el mundo la religión las personas / dioses y creencias

# En esta 2ª entrada veremos ‘La noche estrellada’ de Vincent van Gogh, pintada en 1889 meses antes del final de su vida. Fue la panorámica que observó van Gogh desde la ventana de la clínica de Saint-Rémy. En medio de la noche más oscura, en lo alto y a lo lejos, entre fantasmas, brilló la luz.

Nos transmite así los sentimientos de melancolía y soledad que aquejaron al pintor. En carta a su hermano Théo dirá: ‘La necesidad de Dios me impulsa a salir de noche para pintar las estrellas’.

# Ante la necesidad de Dios, fueron muchas las preguntas, es larga la lista de cuestiones sobre Dios: ¿Por qué Dios, quién es Dios, dónde está Dios, cómo es Dios, qué quiere Dios…?

Dice la tradición que San Pablo encontró en Atenas un monumento ‘Al Dios desconocido’. ¿Será posible conocer a Dios? Los estudiosos del tema, los teólogos, responderán por aproximación, cuando se preguntan, también nosotros, si es posible el conocimiento y la comunicación con Dios, con Jesús, la oración, o se preguntan por el futuro y el principio del universo, o por el mucho mal que hay en el mundo, y nos preguntamos qué fue de nuestros familiares y amigos desaparecidos, sobre la muerte y la resurrección, si finalmente la Luz iluminará la oscura noche estrellada.

    «Dios es un misterio que nos sobrepasa, que no podemos poner dentro de una caja conceptual. Yo no dejo de creer en él, pero no lo entiendo. A través de la oración, he pedido fuerzas para asumir la pérdida de mi hijo» /Francesc Torralba

(Verán en comentario semejantes e interpelantes cuestiones del escritor Manuel Vicent ante la pérdida de un ser querido)

El creyente, sincero y humilde, sabe por experiencia que dando vueltas con la cabeza llegará a casi nada, que la respuesta a estas cuestiones es JESUCRISTO, su persona y su mensaje, su Proyecto de nueva Humanidad y mi Sí personal al Dios de Jesús.

    – Un solo Señor, una sola Fe, un solo Bautismo, una sola Esperanza en Jesucristo, un solo Dios y Padre de todos, que es Todo en todos.
    – Esta vez diré las peticiones de la oración de Jesús de Nazaret: ‘Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad’.

    – Cual ríos caudalosos y profundos, las varias culturas y religiones, con su parte de vida y de verdad, confluyen todas en el Mar inmenso del Dios sublime, alfarero principal y padre nuestro.

# Me preguntaré pues qué es orar, cómo orar, será un camino cierto para llegar a Dios y vivir la fe, y me lo explicaron así:

. . Orar es expresión de una fe en ‘El Invisible’. Expresión de fe porque mira sin ver, habla sin oír, se fía porque ama. Orar será llamar a la puerta y esperar, ¿Eres tú, Señor?
. . Orar es hacer silencio, haciendo un lugar para el divino Huésped. Orar es amar y ser amado, conversar. Él me regala el ser, me abraza y me pregunta, ¿Me amas?

Estas u otras palabras invitarán a ver a Dios y oír su voz cada uno por sí mismo. Diversidad de vivencias, religiones, culturas y modos de entender la misma Divinidad y de dirigirse a ella, ¿Quién eres, Señor?

# La tradición judeo-cristiana hablará de un Dios que quiso darse a conocer, tomando la palabra en modos y épocas diferentes, por medio de profetas, entre controversias… Últimamente con mayor claridad y sencillez en JESUCRISTO, de Nazaret, el Hijo de Dios hecho hombre, Dios con nosotros ¿Quién dicen que soy yo?

    – Estaremos cerca del Misterio personal, nuestro y del mismo Señor, misterio que no se posee ni se domina del todo, solo se recibe y se entrega libremente y por amor.

Con estos versos algo quiso expresar el poeta, aproximándose:

    Hazme, Señor, atento y silencioso
    a esta llama interior que late en mí,
    a esta fuerza de piedras que se juntan
    y ascienden como un templo para ti.

    Que suene en mi interior, hueco y profundo,
    el gran eco pausado de tu voz.
    Que yo escuche, medite, mientras tú haces
    tus palabras en mí verdad, Señor.

    –Francisco Aparicio

# Al principio de su libro ‘Ejercicios espirituales’, san Ignacio de Loyola presentó un primer fundamento, su apuesta de fe, un vínculo personal con Dios que parece posible y sincero:

    «El hombre fue creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor, y así salvar su ánima.
    . . Las otras cosas son creadas para que le ayuden a conseguir el fin para el que fue creado»
    /Ejercicios espirituales 23

Principio de realidad, sentido de vida para tomar buenas decisiones, renunciando si fuera menester para no errar en el camino, dejando a un lado otros dioses y preferencias, para adorar al único Dios verdadero que nos quiere hombres y mujeres libres, fraternos. Será el evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
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Por el reciente aniversario ignaciano, recordando su conversión, podrán ver si gustan el corto de animación ‘Ignacio de Loyola. Hallar a Dios en todo’, resumen inspirado en su Autobiografía.

Loyola nos contará su propia historia invitando a releer la nuestra, para ponernos también en camino y reiniciar la vida.

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(1) En comentario verán el Sí de Pierre Teilhard de Chardin, su acto de fe, su oración personal.

(2) Tal vez como contraste en comentario unas cuestiones del escritor Manuel Vicent, interpelantes. La respuesta pareció quedar en la superficie del problema y del tema.

(3) Vean también nuestro post «El Dios de Jesús».

