Jesucristo, agua viva

El agua, el vino, el pan, la vid o las semillas del campo, Jesús de Nazaret tomará realidades cotidianas para explicar su mensaje y para darse a conocer. No será fácil captar su íntima grandeza.

El tema del agua en el 4° Evangelio presentó así un horizonte de cambio y novedad. Agua es vida, fertilidad, alegría; sin ella muerte y desolación. También el agua será limpieza, purificación, promesa de mejora.

# En Caná con ocasión de una boda, Jesús de Nazaret y sus discípulos fueron invitados a la fiesta que podía durar varios días. El vino se terminó, con gran disgusto de todos.

    – Jesús dijo: Llenen de agua sus grandes tinajas vacías
    – El mayordomo dijo al novio: Tú guardaste el mejor vino para el final

Jesús se presentó como el amigo del novio que regala el mejor vino. Él mismo será como novio que celebra alianza de amor con todos nosotros, invitados a entrar en el banquete del Reino, en alegría y comunión.

# En Samaría la mujer conversó con Jesús, cansado y sediento, junto al viejo pozo.

    – Si bebes del agua que te daré no tendrás más sed
    – Señor, dame tu agua y no buscaré más
    – Yo soy agua viva, tendrás un manantial de vida.

La mujer buscó sin saber, ‘Dónde adorar a Dios’. El encuentro fue iluminador. La respuesta no fueron bellas teorías, sino la persona y palabras amables de Jesús de Nazaret. Salió reconfortada, saciada.

# En Jerusalén y desde la Cruz, el Maestro Jesús se dirigió a la humanidad dolorida, dolorido él mismo y abandonado de todos. Lección de amor y de fidelidad hasta el final:

    – Si tienen sed, vengan a mí y beban. El que crea en mí, ‘De su seno brotarán ríos de agua viva’
    – Jesús dijo: Tengo sed. Probó vino agrio, suspiró: Todo está cumplido. Inclinó la cabeza y entregó el espíritu
    – De su costado abierto salió sangre y agua.

Jesucristo vino nuevo que alegra, agua viva que purifica. Comunión de Vida entre Él y sus seguidores y seguidoras, su misma vida, su espíritu, su propia alma. El Hijo de Dios amando siempre, a todos perdonando.

    Ungir tus pies, que buscan mi camino,
    sentir tus manos en mis ojos ciegos,
    hundirme, como Juan, en tu regazo,
    y -Judas sin traición- darte mi beso.

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Sobre el misterio de su persona, nuestras preguntas, vean también la entrada ‘Yo soy el Amigo’.
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Oración de la samaritana

Señor, tú sabes que mi corazón anda inquieto,
lleno mi cántaro con ajetreos cotidianos,
que no sacio mi sed de vida plena,
no me bastan las aguas turbias y escasas.

Como la cierva busca corrientes de agua,
mi alma te busca, mi Dios, tengo sed de ti;
que tu lluvia me empape, Señor,
y convierta mi desierto en vergel.

Que mi vida rendida a tu Espíritu
se transforme como la samaritana;
dejando mi cántaro, seré amante discípulo,
iré contenta a comunicarles la Buena noticia.

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Textos del evangelio de san Juan, cc. 2, 4 y 19.

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Notas musicales de la Cantata de J.S. Bach, ‘Jesus bleibet meine Freude’ BWV 147, Jesús es mi alegría, es la fuerza de mi vida.

Qué buscan _dónde vives

Siempre habrá un primer encuentro, una primera vez: ¿Qué le diré? ¿Gustará que hablemos? Ocurrió en el 4° evangelio, el del discípulo amado. Jesús de Nazaret notó que unos jóvenes quisieran hablarle:

. . Jesús rompió el silencio: ¿Qué buscan?
. . Maestro, ¿Dónde vives?
. . Él respondió: Vengan conmigo y lo verán.

La cuestión nos interpeló a todos nosotros: ¿Qué buscamos en verdad cada uno? ¿Qué busco en mi vida, en mis relaciones o actividad?

