Pentecostés, la esperanza

Corresponde hoy ofrecernos un mensaje de esperanza. El Pentecostés, envío del Espíritu santo, fue promesa de futuro que Jesús de Nazaret hizo a sus discípulos y seguidoras con estas o parecidas palabras:

-De regreso a la casa de Dios yo les enviaré mi Espíritu, él habitará íntimo en su corazón, será Alma de su alma, los iluminará para que conozcan mis preferencias, dará paz y confianza a su vida, y les pondrá en camino.

Con la ocasión me pasaron esta invocación, donde el Espíritu divino se manifestó como brisa y fuerza, dando vida y libertad, el buen amor lo resumirá todo.

Espíritu Santo,
eres viento: llévame donde quieras;
eres brisa: déjame respirar lo nuevo;
eres fuerza: levántame del suelo;
eres vida: dame pasión por la vida;
eres alimento: nútreme de tu savia;
eres luz: ilumíname con tus rayos;
eres calor: aviva mi ser;
eres libertad: hazme libre;
eres fecundidad: cúbreme con tu sombra;
eres agua viva: dame de beber;
eres respuesta: dame fuerza para decirte sí.

Nuestra​ ​vida​ ​es​ ​frágil,​ ​llena​ ​de​ ​contradicciones​e​ ​incertidumbres. La​ presencia e inspiración del​ ​Espíritu​ nos hará confiar ​en​ ​el​ ​Amor divino ilimitado, misterio​ último de​ ​todo.

Para amar como el Padre, el Hijo y el Espíritu, deberemos cantar a la vida y la belleza, pacificando, consolando y, en la espera, curando heridas.

Santo Tomás de Aquino rezaba así ante lo desconocido:

«Espíritu Santo, Dios de amor,
concédeme una inteligencia que te conozca;
una angustia que te busque;
una sabiduría que te encuentre;
una vida que te agrade;
una perseverancia que, al fin, te posea».

Verán en comentario examen de conciencia del Papa Francisco sobre nuestra docilidad al Espíritu, en la Homilía día de Pentecostés, mayo 2023.

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Podrán escuchar aquí esta versión de «Ven, Espíritu divino«, del grupo chileno ‘Canto católico’.

Bautismo de Espíritu / la conversión

    «Derramaré un agua pura que los purificará, y les daré un corazón nuevo. Arrancaré el corazón de piedra, y les daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu, y guardarán mis mandatos» /Ezequiel c.36.

Junto al bautismo de agua importará mucho el ‘bautismo de espíritu’ que los seguidores de Cristo recibimos, por eso nos llamamos cristianos: seguidores de Cristo, bautizados como él con Espíritu santo.

    «Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con Espíritu Santo» /Hechos c.1

El bautismo espiritual recibido será como un ‘baño interior’. Jesús comunicará su Espíritu para empapar y transformar lo hondo de la persona, compartiendo su proyecto,  sus mejores deseos, la fuerza de amar, su status de hijo querido.

= El Espíritu de Jesús es ‘Espíritu de verdad’… para poner verdad en nuestra vida cristiana, recuperar la identidad de seguidores de Jesús, ser más fieles al evangelio.

= El Espíritu de Jesús es ‘Espíritu de amor’… para vivir libres de cobardías y egoísmos, no tan ocupados en nuestro interés y bienestar, abiertos al amor compasivo y solidario.

= El Espíritu de Jesús es ‘Espíritu de conversión’… para dejarnos transformar por Jesús el Hijo de Dios, atentos a su voluntad, sensibles a las heridas de los hijos de Dios.

Jesús nos dirá: reciban Espíritu Santo, aliento divino que sostendrá sus vidas y alentará su débil fe, él renovará su frágil ser.

    Llama profunda,
    que escrutas e iluminas
    el corazón del hombre:
    restablece la fe con tu noticia,
    y el amor ponga en vela la esperanza,
    hasta que el Señor vuelva.