(5) Magnífica confesión de fe del Papa Francisco en su juventud, el credo del padre Jorge Bergoglio, podrán leerlo en comentario.

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Con música de Beethoven, con la Sonata ‘Claro de luna’, verán aquí 27 cuadros de Van Gogh. La naturaleza, el cielo estrellado, los campos cultivados, descansan y acercan de Dios al artista enfermo.

Venga a nosotros tu Reino

    «Jesús dijo a sus discípulos: Si quieren ser mis seguidores, deberán dejar su propia vida, tomar su cruz y seguirme.
    – La mies es abundante. Rueguen que el Señor envíe obreros a su mies.
    – Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos, enseñando lo que yo les mandé. Yo estaré con ustedes siempre»
    /Cf. evangelio san Mateo.

# Prosiguen en esta 2ª parte los capítulos del recuerdo, para agradecer y explicar el por qué y para qué de una opción de vida así, misionera, dejándolo todo. Fue por la relación de amistad con el Señor Jesús, y la invitación reiterada a colaborar en su Plan de recuperación, por una humanidad más fraterna y reconciliada, bendiciendo, curando, perdonando. Él nos necesita. Para llegar hasta allí habrá de recorrer un largo camino de estudio y trabajo en diversos lugares, duro en ocasiones, en soledad pero siempre en Compañía, ilusionado, sin faltar momentos de desánimo, un camino al fin ya casi ahora acabado, contento al escribirles estos sentimientos aquí, buscando ante todo la gloria de Dios y la ayuda del prójimo, como prometido.

# Será el tiempo ya de preparación y estudios para la misión. ¿Qué fue como el corazón del paso dado? Ayudar y acompañar las personas, muchas buscadoras de luz y sentido para su vida, aportando uno su propia fe y esperanza, deseando ahora los cambios que se observaron entonces en personas y ambientes con Jesús y sus discípulos, en los primeros siglos y más tarde. Semilla de Humanidad nueva, solidaria y compasiva, en marcha con la colaboración de seguidoras y discípulos del Señor, trabajando juntos por su Reino de paz y fraternidad, sin abandonar a pesar de los nubarrones y las resistencias. Así lo conté hace tiempo.

    «En los comienzos de su predicación, el Maestro de Galilea buscó gente inquieta y generosa. Bastó un gesto del gran Maestro para que Mateo se embarcara en la aventura de seguirlo:
    – Maestro Jesús, quiero seguirte, vivir y trabajar contigo para siempre.
    – Ven conmigo, Mateo, déjalo todo ahora mismo y sígueme»

Colaborar con lo propio de cada uno, escuchando mucho, comprendiendo las personas y amando sin diferencias. Más que palabras, importará la propia vida, la alegría y convicción del discípulo, cautivado y enamorado por el Señor y su Reino, ‘Los llamó para que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar’.

    – Jesús, siguiendo el estilo de los antiguos profetas como Amós, recorre los pueblos predicando la buena noticia del Reino. Jesús vivió en medio de la gente, y quiso que sus discípulos hicieran lo mismo. Enseñó el camino que lleva a Dios y expulsó los demonios que paralizaban a tanta gente, que les sometían en su dignidad de hijos de Dios. Jesús levantó a tanta gente caída y marginada y enseñó que el amor de Dios nos salva. Nos enseñó a vivir este amor viviendo como Él. No se habla de una doctrina nueva, sino de Jesús, en su nombre, cumpliendo cuanto en él se significa.

# Grandes promesas y obligaciones. La pobreza del ser vencida por la gracia de Dios, quedará la pobreza del tener y de los afectos, deseando darlo todo sin quedarse con casi nada, la nombrada soledad del corazón, así como la libertad personal. Todo el ser comprometido por el Reino de Dios, paradojas del evangelio, sintiéndose libre pero obligado para la misión compartida por la obediencia, no deseando hacer de entrada el gusto propio ni la propia voluntad: compaginando, colaborando, cooperando. Costoso a veces, sacrificado. Ser como Jesús de Nazaret ‘célibe por el Reino de Dios’, será como vivir el mandamiento principal y el mandamiento nuevo juntos y a la vez, hasta sus últimas consecuencias, amar sin esperar a cambio. En cuerpo y alma para el Señor, para el Reino de Dios, para los que necesitan amor, lo buscan y no lo hallan. Siempre quedará la amistad sincera, también la de los colegas y amigos en el Señor, inolvidable. Todo será posible si hay vocación, llamada personal, con gracia de Dios y la entrega propia, a veces gratificada viendo el fruto, otras veces solo quedó la fidelidad, la fe y la espera. Una vez más ofreciéndose con la oración del Santo de Loyola:

    ‘Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad,
    mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad,
    todo mi haber y mi poseer,
    vos me lo disteis, a vos, Señor, lo torno.
    Todo es vuestro.
    Disponed de todo a vuestra voluntad,
    dadme vuestro amor y gracia que esto me basta’.