– Tal vez la vida como un supermercado, para llenar su existencia. O bien escapar de la soledad, los conflictos o el miedo.
– Que me dejen en paz y olvidar, no preocuparse por nada. O bien ocupados en lo diario, las pequeñas cosas, mis seres queridos.

Algunos dirán que la gente de hoy se olvidó de Dios, que ya no lo buscan ni necesitan. Mas no fue fácil borrar de su corazón la ‘nostalgia de lo divino’.

    Como busca la cierva
    corrientes de agua,
    así mi alma te busca
    a ti, Dios mío;
    tiene sed de Dios,
    del Dios vivo:
    ¿cuándo entraré a ver
    el rostro de Dios?
    (Salmo 41)

. . ¿Quién soy yo? ¿Un ser surgido por azar? ¿Arrojado a la vida para desaparecer en la nada?
. . Buscaré a Dios, con todas mis fuerzas. Dios no se esconderá de quien lo busca con sinceridad. Está en el interior, ‘Si buscan, encontrarán; si llaman, se les abrirá’.

Vean esta oración de san Anselmo (+1109):

«Nunca te vi, Dios mío, no conozco tu rostro. Enséñame a buscarte y muéstrate a quien te busca. / No puedo ir en tu busca a menos que tú me enseñes, y no te encontraré si tú no te manifiestas. / Deseando te buscaré, te desearé buscando, amando te hallaré, encontrándote te amaré».

(En comentario letra del canto poema ‘En todo contemplarte’)

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Asimismo este testimonio de Antonio Machado, Soledades (1907)

    «Anoche cuando dormía
    soñé ¡bendita ilusión!
    que una fontana fluía
    dentro de mi corazón.
    Dí: ¿por qué acequia escondida,
    agua, vienes hasta mí,
    manantial de nueva vida
    en donde nunca bebí?

    Anoche cuando dormía
    soñé ¡bendita ilusión!
    que una colmena tenía
    dentro de mi corazón;
    y las doradas abejas
    iban fabricando en él,
    con las amarguras viejas,
    blanca cera y dulce miel.

    Anoche cuando dormía
    soñé ¡bendita ilusión!
    que un ardiente sol lucía
    dentro de mi corazón.
    Era ardiente porque daba
    calores de rojo hogar,
    y era sol porque alumbraba
    y porque hacía llorar.

    Anoche cuando dormía
    soñé ¡bendita ilusión!
    que era Dios lo que tenía
    dentro de mi corazón.»

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Qué es morir -4 / Francisco

    ‘Gozan en los cielos las almas de los santos,
    que siguieron las huellas de Cristo;
    que por su amor derramaron su sangre,
    por ello reinarán con Cristo eternamente’.

    (Magnificat antiphon for feasts of martyrs)

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Verán del Papa Francisco unos pensamientos recientes sobre la muerte y la vida. La ocasión fue un Evangelio leído en el final del año, evocador de otros finales, el de la propia vida.

    Dijo Jesús a sus discípulos: Como sucedió en los días de Noé, hasta el día que entró en el arca. Llegó el diluvio y todo acabó. El que pretenda guardarse su vida, la perderá, el que la pierda por mi, la recobrará. (san Lucas c.17)

La Iglesia es madre, quiere que cada uno piense en la propia muerte. Acostumbrados a la normalidad de la vida, un día llegará la llamada de Jesús que nos dirá: ¡Ven!

    . . El Señor nos dice: Párate, no vivas como si esto fuera la eternidad. Un día tú también irás con el Señor.
    . . Ante una nueva jornada pensaré: Hoy, como si fuera el último día, haré todo bien, mi trabajo, las relaciones.
    . . Pensar en la muerte no es una fantasía. Llegará el encuentro con el Señor: ‘Ven, bendito de mi Padre’.

