tú me diste, gozar tus gozos en la casa del Padre, en tu gloria para siempre. Amén.»

____

¡Celebramos las 130.000 visitas en nicodemoblog!
Amigas, amigos, lectores, editores
gracias y cuiden la salud, propia y ajena.

Rohingyas, apartheid

= El pueblo Rohingya, la minoría musulmana que Myanmar (Birmania) no reconoce, continúa perseguida en el país budista =

La organización ‘Human Rights Watch‘ (HRW) acusó nuevamente al Gobierno de Birmania de mantener en régimen de “apartheid” a 130.000 rohingyas, creando campos de detención que hicieron de sus vidas algo insoportable.

El Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de Naciones Unidas dictó el pasado enero que el Gobierno debía amparar a los rohingyas, acusado por Gambia de cometer genocidio. “Myanmar no hizo nada para su regreso, haciendo imposible que vivan con dignidad” (HRW).

= Algunos dijeron que la muerte era más apetecible que vivir así. El estado de desesperanza es terrible =

‘Human Rights’ denunció que Myanmar fue construyendo instalaciones permanentes que refuerzan la segregación y niegan a los rohingyas su derecho a retomar sus vidas.

* Imagen: Campo de Dar Paing, Rajáin (Myanmar), G.Amarasinghe, AP.

__ __

22 dec 2020.- «Myanmar padece un resurgimiento de casos de covid-19. Millones de personas confinadas, incapaces de trabajar o asistir a clase. Con la llegada de temperaturas más bajas se espera que el número de infecciones siga creciendo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) habla de un “periodo de emergencia” para este pequeño país del Sudeste asiático.» (SJES-Rome)

Los fariseos

 – ¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, pues son unos hipócritas! Pagan el diezmo, pero no cumplen la Ley en lo que realmente importa: la justicia, la misericordia y la fidelidad.

La justicia, la misericordia y la fidelidad, tres virtudes hermanadas por Jesús de Nazaret. Las une el amor de verdad, el primer mandamiento: «Amarás a Dios con toda tu alma, con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo».

Fue bueno en el blog volver cada tiempo sobre el tema del ‘fariseísmo’, la religión de apariencias que tanto censuró Jesús en los evangelios.

Jesús de Nazaret nos pidió caminar en la verdad. Lo que agradará a Dios será la sinceridad de corazón, la misericordia y la justicia, que limpiarán de oscuro egoísmo y falsedad nuestra vida.

– Los fariseos presumen de cumplidores y critican a publicanos y pecadores, ‘Se creen superiores y desprecian a los demás’, san Lucas c.18. El fariseo será el personaje falso y acusador.

En otra ocasión hablamos de «Falsos dioses y falsos profetas». Algunos darán vueltas al tema de Dios, o de lo verdadero y falso de la doctrina. Lo que importa será ‘la nueva humanidad’, la recuperación y el cuidado de la vida y las personas.

– Busquen el Reino de Dios y su justicia, lo demás se les dará por añadidura.
– Sean perfectos, sean misericordiosos, como su padre del cielo.
– Ustedes son la luz del mundo y la sal de la tierra.

__

Cf. San Mateo: c.23 y c.5.

El leproso

Rembrandt | Cristo cura al leproso

«Al bajar Jesús del monte se le acercó un leproso: ‘Señor, si quieres, puedes limpiarme’. Extendió Jesús la mano y lo tocó: ‘Quiero, queda limpio’. Y enseguida quedó limpio de la lepra», san Mateo c.8.

Los gestos de acogida y de misericordia hicieron realidad la bienaventuranza de la misericordia; para el poeta y el lector será un llamado: ¡Anda, haz tú lo mismo!

Verán aquí un viejo poema, canto de agradecimiento y de alegría. El autor se vio identificado con el enfermo leproso del evangelio, y en su meditar sentirá cercano el gesto de Jesús de Nazaret que lo toca y cura, como también el abrazo cariñoso al pródigo.

De Simeón Nuevo Teólogo, Monje y poeta ortodoxo (+1022):

«Antes de que brillara la luz divina,
no me conocía a mí mismo.
Viéndome entonces en las tinieblas y en la prisión,
caí a los pies de aquel que me había iluminado.
Y aquel que me había iluminado toca con sus manos
mis ataduras y mis heridas;
allí donde su mano toca y donde su dedo se acerca,
caen inmediatamente mis ataduras,
desaparecen las heridas, y toda suciedad.
Extraña maravilla: mi carne, mi alma y mi cuerpo
participan de la gloria divina.

Desde que fui purificado
y liberado de mis ataduras,
me tiende una mano divina,
me saca enteramente del lodazal,
me abraza, se echa a mi cuello,
me cubre de besos.
Es la luz que me arrebata y me sostiene;
me arrastra hacia una gran luz.
Me ha regalado una vida inmortal
y me ha dado unas sandalias, anillo y corona
incorruptibles y eternos.»

La lámpara de la fe / los santos y difuntos

«Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo.» (san Juan c.17)

En estos días de los santos y los difuntos recordarán la fe tan necesaria y la esperanza, compañeras del amor que sentimos y nunca muere.

«A medianoche se oyó una voz: Ya viene el esposo, salgan a su encuentro. Las jóvenes marcharon con sus lámparas, mas algunas exclamaron: ¡Nuestras lámparas se apagan, se acabó el aceite!», san Mateo c.25.

Regresaron las noches más largas al final del día y de la vida, la luz que poco a poco marchará. Aguardaremos el alba en descanso pero alerta por si amanece como esperamos.

  • Dijeron que al morir se apagarán por un tiempo las luces, mas quedará tenue la luz de la fe en impaciente espera y las brasas del amor vivido, también el deseo de amar y vivir sin fin.

  • Dijeron que el aceite será la Fe, alimento de la llama del buen Amor, lo que más importa. Si fallare la fe o perdieran la Esperanza, el amor se debilitará ante tanto daño y desamor.

– Cuando regrese el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe en la tierra?
– El amor se enfriará en muchos. El que se mantenga fiel, se salvará.
– Estén despiertos, porque no saben en qué día vendrá su Señor.

Las tres virtudes se necesitan, unidas serán fuertes, mas la fe sin amor o la espera sin fe, vendrá oscuridad y temor. Por eso en la noche siempre fue necesario amar, rezar y cantar.

. . En el sueño de la noche
mantén en tu LUZ el aceite de mi lámpara,
la fe de mi alma, Señor, en el sueño de la noche.

. . En el sueño de la noche
aleja de mí al espíritu maligno,
sus voces impuras, Señor, en el sueño de la noche.

. . En el sueño de la noche
encienda tu AMOR la plegaria de mi pecho,
mi más bello canto, Señor, en el sueño de la noche.

. . En el sueño de la noche
renueva el ardor de mis fuerzas abatidas,
con brazo robusto, Señor, en el sueño de la noche.

SEÑOR DIOS, que tu Espíritu santo encienda en nosotros una luz interior suave pero firme / que quite las sombras de la duda y limpie la tiniebla de la desesperanza / que nos ilumine cuando en verdad no sabemos qué hacer.

__

Casi sin pensar vinieron a la memoria estos versos de santa Teresa de Ávila que recordarán:

Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí:
cuando el corazón le di
puso en él este letrero,
‘que muero porque no muero’.