Creer en Jesús, la última cena

    «Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.» (s Juan c.3)

JESÚS de Nazaret gustó conversar sobre su origen y el motivo de su venida. Más que largos discursos, interesó su trabajo y el ejemplo de su vida, amor en las obras más que en las palabras.

    – Creer en los signos, el vino de Caná, los panes y los peces, Lázaro resucitado, el Pan de vida, la vista del ciego, el sepulcro vacío.
    – El discípulo amado ofreció un diálogo en la Cena de despedida, para descubrir el Misterio, por la fe en Jesús el Hijo de Dios.

= ¿Quién eres tú, JESÚS, para que creamos en ti como creemos en Dios? =

‘Si creen en Dios, crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos lugares. Volveré y los llevaré conmigo’
. . Los discípulos no comprendieron. Verán pronto al Mesías rechazado. Deberán esperar, Jesús les mostrará el camino a Dios Padre.

‘Tomás confesó: Señor, no sabemos adónde vas ni sabemos el camino. ‘Yo soy el camino, la verdad, la vida’
. . JESÚS es el camino para llegar a Dios, el Padre nos recibirá en su casa. Él nos enseñará quién es Dios, cómo es Dios, cómo llegar a él.

‘Felipe suplicó: Muéstranos al Padre. ‘Tanto tiempo y no me conoces. Quien me vio a mí, vio al Padre’
. . Viendo, oyendo a JESÚS, veremos, oiremos, conoceremos a Dios. Más que creer importa amar, son mis amigos. Si hay amor Dios está.

Mirando al cielo, rezó por sus discípulos así:

    PADRE, te pido por ellos, que ya creen en mí y conocen tu voluntad. Yo cuidé de ellos, pero el maligno los amenaza / Te pido que no caigan en la tentación, que permanezcan unidos como nosotros, en la pena y en la gloria / Que den a conocer nuestro gran amor, que confíen y no teman.

Recordarán las palabras de san Pablo al joven Timoteo:

    «No te olvides de JESUCRISTO, resucitado de entre los muertos; Él es nuestra salvación, nuestra gloria para siempre. Si morimos con él, viviremos con él; si perseveramos, reinaremos con él. En él nuestra esperanza y nuestra paz.»

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* Imagen: Leonardo da Vinci, La Última Cena, 1498, pintura mural en el Refectorio comedor del convento dominico de Santa Maria delle Grazie, en Milán (Italia). Última restauración 1999.

‘Dime, Señor, cómo ser pan que sacie por dentro y traiga la paz…’

Año de san José | Día de la Poesía

    «Un padre amado, un padre en la ternura, en la obediencia y en la acogida; un padre de valentía creativa, un trabajador, siempre en la sombra»

Así lo describió el Papa Francisco en su Carta «Corazón de padre», donde propone que 2021 sea un año dedicado a San José, esposo de María y padre de Jesús de Nazaret.

= La grandeza escondida de san José, su sensibilidad para acertar con lo mejor, incómodo para él pero bueno para María y el Niño. José dio a Jesús un nombre, su casa, un oficio.
= Su relación personal, el conocimiento y amistad con el Hijo de Dios, su ayuda en los años de fragilidad. Jesús ya adulto sabrá qué hacer, ‘ocupado en los asuntos de mi Padre’.
= Lo más grande de José será su discreción y silencio, la humilde fidelidad, ganarse el pan de cada día, colaborando, servidor incondicional del Plan de Dios.
= Lo más difícil llegado el momento será compartir con Jesús el gran secreto: hijo mío, yo no soy tu padre, tú eres el Hijo de Dios, el amado del Padre.

    «En este tiempo de pandemia, san José nos ayudará a comprender lo difícil, la grandeza e importancia de la gente común, que, lejos del protagonismo, ejercen la paciencia e infunden vida y esperanza cada día».

* Dibujo: El sueño de san José, Bartolomé E. Murillo (+1682). Un ángel le habló a José medio dormido en su taller de carpintero: ¡José, recibe en tu casa a María como tu esposa!

