Las personas hoy deberemos aprender el arte de escuchar, de hacer silencio, detenernos en nuestro interior, sentir la vida, escuchar la palabra, la llamada de Dios en el silencio.
Fue un comentario al encuentro de Jesús con Marta y María, que me llevó a buscar aspectos de la vida interior, la vida que fluye en el subsuelo y alimenta la vida en superficie.
Jesús de Nazaret observó con respeto el interior y sentimientos de las personas, sus pensamientos e inquietudes: Zaqueo el publicano, la mujer samaritana o Pedro arrepentido junto al lago.
JESÚS fue hombre de oración, de confianza y abandono. Pasó noches en oración o al amanecer, buscó el silencio y la soledad, la compañía del PADRE y de la naturaleza.
«De madrugada, todavía muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario. Allí se puso a orar», san Marcos c.1.
Así lo vio Ruiz de Galarreta en sus versos:
«Con el frío primero que anuncia el alba,
cuando empiezan a cantar los pájaros
con cuidado, sorteando los cuerpos dormidos,
retira la cortina de la puerta, suavemente,
se desliza a la sombra de la calle,
se aleja hasta la arena de la playa,
y justo donde muere la última ola
rizada y silenciosa se acuclilla,
las manos extendidas sobre las rodillas
y deja que penetre en su alma el murmullo de Dios.»
Jesús se presentó como pastor que conoce bien a sus ovejas y desea que conozcan su voz, una familiaridad personal: ‘Vengan a mí si están cansados y agobiados. En mí encontrarán descanso y amistad’.
La gente valoró la acogida de Jesús al necesitado. Él mismo llamó a la puerta de sus amigos para conversar y descansar. La oración como un encuentro de amistad, corriente de vida interior.
– Cuando reces cierra la puerta, ora a tu Padre, él escucha en lo secreto.
– Recen así: Padre nuestro, santificado sea tu nombre.
– Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. Unidos a mí darán mucho fruto.
Nuestra oración estuvo llena de las propias preocupaciones. La presencia, el silencio, la escucha, abrirá nuestro corazón para descubrir el amor del PADRE que nos habla y acompaña.
. . Teresa de Jesús: “Orar es amistad con quien sabemos que nos ama”.
. . Ignacio de Loyola: «Sentir y gustar interiormente».
. . Teresa de Calcuta: «Para poder amar, tenemos que orar».
¿Oración mental, oración vocal, contemplación, petición, alabanza? Compartiré ejemplo de 8 oraciones preferidas aquí.
Conclusión: cuidaremos nuestra vida interior, sin ella seremos superficiales y más vulnerables, disminuirá nuestra confianza, no sabremos cómo hacer, ¡Oren, para no caer en tentación!
Vean aquí el ejemplo de 9 oraciones escogidas, de alabanza, súplica, de confianza y amistad.
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MARÍA, la madre del Señor, fue ejemplo de escucha y de vida interior, de silencio y entrega. Así en esta canción «Madre del Silencio», del grupo universitario chileno ‘Canto Católico’.
Como una tarde tranquila,
como un suave atardecer,
era tu vida sencilla
en el pobre Nazareth;
y en medio de aquel silencio,
Dios te hablaba al corazón.
Virgen María, Madre del Señor:
danos tu silencio y paz
para escuchar su voz.
Y sobre todo, María,
cuando nos habla en los hombres:
en el hermano que sufre,
en la sonrisa del niño,
en la mano del amigo,
y en la paz de una oración.