# Para todo ello será necesario el hábito del trabajo motivado, constante, y la oración de cada día, con las oscuridades y cansancio habituales del estudio y de la vida en común. Sin olvidar en efecto que la vida espiritual personal será imprescindible, más las tareas encomendadas por los demás, catequesis, grupos y otros. Los primeros años serán para echar un buen cimiento a la vocación, su conversión de raíz, cambio de vida, así como ‘nacer de nuevo’. Más tarde el duro y largo trabajo del estudio, no para conseguir un puesto, sino para ayudar mejor. Será con la poesía de Juan Ramón o la utopía de Rousseau. Desglosando más tarde el Credo y los Evangelios, el Mensaje, la Persona de Cristo y su Proyecto, su Reino. Fue la Teología que pedirá el hombre entero, la mente y el corazón, ideas claras y afectos sinceros, convicciones personales. Ya en el trabajo, recibiendo la misión para acompañar a jóvenes y mayores, caminando juntos, ofreciendo los valores evangélicos, no del tener y triunfar, sino de sanar y construir al modo compasivo de Jesús, su modo de proceder, ‘En todo amar y servir’. Como Él desde la confianza plena en el Padre, con amor divino e interior abundante, el Espíritu santo recibido, luego derramado en nuestros corazones para compartirlo. Casi como un sueño. Vendrán noches oscuras y limpios amaneceres, Getsemaní y Gólgota en pequeño, también pescas milagrosas y abrazo de paz, las satisfacciones del nuevo día ¡Es el Señor!

    – Señor, Dios nuestro,
    revístenos con las virtudes del Corazón de tu Hijo
    e inflámanos en sus mismos sentimientos,
    para que, conformados a su imagen,
    merezcamos participar de la redención eterna.

# Prepararse bien para llegar ahí, no solo sino en Compañía y con más gente, no mucha, que aprecia el sentido y verdad de esta vida nuestra, y la palabra dada en el sacerdocio de la Iglesia para el mundo. La gracia del Señor nos sigue ayudando, acompañando en el camino. Haciendo amigos, haciendo discípulos para el Señor, mandato de Jesús: ‘Hagan discípulos mios de todos los pueblos, enseñándoles lo aprendido conmigo’. Siempre a la búsqueda de nuevas respuestas que permitan continuar llevando la Palabra de Dios, la Luz del Evangelio, a todos los rincones de la Tierra, a los niños y los jóvenes, a todos, también de otras culturas y continentes. Ser misionero, al menos en espíritu, es algo irrenunciable para el buen discípulo. No muchas palabras, sino la verdad de cada día, rezada y agradecida, explicada, así como aquí y ahora, yo mismo desde el corazón, siempre teniendo a la vista la práctica posible de la misericordia y la reconciliación, con la ayuda del Señor que nos toma para seguir sus huellas, para que seamos hoy su palabra, su pan, sus manos, su corazón. Él cuenta conmigo, me necesita, nos necesitamos, por eso ahora recordé: ‘Yo vine para ofrecerle mi corazón, Él me esperaba para darme el suyo’.

# Viendo a lo lejos llegar la nueva Humanidad, ¡Venga a nosotros tu Reino! Jesús la presentó como una gran fiesta tras el examen del amor, un banquete nupcial y fraterno donde Él mismo será el novio que invita y el vino nuevo, el mejor. Recordaremos que se presentó como pan de vida, alimento nuestro y comunión entre nosotros, fuente de felicidad y de esperanza. Ahora, para su Iglesia y para cada uno, Jesucristo será asimismo aliento para el camino de regreso a la Casa del Padre que cada día y en el último día nos espera con los brazos abiertos. Está la mesa servida, ‘caliente el pan, envejecido el vino’. Él mismo se pondrá a servirnos agradecido por nuestra fe en el Hijo, admirado por mantenernos firmes en la espera, sin dejar oscurecer el amor a la vista de nuestros fallos, de los egoísmos y violencias del mundo viejo que acaba, ¡Bienaventurados los que trabajaron por la paz!. Esta es la llamada ‘teología’, hablar de Dios desde el corazón y con la vida, soñando en esa ‘tierra nueva’ apoyados en las Escrituras y la Tradición, en la propia vivencia ‘Serán mis testigos’. Parecerá imposible, utopía, y sin embargo nos consta el compromiso divino, será esperanza cierta. El Reino de Dios, resumen de los sueños de Dios, su Reino ya comenzado, aunque con altibajos, por eso rezaremos sin cesar, ‘Padre, que venga tu Reino, y no nos dejes caer en la tentación del desánimo’.

# Terminaré la 2ª parte con este ‘Padre nuestro’. Fue escrito para alguien con cáncer terminal que pudo dudar del amor de Dios por su silencio, pero al fin puso todo en sus manos, sintiéndose segura en las manos del Padre bueno, en sus brazos:

    «PADRE NUESTRO, padre de todos, padre del cielo,
    tú quieres sólo nuestro bien; cúmplase tu voluntad,
    tus mejores deseos, tu Reino;
    que todos te conozcan, te quieran y bendigan.

    . . Que de la casa no me aleje ni me pierda;
    sálvame, Señor,
    no dejes que de tu bondad dude ni desconfíe,
    que no caiga en la red del tentador.

    . . Da a todos cada día su alimento,
    que perdonemos siempre como tú nos perdonas;
    de la noche del mal líbranos y de la muerte en sombras,
    danos de tu vida cada día y de tu aliento»

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-Cf. nuestra entrada «Jesús, Mateo y la Magdalena»

-En comentario verán la ‘Oración del sacerdote’ de Michel Quoist, y el poema ‘Jesús no tiene manos’.

Santificado sea tu Nombre

    «Bendito sea Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda clase de bendiciones en Cristo; por cuanto nos eligió en Él para ser santos e inmaculados en su presencia en el amor». /Efesios c.1

Vean aquí estos apuntes, el pequeño resumen de la vida desde dentro, el interno sentir. Serán tres entradas tomando tres peticiones del Padre nuestro, un memorial de personas y un repaso de vivencias, con ánimo agradecido.