El Papa Francisco planteó en este tiempo la cuestión del lugar que el Espíritu Santo tiene en nuestra vida:

– ¿Suelo pedir ‘inspiración’ antes de tomar una decisión o de hacer algo? Escucharé y seguiré su voz.
– Discerniré lo que siente mi corazón, movimientos, llamadas. Si no rezo ni me dejo interpelar, voy con fe fría.

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La intimidad de Dios | María

    «Tú estabas dentro de mí y yo fuera. Tú más íntimo que mi propia intimidad. Te busqué fuera, volcado yo en la belleza de tus criaturas. Tú estabas conmigo, pero yo no estaba contigo» /San Agustín

Hablaremos de nuestra relación personal con Dios, de la mutua intimidad. Jesús de Nazaret lo prometió así a sus discípulos:

– El Padre y yo haremos morada en ustedes.
– Con ustedes siempre hasta el fin del mundo.
– El Espíritu les enseñará y recordará todo.

Cómo notar la presencia y acción divina en nuestro interior. Tal vez imaginamos a Dios lejos, en algún lugar indefinido del universo. Si no lo percibo íntimo, será difícil hallarlo fuera.

La última Cena, 1320, Pietro Lorenzetti:
«El discípulo que Jesús amaba, recostado a su lado en la mesa»

Con ocasión de la Navidad pasada, viendo a María y al Niño, José A. Pagola nos dio alguna pista:

    . . Saber estar en silencio, acoger con sencillez su presencia y aliento.
    . . Recibir la paz y el amor que nos llega de nuestro interior.
    . . Aparecerán nuestros temores y heridas, nuestro pecado. No inquietar.
    . . Su presencia íntima y amistosa nos irá apaciguando y sanando.

De las ocho bienaventuranzas, el camino para hallar a Dios será cuidando la limpieza de corazón: «Felices los limpios de corazón, ellos verán a Dios». La humildad y la sinceridad, condición para vivir la intimidad divina, la presencia amiga del Dios vivo…

    Qué sabrosa es la presencia del Dios vivo:
    es como miel que te empapa el paladar,
    es agua fresca que resbala por la frente;
    como la brisa que te moja desde el mar.

    Qué seguro es el amparo del Dios vivo:
    es como el brazo que sostiene al caminar;
    es la sonrisa que despierta la confianza,
    como la mano que te lleva a reposar.

    Grande el hombre que confía en el Dios vivo,
    es como el yunque que resiste al martillar.
    Que Dios ayude al que lucha por la vida,
    que Dios apoye al que ayuda a los demás.

    –Miguel Matos

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María de Nazaret, Madre del silencio, el mejor modelo, siempre fiel y disponible, atenta a la voz de Dios. Canta desde Santiago de Chile el grupo universitario ‘Canto Católico’.

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La inteligencia espiritual


¿Qué es la inteligencia espiritual?
La capacidad de asombro ante lo desconocido, la ilusión infantil por imaginar lo imposible. Queda tanto por descubrir y conocer, que perder esa capacidad será morir.

Asombrarse es una facultad clave de la inteligencia espiritual, fue el principio del filosofar. Las personas espiritualmente inquietas se harán preguntas.

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– La imagen nos recuerda el parecer de Saint-Exupéry en El Principito: «Sólo vemos bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos».
– Mediante el entender espiritual desearemos descifrar el misterio de cuanto existe, el alma de todo: lo humano, lo divino, el universo.

La Biblia dirá que la inteligencia espiritual será puerta para el conocimiento de Dios. Por la búsqueda y por la súplica nos acercaremos al misterio personal de la divinidad que quiso darse a conocer.

El espíritu interior se refiere al yo personal de cada uno, mas lo espiritual se refiere así mismo a la presencia del Espíritu divino creador que habita sus criaturas, y en todo dejó algo de razón, de belleza y bondad.

