En ocasiones difíciles vino a la mente y a los labios un sincero ¿Por qué permites, Señor? Nos pareció insultar a Dios al pedirle cuentas del mal.
– El mal del mundo, el sufrimiento de inocentes, la infancia maltratada, buscamos una explicación, y nada, solo el silencio.
Nuestra fe en el Dios amor revelado por Jesús de Nazaret, pareció venirse abajo. Las duras palabras de Jesús desde la Cruz, ¡Dios mío, por qué me has abandonado!, pero en la Cruz solo hay amor.
* Imagen: bombardeos en Gaza.
Escuché días pasados esta poesía del cantautor José Luis Perales. Sus poemas cantan el dolor por el sufrimiento y la soledad en la vertiente romántica, pero también humanitaria, buscando hacer entre todos un mundo más amable y más justo.
«DIME, ¿por que la gente no sonríe?
¿por que las armas en las manos?
¿por que los hombres malheridos?
Dime, ¿por que los niños maltratados?
¿por que los viejos olvidados?
¿por que los sueños prohibidos?
Dímelo Dios quiero saber,
dime por que te niegas a escuchar
aun queda alguien que tal vez rezará,
dímelo Dios quiero saber
donde se encuentra toda la verdad
aun queda alguien que tal vez lo sabrá.
Dime, ¿por que los cielos ya no lloran?
¿por que los ríos ya no cantan?
¿por que nos has dejado solos?»