Mi calendario dice que GANDHI oraba con estas palabras donde pide mantenerse libre, exigente consigo mismo y generoso con los demás.
Señor, ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes
y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón,
si me das éxito, no me quites la humildad,
si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla,
no me dejes inculpar de traición a los demás
por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo
y a no juzgarme como a los demás,
no me dejes caer en el orgullo si triunfo,
ni en la desesperación si fracaso.
Enséñame que perdonar
es un signo de grandeza y que la venganza
es una señal de bajeza.
¡Señor, si yo me olvido de tí,
nunca te olvides de mí!
Muchas personas estarán interesadas en saber qué opinaba Gandhi sobre Cristo y la fe cristiana.
a – Gandhi fue buen conocedor de las enseñanzas de JESÚS DE NAZARET, pero dijo que no todo lo que lleva el nombre de cristiano lo es.
“No conozco a nadie que haya hecho más por la humanidad que Jesús. No hay nada que criticar a la fe cristiana; el problema son ustedes los cristianos cuando no se esfuerzan en vivir sus enseñanzas”.
b – Para Gandhi será en el SERMÓN DE LA MONTAÑA del evangelio de san Mateo, en las Bienaventuranzas, donde encontrar las verdaderas claves para la vida.
Para algunos cristianos y sus dirigentes el «Sermón del monte» es utópico, irrealizable, revolucionario, no están interesados. Se equivocan, se trata de una mentalidad nueva, inspiradora y exigente, una apuesta firme por la autenticidad, contra el fariseísmo y las medias tintas.
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