* Jesús de Nazaret será conocido como ‘el hijo de José’, ‘el hijo del carpintero’: Mateo 13,55; Lucas 4,22; Juan 1,45; 6,42.
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Podrán leer aquí completa la Carta del Papa, con esta oración al final:

    Salve, custodio del Redentor
    y esposo de la Virgen María.
    A ti Dios confió a su Hijo,
    en ti María depositó su confianza,
    contigo Cristo se forjó como hombre.

    Bienaventurado José,
    muéstrate a nosotros como padre
    y guíanos en el camino de la vida.
    Concédenos gracia, misericordia y valentía,
    y defiéndenos de todo mal. Amén.

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Con la Primavera, el 21 de marzo fue propuesto por la UNESCO Día Mundial de la Poesía. Verán este expresivo poema, el modo de sentir y vivir José de Nazaret, su fidelidad y buen hacer, cantados por un poeta y místico castellano contemporáneo:

«Tú, José, en la penumbra de la historia ordinaria,
sumido en el oscuro silencio de lo íntimo,
difuminado casi en el paisaje humano
como una leve hierba en humilde pradera.

Tú, que entonabas salmos al ritmo de la azuela.
Tú, constructor de nidos en la hondura del alma
cuando tus ojos puros besaban las palabras
inquietas de la llama en el hogar sencillo.

Tú, José, de puntillas por las calles del hombre
para no enmudecer las risas de sus niños.
Tú, amigo de la estrella diminuta y perdida
cuando absorto mirabas el manto de la noche.

Tú, escondido y pequeño como esa estrella pura
que posaba en tus ojos otras estrellas niñas.
Tú mereciste ser morada de la Luz
cuando la Luz se hizo carne de nuestra carne.

La luz del ser inmenso no cabía en el brillo
de la soberbia humana que acongoja a los pobres.
La luz se deposita en los arroyos claros
para encender su cauce con estrofas serenas.»

–Rafael Matesanz Martín, Segovia, España, +1999

La mujer, no discriminación

– “Fue crucial para las niñas saber que será su decisión y su deber poder elegir y expresar sus propias ideas. Y que a través de esas ideas, serán muy útiles para la sociedad.”

Salma KHALILL expresó así su inquietud, escritora y artista, refugiada, discriminada como mujer en CHAD. Pensó que nunca logrará dedicarse a lo que más le apasionaba. Gracias a su valentía, estudios y al apoyo familiar, pudo elegir y ejercer su profesión.

– Muchas mujeres siguen luchando por lograr un acceso igual a los derechos humanos, en especial si viven contextos de vulnerabilidad, pobreza, exclusión o desplazamiento forzoso.

A la compleja situación se suma ahora la crisis económica y social, la violencia se incrementó, la pandemia agravó las agresiones. La falta de recursos bloqueará el desarrollo social y la participación de las mujeres, niñas y adolescentes.

– En el pasado DÍA INTERNACIONAL de la MUJER se reivindicó con razón la importancia de la IGUALDAD para construir futuro, para hacer sociedades más justas y sostenibles. El futuro es ahora.

(Cf Entreculturas.org – Mujeres que construyen futuro)

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«Todos los seres humanos nacemos en esta tierra con la misma dignidad. Las diferencias de color, religión, capacidades, lugar de nacimiento y tantas otras no pueden anteponerse o utilizarse para justificar privilegios de unos sobre los derechos de todos. Estamos obligados a garantizar que cada persona viva con dignidad y tenga oportunidades adecuadas a su desarrollo integral.» (Francisco, oct 2020, Carta «Todos hermanos», #118)

El desierto, la soledad, la oración

# El desierto como lugar de soledad y de escucha, también de penuria y dificultades, una oportunidad para caminar en la verdad y en profundidad camino del Triduo santo, con Jesús.