«Tengan paz, no teman. Yo volveré, les prepararé un lugar. Donde esté yo, estarán también conmigo. Vivirán de mi misma vida». (san Juan c.14)

Será menester estar en vela, mantener abiertas las puertas:

    Este es el tiempo en que llegas,
    Esposo, tan de repente,
    que invitas a los que velan
    y olvidas a los que duermen.
    . Danos un puesto a tu mesa,
    Amor que a la noche vienes,
    antes que la noche acabe
    y que la puerta se cierre.

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-En comentario verán una reflexión sobre los frutos que espera el Señor encontrar, si perseveramos unidos a Él.

-También en comentario un texto de san Pablo sobre el final.

-Teniendo a la vista el propio final, así expresó su esperanza J.L. Martín Descalzo (+1991):

    «Morir sólo es morir. Morir se acaba.
    Morir es una hoguera fugitiva.
    Es cruzar una puerta a la deriva
    y encontrar lo que tanto se buscaba.
    Acabar de llorar y hacer preguntas;
    ver al Amor sin enigmas ni espejos;
    descansar de vivir en la ternura;
    tener la paz, la luz, la casa juntas
    y hallar, dejando los dolores lejos,
    la Noche-luz tras tanta noche oscura».

-Todavía muy cerca la marcha de nuestra querida Emy al encuentro del amigo Jesús, recordé los versos finales de aquel poema ‘Nada más’, el discípulo amado en vela espera a su Señor:

    Vivir para ti esperando tu venir
    y al caer de la tarde descansar,
    amor de mi vida, solo en ti, nada más.

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    «Jesús es mi alegría
    y el consuelo de mi corazón.
    Jesús me preserva de los sufrimientos
    y es la fortaleza de mi vida.
    – Es la luz y el sol de mis ojos;
    el gozo y la paz de mi alma.
    Por todo ello no lo rechazaré
    ni de mi corazón ni de mis ojos».

    (J.S.Bach, BWV 147)

Las peticiones del evangelio / santo Tomás

La incredulidad de santo Tomás, Caravaggio

    «Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pedirán lo que deseen y se realizará» (s Juan c.15)

Como en otras ocasiones pensé coleccionar algunas peticiones y súplicas, deseos de la gente que los cuatro evangelios nos reportaron, deseos también del mismo Jesús de Nazaret.

+ Los deseos principales estarán en el PADRE NUESTRO:

    -Padre, que se cumpla tu voluntad
    -Que tu nombre sea santificado
    -Que venga a nosotros tu Reino
    -Danos el pan de cada día
    -Perdona nuestras ofensas
    -Que no caigamos en la tentación
    -Líbranos del Maligno.

+ La FE necesaria para comprender el Mensaje y seguir a Jesús:

    -Señor, aumenta mi fe
    -Dame, Señor, tu agua viva y no tendré más sed
    -Jesús, muéstranos al Padre
    -Vayan a trabajar a mi viña
    -Vengan y verán
    -Padre, protege a los que me has confiado
    -Perdónalos, Padre.

+ Súplicas desde el SUFRIMIENTO, confianza en la salvación:

    -Señor, si quieres puedes limpiarme
    -Jesús, hijo de David, ten compasión de mí
    -¡Auxilio, Señor, que nos hundimos!
    -Señor, que vea otra vez
    -Vengan a mí los que estén rendidos y abrumados
    -Dame de beber
    -Padre, aparta de mí este cáliz.

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Sobre las peticiones del apóstol santo Tomás, por ver y tocar al Cristo resucitado, ‘Si no metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y mi mano en su costado, no creeré’, vean estos inspirados versos del poeta Juan Bautista Bertrán, Barcelona, +1985, evocando el día de su primera Misa:

DIOS ESCONDIDO

Señor mío y Dios mío

Lanza de Longinos, mano de Tomás,
¡también a mí dejadme entrar!

Bajo las alas blancas de un arcángel,
bajo las alas ígneas del Espíritu Santo,
Te encarnabas.
Bajo el latir de mi vacío,
bajo el aliento de mi nada,
Te encarnas.
¡Señor mío y Dios mío!