I . Fue el conocido libro ‘Confesiones’ de san Agustín que sugirió esta pequeña serie, una colección de situaciones y experiencias, siguiendo el esquema ignaciano del examen de la conciencia. Lo primero será caer en la cuenta y actuar la presencia cierta de Dios, lo segundo será recordar, dar gracias de corazón, haciendo memoria. Lo tercero será pedir luz para reconocer los errores y malentendidos, los pecados, con el deseo de curar heridas, dar y recibir el perdón generoso. Finalmente el examen ignaciano acaba pidiendo ayuda, gracia, para mejorar y arrepentir. Es examen y oración a la vez, no solo mirar a uno mismo hacia atrás, sino dejándose mirar por el Creador y Señor, que por su Espíritu santo me llevará de su mano para no desanimar, sino seguir adelante reconciliada y confiadamente. La memoria orante recordando, por el entendimiento reconociendo, y la voluntad removiendo para avanzar en el buen Camino, en la Verdad y la Vida que es nuestro Señor Jesucristo.

Esto que escribo no fue pensado tanto para ser leído, a no ser por uno mismo y por mi Señor, a su Bondad suma dedicado.

    Para ti mi Señor,
    mi memoria se hace canto y corazón,
    melodía suave y caricia a la vez,
    acto de fe y de entrega,
    don total.
    Recíbeme, Señor, tuyo quiero ser,
    que tú seas también mío.

II . La memoria primera será de las primeras personas. De ellas la primera de todas es Dios nuestro Creador y Señor, ‘Tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú nuestro alfarero: todos somos obra de tus manos’. De un modo o de otro, tomando las ayudas precisas, Él quiso mi existencia. Fue su voluntad que yo fuera, nada casual, pues no es frío su deseo sino amoroso y personal, la creación es obra de amor. ‘Él es antes que nada fuese y da el ser a todo lo que es, me regala el ser, me llama y me envía’. Más no sabemos, solo pensamos lo mejor, nuestro bien y felicidad, como Él mismo es. En general, pero también en particular, recordaré que ‘El hombre fue creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor’. El por qué será la libertad y el amor de Dios, donde solo hay amor sin ningún otro interés, y el para qué fui creado será la relación amable que expresan los tres verbos, ‘alabar, reverenciar y servir’, resumidos por Ignacio de Loyola en su expresión, ‘en todo amar y servir’, el sentido de toda una vida. Así lo piensa el creyente que soy, bautizado un 5 de junio y llevado a la Comunión con Jesucristo 7 años más tarde en la Iglesia del viejo colegio, luego sacerdote a los 27, hoy con mis 76 ¡Santificado sea tu nombre!

    En mi interior hallé
    que estabas junto a mí desde que fui creado,
    dando luz a mi vida, con esperanza y fe,
    alumbrando el camino que conduce
    a tu lado.

III . En segundo lugar los padres, hermanos y familia. Sin ellos nada hubiera sido posible. Su presencia, sus cuidados, su cariño, sus amores y sus miedos me llevaron a crecer dependiente pero poco a poco libre, yo mismo, con mis propios pensamientos y deseos. Me recuerdo caprichoso y receloso, aun siendo el último y más pequeño. Misterioso dicen, creo que sí. Algo solitario, poco de grupo, pero buenos amigos. Desde muy pronto tuve a Jesús y María también como amigos y compañeros a los que dirigirme, confidentes, sobre todo cuando me sentí menos apreciado en la casa o en los colegios. No derroché cariños ni tampoco recogí muchos, lo justo y necesario, antes de refugiarme en mi pequeño interior. Los inviernos colegio, obligaciones y deberes; los veranos libertad, más gente y novedades. Hacerse adolescente en verano, más adulto en invierno. Aire libre y calor de amigas y amigos el verano, prisionero y fría soledad los inviernos. A veces jugando a perderme, escaparme, esperando llegar sin saber. Más movido por el temor que por el amor. Al recordar veo más amor entonces a mi alrededor conmigo, que entonces no sentí. Agraciado pero desagradecido un tanto, pensando no merecer a pesar del esfuerzo.

IV . Fueron sensaciones confusas del recuerdo y la distancia. De las personas, agradecer mucho y pedir disculpas por las más cercanas. Los padres y hermanos, regalo tan valioso, encantador y amable. El buen padre siempre tan preocupado por todo y por todos, pero ocupado en sus asuntos y negocios. Poco trato ni conversación, receloso de mi educación no desbarate sus planes de gran profesional para su hijo más pequeño. Su preocupación pudo crear inquietud, ansiedad, en el estudio y el trabajo. Nada importante, sino la voluntad sincera de agradarle y corresponder. Ahora pienso si no fuera su dolor por pérdidas de seres muy queridos, así desengañado tal vez de Dios y su voluntad, ‘El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó’, como el santo Job. Las varias guerras pasadas debieron marcar fuertemente los ánimos de su generación, sus victorias y fracasos, también profesionales. Pocas palabras, mas lindas miradas y cariño, exigente, así como nuestro Dios, Padre de muchos silencios y corazón inquieto por todos nosotros, por cada uno.