    «La seduciré, la llevaré al desierto y le hablaré al corazón.» /Oseas c.2

# Para acercarnos a Jesucristo y la Buena Noticia, el Bautista nos propuso sumergir nuestro peor yo en las aguas, y reflotar el mejor : la verdad, la bondad, la belleza.

El paso siguiente será el desierto, para escuchar la Palabra, en el silencio y la oración, un tiempo para dejar espacio y tiempo al Dios-Amor en nuestra vida.

Bueno para el arrepentimiento y el cambio, que no se derrumbe la Esperanza si pareciera perderse.
Mirando la vida con ojos nuevos, el desierto nos pondrá en lo que de verdad importa, el Bien y la Bondad en nosotros y en todo.
Arrepentirse con obras , el rumbo nuevo será el compromiso por la fraternidad, por el Reino de Dios, es la Cuaresma.

Como Jesús en el desierto, venceremos la tentación de buscar nuestro reino, la propia gloria, y tomaremos el camino del servidor humilde, del amigo verdadero ..

    Solo me basta, Señor, venir ante tu presencia
    para sentir el calor, el cariño y el amor,
    que a veces mi alma no encuentra.
    Me basta tu luz que viene al despertar el alba,
    para quitar el miedo, la tristeza y mi desvelo
    que me hacen perder la calma.

    Solo me basta, Señor, sentarme cerca, a tu lado,
    para gustar de tu paz, tu cariño y amistad,
    que sin verles ya me has dado.
    Me basta con esperar, aunque la luz no se encienda,
    para que pueda tener la fuerza de aquel querer,
    que das con tu paciencia.

    A.Torres

# En los desiertos de la vida y de las religiones se buscarán guías conocedores del camino y los peligros, su compañía en la oscuridad.

    «El buen testigo conocerá la ‘fuente’, sabrá cómo calmar la sed. En la vida habrá testigos, creyentes sencillos, personas que viven desde la verdad y el amor» /José A. Pagola

* Imagen: Silencio y soledad. ‘La meditación de Cristo’, detalle, Alphonse Osbert.
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Por la conversión, verán esta canción ‘Vuelve’, del grupo evangélico Satelite, Jesús Adrián, México, deseando un reencuentro iluminador con Dios:

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(Verán otros temas de ‘Ejercicios espirituales’ en «Meditaciones», eBook, pdf)

Cristo sufriente / Noche de estrellas

Poesía, dibujo o música, diversas formas y estilos para contar la experiencia religiosa.

Así veremos místicos y poetas de todo tiempo asociando temas de la vida de Cristo -el niño, el pastor, la cruz- con momentos personales de soledad o tristeza.

Recordarán a san Juan de la Cruz con sus noches oscuras, o a Lope de Vega en sus ‘Rimas sacras’ que saben a confesión.

Fue el caso del soneto que hoy les presento, unión mística en medio de la noche y el desamparo, compartiendo la mutua amistad y simpatía.

«Amo, Señor, tus sendas, y me es suave la carga
(la llevaron tus hombros)
que en mis hombros pusiste;
pero a veces encuentro que la jornada es larga,
que el cielo ante mis ojos de tinieblas se viste,

que el agua del camino es amarga… es amarga,
que se enfría este ardiente corazón que me diste;
y una sombría y honda desolación me embarga,
y siento el alma triste hasta la muerte triste…

El espíritu débil y la carne cobarde,
lo mismo que el cansado labriego, por la tarde,
de la dura fatiga quisiera reposar…

Mas entonces me miras, y se llena de estrellas,
Señor, la oscura noche; y detrás de tus huellas,
con la cruz que llevaste, me es dulce caminar.»

–Luis Felipe Contardo, Chile, +1921.

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Imagen: Ecce Homo, Luis de Morales, 1570. «Salió Jesús afuera. Pilato les dijo: ‘Aquí está el hombre’. Al verlo, los jefes de los sacerdotes y guardias del Templo gritaron: ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!» (s Juan c.19)

Vean pequeño comentario de las SIETE PALABRAS de Cristo desde la Cruz.