Todos los luceros
de aquella noche -la más pura-
bajaron a tu gruta,
en extasiado desvarío,
formando cuna, Te mecieron.
¡Hoy son mis manos las que forman
Tu cuna!
¡Señor mío y Dios mío!

Junto a su corazón -¡el de María!-
latías.
¡Sobre mi corazón siento yo el roce
del Tuyo! ¡Sobre el mío
palpitas!
¡Señor mío y Dios mío!

Bajo el primer disfraz -aquel de carne-
¡Te adoraba!
Pero tu amor baja otra grada.
-Tu bajar ¿Tu subir? da escalofrío-
Bajo el segundo disfraz -este, del Pan-
¡Te como!
¡Señor mío y Dios mío!

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En esta conocida oración medieval verán asímismo «12 súplicas» muy sentidas en torno a la Pasión de Cristo:

    Alma de Cristo, santifícame
    Cuerpo de Cristo, sálvame
    Sangre de Cristo, embriágame
    Agua del costado de Cristo, lávame

    Pasión de Cristo, confórtame
    Oh buen Jesús, óyeme
    Dentro de tus llagas, escóndeme
    No permitas que me aparte de Ti

    Del maligno enemigo, defiéndeme
    En la hora de mi muerte, llámame
    Mándame ir a ti, para que con tus santos te alabe,
    por los siglos de los siglos.

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El fariseísmo

«¡Maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Son como sepulcros bien pintados, se ven maravillosos, mas por dentro podredumbre. Aparentan verdad, mas en su interior falsedad y maldad» (s Mateo c.23).

Jesús de Nazaret dirigió en público críticas duras contra los dirigentes religiosos de su tiempo. Fue crítico con el estamento fariseo, los sabios y entendidos, por el daño a la gente sencilla, agobiada por sus juicios e imposiciones.

De la falsedad, del fariseísmo y la incoherencia, nos servirán para la autocrítica y examen de errores. Si hubiera autocomplacencia en lugar de servicio, abuso de poder en lugar del beneficio de otros.

1 . «No hacen lo que dicen». El mayor fallo será la incoherencia. Hablamos mucho, damos lecciones, pero no vivimos lo que predicamos. Tendrán poder pero les falta autoridad.
2 . «Cargan fardos pesados sobre los demás». Exigentes y severos, amenazando a la gente. Jesús, humilde de corazón, se preocupó de acoger y hacer ligera su carga.
3 . «Todo lo hacen para que los vea la gente». Pendientes de la imagen, buscando ‘quedar bien’, su prestigio personal. Vivamos atentos al bien, ante ese Dios que ve en lo secreto.
4 . «Les gustan los primeros puestos y las reverencias». Pretenden privilegios, desigualdad, no ser como uno más. ¿El discípulo de Jesús buscando ser distinguido y reverenciado?
5 . «No se dejen llamar maestros, su Maestro es Cristo». No busquen llamar la atención ni dar lecciones; orienten su atención solo hacia Él.

«¿De qué venían discutiendo por el camino? Pues discutieron quién era el más importante de todos. Jesús tomó a un niño, lo puso en medio: Si ustedes no se hacen pequeños, como niños, no entrarán en el Reino de Dios» (s Marcos c.9).

Jesús de Nazaret no quiso que la nueva Comunidad tuviera los vicios de la autocomplacencia y falsedad. Su apuesta será por la fraternidad y el servicio. Que la autoridad se examine de su sinceridad e intenciones.

«Saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y los que ocupan cargos abusan de su autoridad. No será así entre ustedes. Si alguno quiere ser grande y el primero, que se haga el servidor de todos» (s Mateo c.20).

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-Imagen: Jueves santo en la cárcel, Papa Francisco, Roma.
-Fariseo: quien aparenta rigor y austeridad; hipócrita (RAE).