V . Entre las primeras personas la madre, que como nuestro Señor nos dio su misma vida y existencia, compartida, así es nuestro Dios, por eso también es Madre nuestra. La mía siempre sufriendo, temerosa y muy piadosa. Leyendo nuestros pensamientos y adivinando los deseos, adelantándose a veces por complacer. Si castiga será por conseguir algo mejor. Su experiencia también de sufrir por la marcha de seres queridos, temerosa que pudiera repetirse en el más pequeño que era yo, como así fue. Las madres sospechan, sin preguntar saben las respuestas, las intuyen y esperan. Por eso las madres de verdad no pueden sino sufrir, rezar, ser dolorosas, temiendo lo peor por si llegara. Es la madre. Donde va el hijo va ella, siempre cerca, como ángel de la guarda, no te pierdas, mi niño. Amar sin sufrimiento no es amor verdadero, por eso Dios nuestro Señor quiso al hacerse como nosotros amar y sufrir, con su madre, sus hermanos, por sus amigos, discípulos y seguidoras, por todos. Y así continuará siendo, pues el buen amor conlleva dolor, mas nunca se acaba pues ‘no tiene fin’. El Evangelio de san Juan, discípulo amado, dirá que ‘Él nos amó hasta el extremo… Que dio la vida por los que ama’. Generosidad extrema que interpela. Por estas primeras y principales personas, un modelo, gracias mil y disculpas.

    «Esto dice el Señor: Yo la llevaré al desierto y le hablaré al corazón. Allí responderá como en los días de su juventud, como el día de su salida de Egipto. Me desposaré contigo para siempre» (Oseas c.2)

VI . En efecto, fue entrando con fuerza el deseo de dejarlo todo y marchar lejos de voluntario. Ese fue el título del libro prestado ‘Voluntarios’. La parte heroica de la vida cristiana que los padres jesuitas presentaban a sus alumnos en los famosos Ejercicios espirituales, encerrados en casas para retiros, con silencio, reflexiones que calan hondo e interpelan, ‘Y tú, ¿qué piensas hacer?’.

    «Sal a mi encuentro, buen Jesús, y dime
    que tu voz es el canto más sublime
    y que suena más límpido y profundo.

    Que hay en tu alma mucha más pureza
    y en tus ojos más luz y más belleza
    que en los soles y brisas de este mundo»

    (Julia Estevan)

Todo pudo quedar en nada, pero apareció una continuidad en el enamoramiento de Jesucristo y su Evangelio, en el deseo de tener trato íntimo con Él y de ponerse a su disposición para aventuras y misiones, para imitarlo, también imitando a santos y santas que como ‘Vidas ejemplares’ aparecían y escondía para no levantar sospechas. Trato pues muy personal, entrega mutua de todo corazón, yo siempre contigo, tú conmigo, o algo parecido y mucho más, que al recordar parece verdadero. Su mirada amable, su corazón herido, aquella imagen, y mi respuesta, ‘Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer, vos me lo disteis, a vos, Señor, lo torno. Todo es vuestro. Disponed de todo a vuestra voluntad, dadme vuestro amor y gracia que esto me basta’, la conocida oración de san Ignacio de Loyola. Lo pueden llamar mutua alianza o ingenua devoción adolescente. Fue así marcando señal, huella imborrable, que aparece y desaparece luego, en medio de otros amores y errores; mas el flechazo, la herida, serán más fuertes que otras pasajeras.

Prueba de aquellos calurosos instantes serán estos viejos versos piadosos del discípulo amado, aún actuales:

    Te adoro y te amo, mi señor,
    íntima presencia, abrazo infinito
    y mi todo, nada más.

    Estar contigo, amigo del alma,
    recostado en tu regazo,
    señor y dios mío, mi único amor.
    Decir mi sentir, llorar contigo
    amor, soledad y pena,
    tú me quedas, nada más.

    Vivir para ti esperando tu venir
    y al caer de la tarde descansar,
    amor de mi vida, solo en ti, nada más.

Hasta aquí fue todo antes de marchar lejos tan joven. Habrá más de esto, tal vez pronto. Esta primera parte quiso recuperar ‘el amor primero’, fue necesaria e importante, escrita para mí sin apenas interés para lectores, como un ‘Principio y fundamento’ personal, su testimonio… ¡Santificado sea tu nombre!

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Música Católica – Rema AdentroJunto al lago encontró a Pedro, Santiago y Juan, y les ofreció ser pescadores de hombres.
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– De las Confesiones de San Agustín, recuerden este bello texto de la experiencia de Dios, conocerlo desde los cinco sentidos personales ahora sanados:

    «Me llamaste y clamaste y quebraste mi sordera,
    brillaste y resplandeciste y curaste mi ceguera,
    exhalaste tu perfume y lo aspiré y ahora te anhelo,
    gusté de ti y ahora siento hambre y sed de ti,
    me tocaste y deseé con ansia la paz que procede de ti»

– En comentario verán una reflexión de santa Catalina de Siena sobre la creación y redención de nuestra naturaleza humana.

final | aniversario


«Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida»

Miguel Hernández


-El blog ‘nicodemo’ quiso compartir su pensar e inquietudes, su vivencia.
-Admiración por el bien y la belleza, su interés por lo divino, ante el mal impotencia.
-Quedará corregir y actualizar.
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Resumen:
inicio… 2011
entradas… 785
temas… 75
visitas… 210.700

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Este día celebran los 400 años: el 12 de marzo de 1622 el Papa Gregorio xv canonizó en Roma a Ignacio de Loyola y a Francisco de Javier.

Finalizado ya el 500 Aniversario de la herida y conversión de san Ignacio, interesados podrán descargar esta publicación: Jesuits_2022.

