Los testimonios que hoy presento en el blog les dirán nuestra inquietud por la infancia, y el aprecio por la educación que rehabilita. Millones de niños se embarcarán todos los días en un viaje para ir a la escuela. Podría ser un viaje metafórico, mas será un viaje real, largo y peligroso a través de bosques, barrios conflictivos o frentes de batalla.
— Amal Al Torchani tiene 11 años y cada día atraviesa un campo minado hasta llegar a su escuela, en Libia. Debe sortear edificios destruidos, tanques, explosivos sin detonar. Un día, su hermano Salem, de 9 años, cogió lo que parecía una bola. Jugó con ella hasta que explotó y mató a sus dos primos. Amal lo vio todo. Ahora vive atemorizada y no quiere estar sola.
— Paban Modol de 8 años duerme en una acera de Calcuta, India. Paban vive en la calle con su madre y sus dos hermanos. Su padre, alcohólico, hace tiempo que los abandonó. Paban se levanta de la esterilla donde duerme a las 6 de la mañana, en medio del tráfico, se viste para ir a la escuela. Pese a todo, llega siempre correctamente vestido y con ánimo.
— Elizabeth Atenio tiene 6 años y camina dos horas para ir a la Escuela para Niñas de Kibera, Kenia. Antes de ir al colegio, ayuda a su madre con sus tres hermanos pequeños, todavía bebés. Para Elizabeth, vestirse para ir a la escuela es un acto importante. En el camino ha de sortear muchos peligros: el 20% de las niñas son violadas. La escuela es la única forma de salir de ahí. Solo el 10% de las niñas podrán estudiar.
( La exposición «Caminos a la escuela» pudo verse en la Fundación Canal, Madrid )
• El pasado 20 de noviembre, Día Mundial de la Infancia, hízose memoria de 25 años de la Convención de los Derechos del niño. El derecho a la educación tomó un lugar fundamental en la Convención. Los Estados firmantes se obligaron a ofrecer educación primaria y gratuita, a respetar la dignidad de los niños y las niñas, a orientar la educación al pleno desarrollo personal. Todavía hoy en el mundo más de 58 millones de niños y niñas, en edad de educación primaria, continúan sin escolarizar.
• Mucho duelo e indignación por el reciente ataque y asesinato de un centenar de niños en una escuela en Pakistán. Malala Yousafzai, paquistaní ganadora del Premio Nobel de la Paz, dijo: «Tengo el corazón destrozado por este ataque sin sentido y a sangre fría cometido en Peshawar». Será necesario un mayor esfuerzo de todos por la no violencia y la estabilidad en esa región, urge la concordia y cooperación entre todas las etnias y religiones.