* El Papa Francisco celebró el pasado 19 de noviembre la I Jornada mundial de los Pobres, compartiendo mesa en el Vaticano con 1500 indigentes. Lean el Mensaje del Papa para la Jornada, «No amemos de palabra».

Jesús Maestro / el Bien y la Verdad

Escuché leer en una celebración el sencillo texto que hoy les traigo, lleno de deseos de cambio. Señala otro camino posible, el camino del bien y de la verdad. Encontrarán un parecido con la oración «Instrumentos de paz», atribuida a san Francisco de Asís.

«Jesús maestro y amigo,
concédeme la gracia de amar en lugar de odiar;
de reír en lugar de llorar;
de crear en lugar de destruir;
ser constante en lugar de abandonar;
de alabar en lugar de criticar
y de curar en lugar de herir;
concédeme Señor la gracia de dar y no retener;
de apreciar en lugar de reprochar;
actuar en lugar de aplazar;
de crecer en lugar de consumirme
y de vivir en lugar de morir».

: El texto contiene sin duda dificultades y empeños personales.
: Temas de evangelio que fueron deseos de Jesús de Nazaret, más tarde serán del discípulo imitando al maestro.
: ‘Estén vigilantes y oren para no caer en la tentación’, dijo.
: ‘Vivan alerta, pues no saben cuándo vendrá el Hijo del hombre’.

Cada cual podrá añadir súplicas sobre sus propios puntos débiles. Recordarán entonces la táctica del mal espíritu, en los Ejercicios espirituales: «El enemigo de natura humana mira por donde nos halla más flacos y más necesitados, por allí nos ataca y procura derrotar», n. 327.

La cruz de Cristo | La Saeta

    – El Hijo del hombre sufrirá, será humillado y rechazado.
    – Si quieren seguirme, renunciarán a sí mismos y tomarán cada día su cruz.
    /san Lucas c.9

Enfermedad, muerte, sufrimiento. A la vista de lo que vivimos en seres queridos y en otros de lejos, quise traerles unos deseos sinceros, por la celebración de los Santos y difuntos.

La ocasión llegó tiempo atrás al escuchar aquel evangelio difícil. Alguien imaginó esas palabras duras de Jesús de Nazaret dirigidas a un discípulo indeciso, o a cualquiera de nosotros:

. . Mira, yo padecí y fui rechazado, por mostrar el rostro del Dios vivo, por plantar cara a los maestros de la ley, por tirar muros de egoísmo. Acusado por sumos sacerdotes y ejecutado en una cruz, al tercer día resucité.
. . ¿Tú, qué vas a hacer con tu vida? Si quieres ser mi discípulo, si quieres compartir mi vida y mi pasión, no te pongas en el centro de todo. Pon en el centro a Dios y a tu prójimo, y verás como cambian las cosas.

. . Carga con tu cruz de cada día, ven conmigo. Si quieres guardar tu vida, verás que no tienes nada. Si la regalas, verás que está llena. ¿Para qué ganar el mundo, si te sientes vacío?

    – Cierto, mi vida podré vivirla con amor o con rabia, viendo tanto sufrimiento, con rechazo o con deseo de ayudar, aun con sacrificio.
    – Así me sentiré bien, se encenderá mi luz, la paz que Jesús nos prometió: ‘Reciban mi paz, no teman. Yo vencí al mundo’.

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Vean unos sentimientos de simpatía y complicidad entre el Cristo de la cruz y quien lo contempla con afecto y reconocimiento:

    Él sufre con nuestros sufrimientos
    Está triste por mis tristezas
    Se siente solo con mi soledad
    Abandonado por nuestros abandonos
    Rechazado en nuestros rechazos
    Se siente agredido si agredimos
    Injuriado cuando injuriamos
    Despreciado con nuestros desprecios
    Herido con mis heridas
    Aliviado con nuestras caricias
    Consolado con mi amistad y compañía.