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En Loyola como en Roma, desde Chihuahua o Manila, los grupos y personas unidas a los Jesuitas, recitarán esta oración escrita por el Padre Pedro Arrupe en 1972, ofreciéndose al Corazón de Cristo para amar y servir en todo, despidiendo así este Aniversario Ignaciano:

«PADRE ETERNO, orando Ignacio en la Capilla de La Storta -Roma- quisiste aceptar su petición, por intercesión de Nuestra Señora, de ‘ser puesto con tu Hijo’. Le aseguraste: ‘Yo estaré con vosotros’, y JESÚS portando la Cruz lo admitió como su servidor: ‘Quiero que tú nos sirvas’.
. . Nosotros repetiremos hoy la súplica para ser puestos con tu Hijo, viendo la cruz a la que JESÚS está clavado, con el costado traspasado y abierto en señal de su amor a Ti y a toda la humanidad.
. . Renovamos la consagración de la Compañía al Corazón de JESÚS y te prometemos la mayor fidelidad, pidiendo tu gracia para servirte a Ti y a tu Hijo con el mismo espíritu y fervor de Ignacio y sus compañeros. Delante de la Cruz, decimos hoy desde lo más hondo de nuestro ser:

Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer; Vos me lo disteis; a Vos, Señor, lo torno; todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad; dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta.»
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(«Tomad, Señor, y recibid», Oración de san Ignacio, Grupo Jesuitas Acústico)

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= Podrán ver la colección de entradas «Aniversario ignaciano», y otros temas, eBook, pdf.

Loyola aniversario, y 9 / gracias

IGNATIUS 500 | AÑO IGNACIANO

– Todo comenzó un 20 de mayo de 1521 con la herida de san Ignacio en la fortaleza de Pamplona, derrotado y desanimado.
– Pasará nueve meses en su casa de Loyola donde se recupera y sueña, tiempo también de luchas interiores.
– Más tarde descubrió al Cristo como algo nuevo e iluminador ¡Déjalo todo y ponte en camino! Ignacio obedeció el llamado y fue peregrino.
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Homenaje y agradecimiento a quienes de un modo o de otro, inspirados en Ignacio de Loyola, dieron su vida por servir y ayudar a los prójimos, a lo largo de los años en muchos trabajos y tantos lugares.

«Vosotros que escuchasteis la llamada
de viva voz que Cristo os dirigía,
abrid nuestro vivir y nuestra alma
al mensaje de amor que él nos envía.

Vosotros que invitados al banquete
gustasteis el sabor del nuevo vino,
llenad el vaso del amor que ofrece,
al sediento de Dios en su camino.

Vosotros que lo visteis ya glorioso,
hecho Señor de gloria sempiterna,
haced que nuestro amor conozca el gozo
de vivir junto a él la vida eterna.»

–Francesc Malgosa

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«Demandaré conocimiento interno
de tanto bien recibido, para que yo,
enteramente reconociendo,
pueda en todo
amar y servir a su divina majestad»

(Ignacio de Loyola, Ejercicios)

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ANIVERSARIO IGNACIANO EN NICODEMOBLOG -ÍNDICE

20 mayo : Loyola aniversario -1
20 junio : Loyola aniversario -2 / Goya
20 julio : Loyola aniversario -3 / los Ejercicios
20 agosto : Loyola aniversario -4 / Casaldáliga
20 septiembre : Loyola aniversario -5 / JHS
20 octubre : Loyola aniversario -6 / cerca de ti
20 noviembre : Loyola aniversario -7 / resumen
20 diciembre : Loyola aniversario -8 / nuevas metas
20 enero : Loyola aniversario, y 9 / gracias

· I H S ·

(Podrán ver aquí en pdf la colección de estos temas ignacianos y otros)

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En Loyola como en Roma, desde Chihuahua o Manila
, los grupos y personas unidas a los Jesuitas recitarán esta oración escrita por el Padre Pedro Arrupe en 1972, ofreciéndose al Corazón de Cristo para amar y servir en todo, despidiendo así este Aniversario ignaciano:

“Padre Eterno: Orando Ignacio en la capilla de La Storta -Roma- quisiste aceptar su petición, por intercesión de Nuestra Señora, de «ser puesto con tu Hijo». Le aseguraste, «Yo estaré con vosotros», y Jesús, portando la Cruz, lo admitió como su servidor: «Quiero que tú nos sirvas».
Nosotros repetiremos hoy la súplica para ser puestos con tu Hijo, viendo la cruz a la que Jesús está clavado, con el costado traspasado y abierto en señal de su amor a Ti y a toda la humanidad.
Renovamos la consagración de la Compañía al Corazón de Jesús y te prometemos la mayor fidelidad, pidiendo tu gracia para servirte a Ti y a tu Hijo con el mismo espíritu y fervor de Ignacio y sus compañeros.
Delante de la Cruz, decimos hoy desde lo más hondo de nuestro ser:

«Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer; Vos me lo disteis; a Vos, Señor, lo torno; todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad; dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta».

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Loyola aniversario -8 / nuevas metas

IGNATIUS 500 | AÑO IGNACIANO

Celebrando los 500 años de la conversión, el cambio grande de san Ignacio, sus metas nuevas.

– El gran cambio de Loyola fue en compañía de otros jóvenes amigos, locos también por Cristo, juntos para andar ‘nuevos caminos’.

Con la ocasión nos recordaron las nuevas metas y preferencias que ofrecen hoy, deseando actualizar los caminos:

1 . Un camino para el encuentro con Jesucristo, en los Ejercicios espirituales y el discernimiento.
2 . Un camino junto a las personas con necesidad, en la hospitalidad y el cuidado de su dignidad: los menores, los migrantes.

3 . Caminar acompañando la juventud, por un futuro esperanzador, en un mundo reconciliado y en paz.
4 . Caminar juntos en el cuidado de la Casa común, en el respeto a la creación, en una vida justa y digna para todos.