El misterio de Dios _Dios es amor

    «Si ustedes que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?» /san Lucas c.11

    – El misterio de Dios no se nos entrega a nuestro espíritu a través de discursos elocuentes, sino en la fe y en la oración respetuosa. (san Atanasio)

Fueron muchas las personas con preguntas sobre la fe, que buscan a Dios a tientas y en la oscuridad, así como cuentan de Nicodemo el fariseo.

También algunos sienten desconcierto ante creyentes tan seguros de su fe sin poder dudar, ufanos de comprender al Incomprensible.

En la fiesta de la Trinidad santa, encontré estos pensamientos del teólogo J.A. Pagola, sugerentes para meditar despacio:

    «El misterio de Dios nos supera. Él creó nuestro corazón con un deseo grande de buscarlo; será un descanso encontrarlo. Nuestra necesidad insaciable de amar y ser amados nos ayudará a intuir el misterio de Dios, él no es un ser solitario sin rostro, ni una sustancia fría. Dios es ternura infinita, él es amor».

Una cultura del amor y de la vida será la mejor alternativa para nuestro mundo, donde impera una cultura de la indiferencia y de la muerte.

Así lo cantará en su poema T.J. González Carvajal, en amistad y esperanza:

    Inmenso, soberano,
    eterno Dios, Señor del alto cielo,
    de la tierra, del mar, del orbe todo,
    hechura de tu mano.

    Quién descorrer pudiera el denso velo
    que me oculta tu ser o de qué modo
    de tu sabiduría
    un rayo alcanzaría
    a penetrar mi mente tenebrosa.

    Quién conocer me diera
    tu majestad, grandeza y hermosura.
    Quién, cuando tu justicia rigurosa
    se muestra más severa,
    ver cómo la contiene tu blandura.
    Quién de este mortal lazo me soltara,
    para poder mirarte cara a cara.

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De otro lugar en el blog, vean la súplica cariñosa y confiada de Pierre Teilhard de Chardin «En busca de Dios»:

    «¡Te necesito, Señor, porque sin Ti mi vida se seca!
    Quiero encontrarte en la oración,
    en tu presencia inconfundible,
    durante esos momentos en los que el silencio
    me sitúa frente a mí, ante Ti…»

– Intento traducir en palabras esa consciencia que recorre el tejido profundo de las cosas. Pero ojalá fuera yo capaz de hacerlo en forma de música. (Teilhard de Chardin).

Acompañará su deseo estas notas de Claude Debussy: «Clair de lune».

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También en nuestra entrada «Dime quién eres», sobre el poema de Leopoldo Panero.

En comentario verán una oración a la Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu santo.

El Reino de Cristo, características

REINO DE DIOS o Reino de los cielos, la expresión de los Evangelios para nombrar otro mundo posible que Jesús de Nazaret presentó a sus seguidores, nueva Alianza y nueva Humanidad, una nueva creación, como un cielo en la tierra. Muchos al oírlo no creyeron y se echaron atrás.

    – ¿Eres tú el que ha de venir o esperamos a otro?
    – Señor ¿quién podrá salvarse?
    – Para el hombre es imposible, para Dios posible.

El Reino no es una utopía imaginada, fue una apuesta divina, una promesa. Dios trabaja en ella a nuestro lado, con nosotros. Un estilo de vida fraterno que supera la muerte y el sufrimiento.

    – El Reino de Dios ha llegado, está entre nosotros, en cada uno.
    – Habrán de descubrirlo por sus frutos y descifrarlo en sus signos.
    – Mi Reino no es de este mundo.
    – Padre, venga a nosotros tu Reino.

Qué caracteriza el Reino de Dios…

‘Será un reino eterno y universal, el reino de la verdad y la vida, de la santidad y la gracia, un reino de justicia, de amor y de paz’.

