Verán aquí una oración recibida en este tiempo de temores, también de sueños y esperanzas. Nos autoinculpamos y hacemos muchas promesas, buscando mejorar, ¿Despertarás, dejándote resucitar?
Oración del nuevo despertar
¡Resucita nuestra confianza! Nos sentimos inseguros y paralizados, vulnerables. Despierta, Jesús, en nosotros la confianza en la Bondad de Dios Padre. Nadie solo, nadie olvidado.
¡Resucita la esperanza! Orgullosos con el bienestar, nos hemos quedado sin horizonte. Cómo será nuestro porvenir. Jesús, que la pandemia no nos robe la esperanza.
¡Resucita nuestra solidaridad! Nos necesitamos. Caminemos unidos aliviando a los que sufren y nos necesitan. Jesús, despierta en nosotros la fraternidad.
¡Resucita la lucidez! Jesús, llénanos de tu Espíritu, por un mundo más humano y por el pan de los más perjudicados. Que seamos misericordiosos como nuestro Padre.
¡Resucita nuestra fe! Jesús, que mantengamos la espera, que los esfuerzos por un mundo más justo y habitable no se perderán. Dios Padre saciará la sed de eternidad.
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Así reaccioné viendo a Jesús durmiendo en la barca, dormido en el sepulcro:
Silencio, Jesús duerme
Lázaro se durmió
La niña está dormida
Despierta, Jesús, acalla la tormenta
Despiértame, Señor, cuando tú quieras
Para verte y oírte, glorioso
Para abrazarte, piadoso
Para adorarte, mi Señor y mi todo
Para amarte y servirte, ahora y por siempre
Yo iré a despertarlo.
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Esta fue la súplica del Día de Pascua, será nuestro deseo de cada día:
«Dios Padre nuestro, resucitando a Cristo tu Hijo
venciste el poder de la muerte
y nos abriste el camino a la vida eterna.
Es nuestra oración de hoy:
levántanos y renueva nuestras vidas
por el Espíritu que habita en nosotros.»
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Alguien tuvo la feliz idea meses atrás de recuperar con nuevas voces aquella canción «Resistiré» de los años ’80, ahora como himno de resistencia ante la pandemia.












