30 millones de bebés nacieron en zonas de conflicto en 2018.
Un tema de actualidad, por desgracia. Supone que 1 de cada 5 bebés en todo el mundo pasaron sus primeros momentos de vida en comunidades afectadas por el caos de la guerra.
Así lo puso de manifiesto días pasados Unicef, se pidió más apoyo para los progenitores y familias con niños pequeños a su cargo. Somalia, Sudán del Sur, Siria, Afganistán y Yemen son algunos de los estados en guerra donde más padecen los niños recién nacidos.
– Millones de familias carecen de acceso a alimentos nutritivos, agua limpia, saneamiento o un ambiente seguro y saludable para crecer.
– La situación implicará consecuencias muy graves para el aprendizaje, el comportamiento y la salud física y mental de los niños.. Cuánta pena, qué injusto.
En 2019 se cumplirá el 30 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, el 20 de noviembre ‘Día Universal del Niño’. Los gobiernos se comprometieron a respetar lugares seguros -hospitales, escuelas- y a proteger los niños afectados por guerras y violencia.
Hoy tenemos más países en conflictos que en las últimas tres décadas.
* Imagen: Unicef.
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Como llamada a la esperanza, me recordaron estas líneas de tiempo atrás:
Infancia que sueña
– ¿Qué ven los niños cuando cierran sus ojos? ¿En qué sueñan? ¿Cuáles son sus mejores deseos?
El sueño será que desaparezcan las sombras de sus propios temores. Los mejores sueños e ilusiones se parecerán a los nuestros. Trabajaremos juntos para hacer realidad una utopía formada por sueños de niños.
Que cese la violencia en la casa y el barrio.
Que no haya más niños que sufran las guerras.
Que no falte el alimento en hogares de ancianos y niños.
Que regrese ya el amigo que viajó muy lejos.
Que construyan casas bonitas para refugiados de campos.
Que todos tengan por fin su hogar y su escuela.