* Imagen: San Ignacio caminando, W. McElcheran, Canadá.
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«Señor Jesús, te damos gracias por habernos llamado, y te rogamos no olvides tu promesa de estar con nosotros hasta el fin de los tiempos. Con frecuencia nos invade el sentimiento de haber trabajado en vano toda la noche olvidando quizá que tú estás con nosotros.»

–Adolfo de Nicolás SJ. Tokio +2020.

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Caminar tras las huellas de Cristo, en lo fácil y lo difícil. La oración medieval ‘Alma de Cristo‘ fue frecuente en Ignacio de Loyola, repetida en los Ejercicios espirituales, pidiendo a su rey y señor la gracia del seguimiento. Verán aquí cantado el texto latino, música de Marco Frisina. (Texto latino en comentario)

Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
.. Pasión de Cristo, confórtame.
Oh buen Jesús, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
.. Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame,
y mándame ir a Ti,
para que con tus santos te alabe.

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* FELIZ NAVIDAD *
En los 500 años de la herida de s Ignacio
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La indiferencia

Verán algunas cuestiones que se presentaron. Así por la ‘indiferencia‘ se notó la facilidad para pasar de largo apartando la mirada, o bien no saber bien qué hacer. Encontré varios tipos de indiferencia.

Instalados en una ‘cultura de la intrascendencia’, se confundió lo valioso con lo útil, lo bueno con lo que apetece, la felicidad con el bienestar.

A .- En primer lugar la indiferencia moral. Ante tanto mal injusto el Papa Francisco dirá: ‘Desafiemos la globalización de la indiferencia, como si no pasara nada, ante las trágicas injusticias que exigen respuesta’.

    – Creció la falta de sensibilidad ante el sufrimiento ajeno, pasar de largo.
    – La indiferencia será la gran enfermedad e injusticia de nuestro tiempo, el silencio.

Recordarán la canción de León Gieco, aquí en versión de la argentina Mercedes Sosa, que podrán escuchar abajo:

    Solo le pido a Dios
    Que el dolor no me sea indiferente
    Que la reseca muerte no me encuentre
    Vacía y sola sin haber hecho lo suficiente.

    Solo le pido a Dios
    Que la guerra no me sea indiferente
    Es un monstruo grande y pisa fuerte
    Toda la pobre inocencia de la gente.

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B .- También la indiferencia religiosa. Más que ateos o agnósticos, este tiempo con sus crisis nos hizo indiferentes.

    – Despreocupados, sin inquietud religiosa aparente.
    – Decepcionados, con dudas no resueltas, sin deseo de hablar de Dios.

O verán gente viviendo con una piedad y una práctica religiosa rutinaria y fría. Jesús de Nazaret lo denunció: ‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí’.
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C .- La indiferencia de espíritu será otra cosa: si me siento libre o me veo atado para elegir, deseando hacer lo más justo y coherente con mi sentido de vida, la llamada ‘voluntad de Dios’.

+ Que tu Espíritu encienda en nosotros una luz interior que quite las sombras de la duda, que nos ilumine cuando en verdad no sabemos qué hacer +

En los Ejercicios espirituales Ignacio de Loyola propuso este principio de libertad, la indiferencia, previo a tomar una buena decisión, con el discernimiento:

    ‘Usarán de todo cuanto ayude para el fin de su vida, y dejarán lo que estorbe. Será menester hacernos indiferentes, no queriendo más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, vida larga que corta, etcétera, deseando y eligiendo lo que más les ayude para el fin que fueron creados’.

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Educar en la fe | Sínodo

Reapareció la cuestión sobre la fe, si se hereda o se recibe, en la familia o la escuela. Educar en la fe, acompañarla, no será tarea fácil. Que los hijos vivan libremente su adhesión a Jesucristo, que puedan vivir el Evangelio y se sientan atendidos en medio de la oscuridad.

Algo así quisieran expresar estos versos de Gerardo Diego:

Están mis ojos cansados
de tanto ver luz sin ver;
por la oscuridad del mundo,
voy como un ciego que ve.

Tú que diste vista al ciego
y a Nicodemo también,
filtra en mis secas pupilas
dos gotas frescas de fe.

(Imagen: Fraternidad, dibujo de Cerezo Barredo, Koinonia, El Salvador)
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Los jóvenes aprenderán a ser buenos creyentes en una sociedad descreída y muy tecnificada, urgiéndonos a nosotros a vivir una fe personal y valiente:

+ una fe personal, decisión propia;
+ una fe sincera, libre y bien formada;
+ una fe en comunidad, compartida, gozosa;
+ una fe valiente, abierta y comprometida.

«La crisis religiosa ahora será desinterés e indiferencia, no ateísmo ni agnosticismo. No habrá preguntas ni dudas ni crisis de fe.» (JA. Pagola)

En la educación de la fe será importante el ejemplo de los mayores. Que los ‘nuevos cristianos’ vean modelos atractivos, verdaderos, con metas, por una religión renovada en un mundo más fraterno. Un reto para padres, catequistas, educadores, amigos.

¿Cómo transmitir hoy nuestra fe? Unas sugerencias prácticas para empezar, si estamos siguiendo a Cristo desde el movimiento iniciado por el de Loyola, para vivir los Ejercicios espirituales en la vida diaria…

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«CAMINAR UNIDOS». Estaremos atentos a los trabajos y conclusiones del futuro SíNODO 2021-2023: Comunión, Participación, Misión. Será necesario renovar el lenguaje y la vivencia de la FE, una mentalidad más sencilla y acogedora.