    1- Será para todos, sin excluir a nadie, universal y definitivo
    2- Recuperación de la dignidad perdida, hijos, hermanos, señores
    3- Libres por el conocimiento de la Verdad, sabiduría del bien y del mal
    4- La paz y la reconciliación, nueva Creación, nueva Humanidad
    5- Jesucristo Rey, Señor del Universo y de la Historia, su Reino eterno.

¿Qué hacer para ‘entrar’ en ese Reino?

    a- Habrán de ‘nacer de nuevo’, renacer del agua y del Espíritu.
    b- Busquen primero el Reino y su justicia, lo demás se les dará por añadidura.
    c- El que encuentra este Tesoro, lo vende todo y lo compra.
    d- Los pobres, los hambrientos, los misericordiosos, de ellos es el Reino de Dios.
    e- Desearlo, pedirlo y trabajar cada día para que llegue, y ofrecerse ¡Venga tu Reino!

Oración en la fiesta de Cristo Rey:

    + Dios todopoderoso y eterno,
    que quisiste recapitular todas las cosas
    en tu Hijo muy amado, Rey del universo,
    haz que la creación entera,
    liberada al fin de la esclavitud y de la muerte,
    sirva a tu Majestad y te glorifique sin fin, por Jesucristo N Señor +

* Imagen: Pantocrator, icono griego s.xvi. Cristo Todopoderoso, Rey y Maestro, portador de la Sabiduría, Alfa y Omega, origen y meta de todo.

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– En comentario verán un texto del papa Francisco sobre Jesucristo, rey del universo, rey de cada uno de nosotros.

– Verán otros temas de ‘Ejercicios espirituales’ en «Meditaciones», pdf.

Pentecostés de Cristo, bendecir y santificar

Esta es la hora
en que rompe el Espíritu
el techo de la tierra,
y una lengua de fuego innumerable
purifica, renueva, enciende, alegra
las entrañas del mundo.

–Himno liturgia

1 . La fiesta de Pentecostés celebra el día del Espíritu divino, compartido y comunicado a los discípulos, a todas las criaturas, como una nueva creación… Alma de Cristo, santifícame.

-En el bautismo Jesús oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu hasta él.
-Padre, en tu mano pongo mi espíritu. Reclinó su cabeza, entregó el espíritu.

2 . Pentecostés será como el final feliz de la misión de Cristo, el Pentecostés de Cristo, su Espíritu purificador que ‘santifica’ el corazón de cada bautizado… Agua del costado de Cristo, lávame.

-Él habitará entre su pueblo y secará sus lágrimas. No más muerte.
-Verán un cielo nuevo y una tierra nueva.

3 . Ante la destrucción y el deterioro en la naturaleza y las personas, ante el desprecio de la vida, ¿será posible ‘restaurar’ todo?… Pasión de Cristo, confórtame.

-Jesucristo muriendo destruyó la muerte, resucitando restauró la vida.
-No teman, el Espíritu les dará vida abundante, y manarán ríos de agua viva.

4 . La ‘espiritualidad’ será ‘bendición’, la respiración del alma, para vivir en armonía con la divinidad y las criaturas. Hablará de la ‘habitación’ de Dios en nosotros, su íntima presencia… Cuerpo de Cristo, sálvame.

-Estoy a la puerta y llamo, si me abres, entraré y cenaremos juntos.
-El que me ama mi Padre lo amará, vendremos y habitaremos en él.

5 . Bendecir fue el gesto inacabado de Jesús de Nazaret al marchar. Curación de heridas y victoria de la muerte. Con nosotros para siempre, un Pentecostés sin final… Buen Jesús, no permitas que me separe de ti.

-Donde hay Espíritu de Dios hay libertad. El amor de Dios será derramado.
-Yo estaré con ustedes cada día, hasta el fin del mundo.

Viviremos pues el seguimiento a Jesús en modo adulto: la Ascensión y el Pentecostés, un tiempo de crecimiento y creatividad. El Espíritu santo recibido será luz y aliento para buscar nuevos caminos en las tareas del Reino de Dios, «Venga a nosotros tu Reino».