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Recordaré este lindo poema de Antonio Machado, «La Saeta», con letra y música de Joan M. Serrat:

¡Oh, la saeta, el cantar al Cristo de los gitanos, siempre con sangre en las manos, siempre por desenclavar!

¡Cantar del pueblo andaluz, que todas las primaveras anda pidiendo escaleras para subir a la cruz!

¡Cantar de la tierra mía, que echa flores al Jesús de la agonía, y es la fe de mis mayores!

¡Oh, no eres tú mi cantar! ¡No puedo cantar, ni quiero a ese Jesús del madero, sino al que anduvo en el mar!

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(1) Vía Crucis, Cristo bajado de la cruz (13ª) y El Cirineo (5ª), M.Rupnik. ‘Detuvieron a un tal Simón de Cirene y lo cargaron con la cruz, para que la llevara detrás de Jesús’. -s Marcos c.15

(2) Aquí verán reflexión de las «Siete Palabras» de Jesús desde la cruz.

(3) En comentario las 15 estaciones del ‘Via Crucis’ católico.

(4) En comentario el poema «Yo quisiera Señor en tu agonía», meditación de las heridas de Cristo y nuestra respuesta.

Orar con Nicodemo -7 / Nacer de nuevo

Los discípulos recibieron una fuerza divina, el Espíritu Santo, que les dió confianza y los puso en marcha para la misión. Deberán salir del Templo y de las casas. Es hora ya de dar a conocer el nuevo Camino de Jesús. La víspera de cada domingo al anochecer, los primeros cristianos se reunirán en la casa de uno de ellos. Temen las denuncias y se ocultan. Las autoridades políticas y religiosas los amenazan y obligan al silencio, les impondrán penas de cárcel y demás.

hom_intimior-intimo-meo-bNicodemo pudo encontrarse en aquella reunión de apóstoles y discípulos. Su presencia les dió ánimo a todos. Él mismo amenazado e inseguro pedirá fortaleza y más decisión por el Reino de Dios. Recordó la recomendación de Jesús: “Nicodemo, deberás nacer de nuevo, del agua y del Espíritu que el Padre enviará”. El discípulo de los últimos días rezó así:

NACER DE NUEVO DEL ESPIRITU

«Envía, Señor, tu Espíritu que sustente y refuerce nuestro propio espíritu que es de natural frágil y cobarde. Que el Espíritu de Dios encienda en nosotros una LUZ interior suave pero firme, que quite las sombras de la duda y las tinieblas de la desesperanza. Que nos ilumine cuando en verdad no sabemos qué hacer. Espíritu Santo, amor infinito e increado, manantial inagotable de amor, derrama en el corazón de tus discípulos el amor que todo lo puede, que todo lo disculpa, que siempre ama, que ama sin ser amado, que comprende aunque sea incomprendido. Que por tu gracia, el nombre y el rostro de nuestro amado JESUCRISTO queden imborrables en nuestra mente, que sus palabras y modo de ser permanezcan por siempre impresos en nuestro corazón. Soñamos que nuestra fe en Jesús sea amistad, nunca olvidar su vida y su muerte por nosotros. Envía, Señor, tu Espíritu que renueve la vida de las personas y de los grupos que habitan nuestra tierra, por el final de toda violencia, exclusión y malos tratos, que no veamos niños abandonados o explotados, ojalá desaparezca ya el sufrimiento injusto de tanta gente. Espíritu Santo, danos valentía para anunciar la buena noticia, y para denunciar los males que rebrotan sin cesar en tu Iglesia, la tentación de la soberbia, la falsa apariencia y las envidias, la avaricia de honores y riquezas. Señor, que sienta amor confianza con el Padre, dame amor fraternidad con mis hermanos, te pido por favor la gracia del amor compasión con los que sufren desaliento y rechazo. Haz de mí un instrumento de paz, trabajador de comunión y buena noticia de consolación en el mundo, en mi familia y en la comunidad. Con el ‘Padrenuestro’ los discípulos comunicaron los temas clave de la oración de Jesús. Yo diré así: Padre nuestro, padre de todos, padre del cielo, tú quieres sólo nuestro bien; cúmplase tu voluntad, tus mejores deseos, tu reino; que todos te conozcan, te quieran y bendigan. Que de la casa no me aleje ni me pierda; sálvame señor, no dejes que de tu bondad dude ni desconfíe, que no caiga en la red del tentador. Da a todos cada día su alimento, que perdonemos siempre como tú nos perdonas; de la noche del mal líbranos y de la muerte en sombras, danos de tu vida cada día y de tu aliento. Ahora te pediré por los nuevos cristianos, la nueva Iglesia, por los que buscan algo diferente, por los jóvenes que en la noche impacientan cansados de esperar un amanecer que no llega. Que veamos pronto signos de un mundo nuevo en paz lleno de humanidad y bendiciones para todos. Siendo ya anciano descansaré viendo de lejos el Reino prometido en marcha y creciendo. Estoy recordando señor tus palabras, El que no nace del agua y del Espíritu no entrará en el Reino de Dios. Yo esperaré en paz tu llegada y tu llamada para ‘nacer de nuevo’, y pondré todo, mi vida y mi muerte, mi pasado y mi futuro, en tus manos benditas con infinita confianza. Adiós, Señor, hasta otro día.»