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SíNODO 2021
Oración al Espíritu santo

El Papa Francisco
Roma 9 de octubre 2021

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VEN, ESPÍRITU SANTO. Tú que suscitas lenguas nuevas y pones palabras de vida, líbranos de convertirnos en una Iglesia de museo, hermosa pero muda, con mucho pasado y poco futuro.
. . VEN en medio nuestro para que en la experiencia sinodal no nos dejemos abrumar por el desencanto, no diluyamos la profecía, no reduzcamos todo a discusiones estériles.
. . VEN, Espíritu Santo de amor, dispón nuestros corazones a la escucha, renueva al santo Pueblo de Dios, renueva la faz de la tierra. Amén.

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# Hoy 25 de noviembre celebramos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Trabajemos unidos por una educación en igualdad para erradicar esta lacra.

Loyola aniversario -7 / resumen

IGNATIUS 500 | AÑO IGNACIANO
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Nos necesita
nos quiere colaborando,
cada uno a su tiempo
en su momento.

No fue demasiado tarde
para llegar a tiempo,
el trabajo será renuncias
también bendiciones.

Todos pueden aportar
sus amores, sus penas e ilusiones,
quedó por hacer tanto.

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Por el aniversario ignaciano, recordando su conversión, podrán ver el corto de animación “Ignacio de Loyola. Hallar a Dios en todo”, resumen inspirado en su Autobiografía.

Loyola nos contará su propia historia invitando a releer la nuestra, para ponernos también en camino y reiniciar la vida.

* Producida por los jesuitas de los Países Bajos. Guion de Rick Timmermans e ilustraciones de Jedi Noordegraaf.
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Parece que esta oración fue en carta de Ignacio de Loyola a su compañero y amigo Francisco de Javier, en misión por extremo Oriente:

«Señor Jesús, enséñame a ser generoso. Enséñame a servirte como Tú mereces; a dar sin contar el costo, a luchar sin reparar en heridas, a laborar sin buscar descanso, a trabajar sin pedir recompensa, solo saber que cumplo tu voluntad.»

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«La última puerta», himno en homenaje a las víctimas del COVID en este año ignaciano, su encuentro final, por el pasado 2 de noviembre memoria de los difuntos. Letra Rdez.Olaizola, música C.Fones.

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# Verán también en comentario la oración de una monja benedictina pidiendo la renovación plena, la conversión, desde su experiencia personal de comunión con el Cuerpo de Cristo.

# Hoy 20 de noviembre el Día Universal del Niño. Aniversario de la Declaración Universal de Derechos del Niño, ONU 1959. Por un futuro mejor para todos los niños y niñas del mundo. Recordar que la infancia es el colectivo más vulnerable, el que más sufre nuestras crisis y problemas: guerras, pandemia, migración, clima, escasez de agua y alimentos.

Francisco de Borja / Diario

Celebrando el Aniversario ignaciano, recordamos a san Francisco de Borja, coetáneo de Ignacio de Loyola, con quien trató, a quien admiró y deseó seguir. En aquellos tiempos difíciles, se ayudaron mutuamente para llevar adelante sus planes.

Por la ocasión de la fiesta de san Borja el pasado Octubre, vimos que fue Gran señor en su época, 1510-1572, duque de Gandía, España, amigo y consejero de reyes y emperadores, nieto de Papas y jesuita.

Borja tuvo su propia ‘conversión’ ya maduro, a sus 30 años bien cumplidos. Como el de Loyola, Borja hizo un mes entero de Ejercicios espirituales, prometió dejarlo todo y así lo hizo.

Hombre muy culto, renacentista, gran gusto por las artes, la música, el canto, y sobre todo una fuerte tendencia a lo espiritual y religioso. Desengañado del mundo, amores y vanidades, decidió servir solamente al Rey eterno.

Siendo ya superior de la Orden de los jesuitas, Borja hizo por Latinoamérica cuanto pudo enviando gentes y recursos, La Florida, México, Perú, con iniciativas educativas y culturales, con respeto por lenguas y costumbres de aquellos pueblos, la ‘América española’.

Teniendo en mis manos su ‘Diario espiritual’, notas escritas después de su meditar y rezar, pensé ofrecer una selección de textos de su Diario espiritual, para lectores y lectoras de este blog en su mayoría latinos.

Estaremos hablando de los años 1565 a 1572, siendo Francisco de Borja gran General de la Orden, apuntes de Borja para sí mismo tras sus rezos cotidianos, siguiendo las pautas del maestro de Loyola: escribir.. repetir.. recordar.. agradecer.. avanzar.

Sus deseos para Dios Padre Creador
su modo de ver a Dios …
Sus deseos para Jesucristo hijo de Dios Redentor
su modo de ver a Jesucristo …
Sus deseos para el Espíritu Santo santificador
su modo de ver al Espíritu santo y la Iglesia.

Podrán descargar aquí una selección del ‘DIARIO de BORJA’, eBook, pdf.
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Como casi todos los santos, Borja tuvo gran devoción por la cruz y la pasión de Cristo meditada con frecuencia. Podemos imaginar que quisiera recitar con nosotros esta oración ya popular en su época:

Alma de Cristo, santifícame
Cuerpo de Cristo, sálvame
Sangre de Cristo, embriágame
Agua del costado de Cristo, lávame

Pasión de Cristo, confórtame
Oh buen Jesús, óyeme
Dentro de tus llagas, escóndeme
No permitas que me aparte de Ti

Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame
Mándame ir a ti, para que con tus santos te alabe,
por los siglos de los siglos. Amén.

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* Escudo, Casa ducal, Gandía.

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