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-Imagen: Viaje al corazón, Yoshiro Tachibana, Japón 1941. Importa descubrir un mundo a través de la mirada del artista, un mundo lleno de corazones.

-Podrán escuchar aquí esta conocida oración medieval, «Alma de Cristo». El Espíritu santo es el alma de Cristo, y el alma de nuestra alma.

La mística, el ser espiritual

«El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. El hombre que lo descubre, su alegría es tal, que va a vender todo lo que tiene y compra ese campo». (san Mateo c.13)

Ya pude entre mis postales hallar unos versos de la querida Pilar de Mingo, mística de lo divino, artista del arpa y del verbo. Ella, que en eterno cantará ya sin velo la grandeza y luminosidad del ser, el amor de siempre, el ser espiritual.

La mística hablará de una existencia divina que da el ser a la nuestra, en comunión, unida mi existencia a la suya, ya un mismo espíritu serán y una sola vida.

Su poema ahora en el blog, en homenaje y recuerdo mío, será también saludo y bendición por el año que comienza nuevo, mas con tanta vida en peligro. Será tiempo de saborear ese «Tesoro encontrado», siempre medio escondido, entre las penas y miserias que nos envuelven cada día.

«Poseer a Dios como fijado en nuestra propia esencia,
verle relucir en todas las cosas,
saborear su propio ser dentro del alma,
saciarnos del agua prometida
que salta hasta la vida eterna,
vivir un perpetuo Magnificat,
¿No será este el tesoro escondido
por cuya posesión debemos sacrificar y vender todo?»

Fue como el después de la mujer de Samaría que conversó con el Jesús cansado y sediento junto al pozo de Jacob, diálogo reconfortante que sació su sed más profunda, sed de dignidad y verdad.

El que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed.
– Señor, dame agua de ésa; así no tendré que buscar más.
– Yo soy agua viva: el que beba tendrá un manantial de vida eterna.

En comentario verán una consideración del cura de Ars sobre la oración, el tesoro de la unión con Dios.

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* La lectora distraída, 1919, Henri Matisse (1869-1954). El autor quiso recoger el estado de ánimo y la intimidad de la retratada, sorpresa y confianza.

Tal vez unas notas musicales nos ayuden a valorar mejor ese Tesoro oculto y encontrado: Air on the G String by J.S. Bach. Cello Stjepan Hauser.

Bautismo de Espíritu, Nicodemo

«SERÁN BAUTIZADOS CON ESPÍRITU SANTO»

Conversar con Jesús de Nazaret en noche cerrada fue para el discípulo Nicodemo como un amanecer, un verdadero bautismo de luz y de vida.

Nicodemo preguntó a Jesús:
– ¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? ¿Entrará en el seno de su madre y volverá a nacer?
– Si no naces de nuevo del agua y del Espíritu, no entrarás en el Reino de Dios.
– Serán bautizados con Espíritu Santo, una fuerza para ser mis testigos, en todas las naciones. (san Juan c.3)

Pasados ya muchos inviernos, Nicodemo rezó así a cada una de las tres divinas personas:

+ PADRE, Creador y Señor nuestro, te hablaré como Jesús, con toda confianza. Eres Padre de todos, creación de vida. Gracias por llamarme a la existencia y por mis padres ya contigo en el cielo. Gracias por la belleza de la creación. Tus hijos preferidos serán el enfermo, la infancia y ancianos abandonados. Amarte y servirte será fuente de libertad y de alegría. Que yo conozca tu voluntad y te agrade en todo.

+ HIJO del Padre, Jesús mi Señor, deseo ser discípulo tuyo todos los días de mi vida. Necesito progresar en tu conocimiento y tu amistad. Que tu corazón y tus sentimientos sean ya los míos. Maestro, que yo prefiera como tú encarnación y cruz, pobreza y humildad. Que mi mayor alegría y mejor alimento sea llevar adelante el Reino. Toma, Señor, y recibe mi afecto y mi libertad, no permitas que nunca me separe de ti.