cenefa-e

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Podrán ver aquí recopilados «Orar con Nicodemo», pdf.

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Backstreet Boys – As Long As You Love Me (1997) – Mientras que Me Ames – Florida

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Pentecostés, la esperanza

Corresponde hoy ofrecernos un mensaje de esperanza. El Pentecostés, envío del Espíritu santo, fue promesa de futuro que Jesús de Nazaret hizo a sus discípulos y seguidoras con estas o parecidas palabras:

-De regreso a la casa de Dios yo les enviaré mi Espíritu, él habitará íntimo en su corazón, será Alma de su alma, los iluminará para que conozcan mis preferencias, dará paz y confianza a su vida, y les pondrá en camino.

Con la ocasión me pasaron esta invocación, donde el Espíritu divino se manifestó como brisa y fuerza, dando vida y libertad, el buen amor lo resumirá todo.

Espíritu Santo,
eres viento: llévame donde quieras;
eres brisa: déjame respirar lo nuevo;
eres fuerza: levántame del suelo;
eres vida: dame pasión por la vida;
eres alimento: nútreme de tu savia;
eres luz: ilumíname con tus rayos;
eres calor: aviva mi ser;
eres libertad: hazme libre;
eres fecundidad: cúbreme con tu sombra;
eres agua viva: dame de beber;
eres respuesta: dame fuerza para decirte sí.

Nuestra​ ​vida​ ​es​ ​frágil,​ ​llena​ ​de​ ​contradicciones​e​ ​incertidumbres. La​ presencia e inspiración del​ ​Espíritu​ nos hará confiar ​en​ ​el​ ​Amor divino ilimitado, misterio​ último de​ ​todo.

Para amar como el Padre, el Hijo y el Espíritu, deberemos cantar a la vida y la belleza, pacificando, consolando y, en la espera, curando heridas.

Santo Tomás de Aquino rezaba así ante lo desconocido:

«Espíritu Santo, Dios de amor,
concédeme una inteligencia que te conozca;
una angustia que te busque;
una sabiduría que te encuentre;
una vida que te agrade;
una perseverancia que, al fin, te posea».

Verán en comentario examen de conciencia del Papa Francisco sobre nuestra docilidad al Espíritu, en la Homilía día de Pentecostés, mayo 2023.

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Podrán escuchar aquí esta versión de «Ven, Espíritu divino«, del grupo chileno ‘Canto católico’.

Orar con Nicodemo -6 / Quédate, Señor

De nuevo podrán leer aquí unos papeles de oración de Nicodemo, el discípulo de última hora que de noche se interesó por Jesús de Nazaret. Esta vez recordando y celebrando la Ascensión del Señor, Nicodemo rezó en su nueva comunidad. Sintiéndose unido al resto de los creyentes, pedirá con insistencia ‘Quédate con nosotros’. Fue cierto, Jesús dejó el lugar de Dios para hacerse hombre y siervo de todos; ahora tras su muerte y resurrección se le confiesa “sentado a la derecha del Padre”, su nueva situación, su señorío y relación privilegiada con Dios nuestro Padre. Desplazamiento que no es alejamiento, sino presencia y trabajo de fondo por nosotros y con nosotros.

Los discípulos pudieron quedar mirando al cielo, pero son invitados a mirar a la tierra, mirar al futuro y salir en misión. En esa cita misteriosa de Galilea, la principal tras la resurrección, imaginaremos con el grupo de los apóstoles a otros muchos, a José de Arimatea, a la Magdalena, a María de Nazaret y Nicodemo, a los amigos de Emaús. En la montaña de Galilea vieron a Jesús resucitado resplandeciente por su bondad y belleza, mas al punto de ocultarse, como el sol, deslumbrando la última vez. Así oró Nicodemo esta vez, adivinando ya un amanecer:

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QUÉDATE CON NOSOTROS, PORQUE OSCURECE

«Inspirado en aquellos discípulos temerosos de la noche pero ávidos de tu presencia, quiero rezar contigo por todos los pueblos de donde llega a nosotros la presencia de mucha tiniebla de muerte y violencia, pueblos lejanos con gran necesidad todavía hoy de evangelio. Yo pediré con fe: Quédate con nosotros, SEÑOR, acompáñanos porque no siempre supimos comprender y reconocerte. Quédate con nosotros, Jesús amigo, porque nos rodean densas sombras que nos impiden ver bien. Tú eres la Luz, en nuestros corazones se insinúa la desesperanza. Cuesta reconocerte en el pan partido y en el hermano de cerca, resulta difícil amar al enemigo como tú nos mandaste. Cansados del camino, sabemos que tú nos reconfortarás. Deberemos ser testigos de la vida resucitada, nueva vida, amanecer de una humanidad nueva. Quédate con nosotros, Señor, cuando surge la niebla de la duda o el peso del cansancio; cuando la fe se oscurece y cuesta adivinar el horizonte. Tú nos explicarás paciente también ahora el sentido de cuanto sucede. Quédate en nuestras comunidades, sostenlas en sus dificultades, dales consuelo en su cruz y penalidades, en su fatiga de cada día. Fortalece nuestra natural debilidad, engrandece nuestra humillación. Tú que eres la VIDA, quédate en nuestros hogares, que se ame y respete siempre con generosidad la vida de todos. Quédate, Señor, con nosotros presente entre los más vulnerables, en los más pobres y los enfermos incurables, entre los emigrantes y refugiados, en las mujeres maltratadas y en los ancianos abandonados, en los que perdieron la esperanza. g-artur-24Quédate, Señor, con nuestros niños y nuestros jóvenes, bendícelos con tu luz, ellos serán la esperanza del Reino para el mundo. Fortalece en todos nosotros la fe en ti.

    Todo mi corazón, ascua de hombre,
    inútil sin tu amor, sin ti vacío,
    en la noche te busca;
    le siento que te busca, como un ciego
    que extiende, al caminar, las manos llenas
    de anchura y de alegría.

Queremos ser ahora tus amigos y discípulos incondicionales. Con la experiencia de encontrarte en nuestro camino y en el partir el pan, seremos gracias a tí misioneros valientes, testigos que anuncian la buena noticia con obras y de verdad. Tú eres la Buena noticia, ¡Jesús vive, es el Señor, él será nuestra paz y alegría para siempre! Tú nos llamas de nuevo y nos envías. Gracias. Adiós, Señor, hasta otro día.»
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En comentario verán la linda y sencilla poesía ‘Quédate’ de Rodríguez Olaizola.
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