+ ESPIRITU SANTO, Luz y aliento interior, necesito nacer de nuevo. Configúrame con Cristo Jesús, cambia mi mente y mi corazón, ordena mi vida. Hazme dócil a tus inspiraciones y valiente en el testimonio. Que yo camine en la verdad, y no caiga en la tentación del orgullo ni adulación. Dame amor confianza con vosotros, amor fraterno entre nosotros, amor compasión con el que sufre. Quiero ser instrumento de paz, trabajador de comunión y de consuelo. Amén.

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* Imagen: “Icono de la Trinidad», Andrei Rublev, también llamado «La hospitalidad de Abraham». Data del siglo xv, ahora en la Galería Tetriakov de Moscú. Representa la visita a Abraham de los tres ángeles al encinar de Mambré (Génesis c.18). La mesa del patriarca se vuelve altar que une a las personas sagradas: el ángel del centro Cristo, los que lo rodean, dibujando la forma de un cáliz, el Padre y el Espíritu Santo. El icono recordará también los dos discípulos de Emaús a la mesa con Jesús, reconocido al partir el pan (Lucas c.24). No tanto un icono para ver como espectador, sino para contemplar y entrar, reposando uno mismo en la vida trinitaria que reposará en nosotros.

– Podrán ver aquí en pdf una recopilación de oraciones de Nicodemo a Jesús resucitado, «Orar con Nicodemo».

Bautismo de luz y de vida

¡Glorioso Señor Jesucristo! Tú que eres la luz del mundo,
ilumina las tinieblas de mi corazón,
dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta,
sentido y conocimiento para cumplir tu santo mandamiento.

(Francisco de Asís)

• La vela encendida, cirio pascual, presentó el triunfo sobre la oscuridad y la muerte, LUZ de esperanza que acompañará al cristiano.
• Muchos en países del sur, en oscuros descampados sin agua ni alimentos, mundo cruel e inhumano. Aun así celebremos la VIDA.
• ¡Ustedes serán luz para el mundo, no escondan su luz, alumbren!

Recitaré estos versos al Cristo en el aniversario de mi bautismo, la bendita agua y la candela encendida, bautismo de LUZ y de VIDA, memorial de gentes muy queridas:

    Eres el Agua que mana del cielo
    y empapa la tierra en sequía
    los mares y ríos tranquilos,
    agua que da vida
    eterno Jordán nueva vida.

    Eres la Luz que ilumina
    estrellas, el sol y la luna
    calienta la llama y alumbra,
    luz en las noches oscuras
    vida que renuevas mi vida.

Homenaje y alabanza por el ser que soy y somos, espíritu y carne, mitad tierra mitad cielo, lo humano y lo divino emparentados, a veces enfrentados, al fin reconciliados.

    «Desde que mi voluntad
    está a la vuestra rendida,
    conozco yo la medida
    de la mejor libertad.

    Venid, Señor, y tomad
    las riendas de mi albedrío;
    de vuestra mano me fío
    y a vuestra mano me entrego,
    que es poco lo que me niego
    si yo soy vuestro y vos mío.»

    –J.L. Blanco Vega

Súplicas pidiendo que la LUZ venza las tinieblas y el AMOR sane los corazones:

  • Señor Dios, LUZ divina que deseas alumbrar a todos, ilumina nuestro espíritu con tu claridad, para que nuestros pensamientos sean dignos de ti, y aprendamos a amarte de todo corazón.
  • Que tu Espíritu santo encienda en nosotros una LUZ interior suave pero firme, que quite las sombras de la duda y limpie la tiniebla del desamor, que nos ilumine cuando en verdad no sabemos qué hacer.

Vean esta pequeña colección de ‘Oraciones’, alabanza, súplicas, confianza.

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